México: Difícil el rescate de 5 personas con vida bajo escombros del colegio Rébsamen

Los valientes están dispuestos a morir, si es necesario, para salvar la vida de los niños en Rébsamen

CIUDAD DE MÉXICO – Los grupos de rescate conformados por la Marina, Policía Federal, los Topos y Protección Civil tienen detectados hasta cinco individuos con vida entre los escombros en donde hoy por la mañana se escuchó a una niña, Frida Santiago, en el colegio Enrique Rébsamen ubicado en la avenida Brujas y División del Norte, en Coapa.

Israel Velazquez Gutierrez, Capitán del Ejército Mexicano, dijo esta noche a la prensa que un escáner de movimiento, temperatura y pulso cardiaco localizó cinco sobrevivientes y además dos cuerpos sin vida, sin embargo, el Capitán reconoció que llegar a ellos será difícil porque la estructura es débil e imposibilita acelerar los trabajos.

Este reporte coincide con el de varios rescatistas más. “Definitivamente es un cuerpo con vida”, afirmó hoy a un grupo de medios uno de los técnicos que se encuentran en la institución, y agregó que la niña “se movió un poco” en el momento en el que se hicieron las pruebas.

Voluntarios ayudan al rescate de niños y adultos que están bajo las ruinas del colegio. Cri Rodríguez SinEmbargo

Uno de los rescatistas afirmó que, para localizar el lugar donde está la niña, se usaron tres tecnologías: térmica, sonora y de movimiento. “La parte de movimiento y la térmica está confirmado, la parte sonora no, hay mucho ruido ambiental”, explicó a la agencia española EFE.

Por su parte, el Secretario de Educación, Aurelio Nuño lanzó un tuit en el que indicaba que la única información oficial sobre los rescates será dada a conocer por la Secretaría de Marina, puesto que aseguró que “hasta el momento no ha habido nuevos rescates ni se tiene confirmación del número de supervivientes.

Los cuerpos de rescate -en los que participan Marina, Ejército, Policía Federal y los llamados “topos”- llevan horas intentando sacar a la menor de 13 años de entre los escombros, una tarea que cada vez es más delicada.

De acuerdo con el más reciente reporte de la Secretaría de Educación Pública, el derrumbe de la escuela causó la muerte de 25 personas, 21 niños y 4 adultos, aunque otras fuentes han elevado hasta 37 las víctimas mortales, 32 de ellos alumnos.

Un video compartido en redes sociales muestra los momentos posteriores al colapso de una parte del colegio Enrique Rébsamen. En la grabación, un hombre alerta a las maestras de una fuga de gas en la zona, por lo que pide que evacúen a los menores.

Posteriormente enfoca hacia la izquierda y muestra parte del derrumbe que la escuela sufrió y que, hasta el momento, ha dejado un saldo de 21 niños y cuatro adultos fallecidos.

Algunos niños abandonan la escena, mientras jóvenes se acercan a la zona para buscar ayudar a los niños que habían quedado atrapados. El colegio privado impartía clases en los niveles preescolar, primaria y secundaria.

Horas de angustia

En las proximidades del Colegio Enrique Rébsamen, hojas de cuaderno revelan el destino de varios de los niños que quedaron atrapados tras el fuerte terremoto que azotó la Ciudad de México. Aun así, quedan muchas personas que ven, con angustia, que ya han pasado horas sin saber de sus familiares.

“Fátima: encontrada viva”, “Fidel: hospital Ángeles”, “Pamela: ambulancia”. Los nombres escritos en las hojas intentan ser de ayuda a los familiares que se acercan a la institución.

Al llegar a las inmediaciones del lugar, María Elena Villaseñor, una voluntaria y vecina del lugar, atiende a quienes se acercan a las listas de los niños con un “¿está buscando a un familiar?”

La solidaridad presente en el colegio. Cri Rodríguez, SinEmbargo

Ella lleva desde la tarde de este martes intentando ayudar en las tareas de rescate. “No te puedes quedar parado sin hacer nada cuando sabes que una escuela de kínder, primaria y secundaria está abajo”, señala la voluntaria, cuyos hijos asisten a un colegio que está justo detrás del Rébsamen y que quedó en pie.

De entre todos los carteles, María Elena señala el que tiene escrito el nombre de Frida Santiago. La niña es una superviviente a quien encontraron entre los escombros porque pudo mantenerse en contacto con su madre a través de Whatsapp.

Los cuerpos de rescate esperan encontrar alguna persona más con vida entre el derrumbe.

Para saber si hay supervivientes, los rescatistas piden a gritos que estas personas hagan un golpeteo o cualquier señal para saber dónde están. En el mejor de los casos, los afectados pueden responder verbalmente, lo que también ayuda a mantenerlos conscientes.

Dispuesto a morir

Héctor “El Chino’’ Méndez, mejor conocido como el “Topo Mayor’’, dice estar dispuesto a perder la vida entre los escombros del Colegio Enrique Rébsamen, donde autoridades han recuperado al menos 25 cuerpos (21 niños y 4 adultos).

“El Chino’’, quien participó en las labores de rescate del terremoto que sacudió a la capital en 1985, arribó a la zona una hora después de que las estructuras se cayeran por el movimiento de ayer, y no ha podido tomar respiro, “es una chinga’’, dice.

El “Topo Mayor’’ está seguro de que entre la destrucción que dejaron los 7.1 grados, podrán encontrarse niños vivos, pues, asegura, los menores son más fuertes que los adultos.

El grupo que dirige, conformado por más de dos decenas de rastreadores, no se marchara de la zona hasta que no exista evidencia de que no queda nadie. “Los topos no paramos’’, advierte.

Al “El Chino’’ no le asusta encontrar a la muerte mientras hace su trabajo, “¿por qué anda acá? Son instintos, mira. Instintos de ayudar a la gente, por la supervivencia. Si tú estás dispuesto a morir para sacar a un niño, es algo muy superior. No son mamadas”.

– ¿Usted está dispuesto a eso?

– Claro. Si te vas a morir de todos modos, si es haciendo el trabajo para rescatar a un niño, pues a todo dar, ¿no?

El rescatista pide a quienes quieran ayudar que lleven agua y suero para los que están trabajando y a las autoridades les exige que se encarguen de los gastos de los padres que perdieron a un niño: “Imagínate, tienen el dolor y todavía tienen que pagar. Solidaridad’’.

…Y llegó la segunda tarde y la segunda noche

Rescatistas buscan sobrevivientes en la escuela Rébsamen. OSE GARCIA/AFP/Getty Images

Cerca de las nueve de la mañana, una persona dio señales de vida en el Colegio. Desde entonces cada collarín, tanque de oxígeno, pala o pico que se pide, reaviva la esperanza entre las decenas de presentes.

”Silencio, silencio”, suplican cada dos minutos. ”Por favor, no avance”, se ruega. Cada instante en que se oyen motores o voces de la gente, es uno en el que no se alcanza a distinguir a los atrapados.

Frida se le llamó a la pequeña que dio esperanza a la búsqueda que se realiza con un escáner térmico y unidades caninas. La pequeña mandó mensajes de auxilio desde su teléfono celular.

Y llegó la segunda tarde, y llegó la segunda noche, y la cifra de muertos en México alcanzó los 223, de acuerdo a información oficial. Y las labores de rescate se complicaron, pero los presentes no dejaron de correr, pasar cajas, cargar agua, y levantar los puños, como en la capital del 85, como en el Oaxaca y Chiapas del 2017.

La lluvia cayó en el lugar, amenazando con dificultar aún más las labores de búsqueda. Una lona negra permitió seguir con trabajos de rescate.

De las grietas que dejó el terremoto de 7.1 grados, con epicentro en Puebla, salieron las tragedias de todos los días.

Y arribó la segunda noche tras el temblor, y la cifra de desaparecidos y muertos en México coincidió, otra vez.

Con información de EFE

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