“Yo sólo quería ir a Disneyland” dijo Lorena Ochoa al entrar al Salón de la Fama del golf

La golfista mexicana recordó cuando le pidió a su coach que la entrenara: 'Rafa (Alarcón), quiero ser la mejor del mundo ¿me ayudas?'"

CDMX, México – El martes por la mañana, Lorena Ochoa confesó que no había concluido el discurso que horas más tarde daría en la Ceremonia del Salón de la Fama del Golf Mundial durante su inducción; para la tapatía fue todo un reto.

“Escribir este discurso ha sido de lo más complicado que he hecho últimamente. Probablemente más difícil que tener un bebé“, fue lo que dijo Lorena al arrancar su discurso.

Con la frescura y el carisma que la caracteriza, la ex número uno del mundo llevó a los presentes en el Cipriani Wall Street, en Nueva York, y a miles más que siguieron la ceremonia por televisión, a los momentos más importantes de su carrera.

El emotivo discurso de Lorena fue un tributo a cada una de las personas que influyeron en su carrera, a su familia y desde luego a su esposo, Andrés Conesa.

“Después de mi victoria en el Abierto Británico comencé a salir con un hombre muy guapo“, dijo riendo.

“Voy a contar una historia de hace 10 años cuando (Andrés Conesa) fue a verme a Orlando en un torneo. Él compró tierras, caballos y luego hicimos una parada en St. Augustine (Florida) y yo no tenía idea de lo que había ahí, este bello museo, este gran lugar para todos nosotros, no sabía que estaba ahí”, relató Lorena haciendo referencia a la sede del Salón de la Fama, en Florida.

Ochoa dijo haber visto un campo de golf y al ingresar se topó con el edificio. Andrés entonces hizo una predicción:”‘En 10 años vamos a estar aquí con nuestros hijos‘ y esto se ha convertido en una realidad, gracias”, dijo Lorena.

Lo emotivo del discurso de Lorena no le impidió sacar varias carcajadas, uno de esos momentos llegó cuando habló de su retiro.

“El problema en México es que la gente sigue culpándolo (a su esposo) por mi retiro, pero está bien, él puede manejar eso”.

No siempre Lorena estuvo preocupada por ganar un torneo, al menos no cuando tenía ocho años de edad.

“Cuando cumplí ocho años, mi papá me dijo que si calificaba para representar a México en el Campeonato del Mundo él me llevaría a California, pero la verdad es que yo sólo quería ir a Disney“, platicó.

Fueron cinco los nuevos miembros del recinto de los inmortales del golf, pero en el corazón de Lorena hay uno más, que también ayer fue inducido junto a ella: su coach, Rafael Alarcón.

“La primera cosa que me dijo fue ‘dile a tu familia y amigos, todos deben conocer tu sueño‘”.

“Todos juntos, con mis papás, formulamos un plan. La primera meta era obtener la beca en Estados Unidos y de ahí partir. Rafa, tú siempre has deseado lo mejor para mí, como mujer, como hija y ahora como esposa. Gracias por tu dedicación y amor y también a Adriana (su esposa) y a toda tu familia. Hoy, dos mexicanos llegamos al Salón de la Fama”, dijo emocionada.

La aventura de Lorena en todos estos años no podría haber sido posible sin sus padres Javier y Marcela, y dejando de lado el protocolo, ella les dedicó con la voz entrecortada unas palabras en español.

Papá y mamá, en español. Gracias por todo. Yo creo que hasta que te conviertes en papá te das cuenta lo difícil que es apoyar y estar ahí al 100 por ciento para tus hijos, acompañarlos, echarles porras, de estar junto con ellos y siempre quererlos y siempre decirles algo bonito“, expresó.

Lorena no pudo completar su discurso, se confundió con el orden de sus páginas y prefirió terminar, poniendo así punto final a la ceremonia, pero no a su carrera profesional, pues aún está pendiente su inducción al Salón de la FAMA de la LPGA.

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