De la clase de Jaime Escalante a una brillante carrera en aviación, esta latina abre brecha

Luz, a quien un consejero estudiantil trató de descorazonar cuando decidió estudiar ingeniería, tuvo la suerte de tener como profesor al legendario profesor boliviano quien le reafirmó que "podía ser lo que quisiera ser".


Hace muchos años, cuando Luz Virgen estaba en la preparatoria, su papá mudó a la familia desde México a los Estados Unidos para trabajar en el programa bracero. Eran seis hermanos y Luz era la del medio.

Años después, esa jovencita que no sabía el idioma y a quien un consejero de la escuela le dijo que “no apuntara tan alto” con sus intenciones de ir a la universidad, es una ingeniero estrella de la empresa de aeronáutica Boeing.

Pero mucho antes del éxito vinieron las inseguridades, las luchas y el trabajo duro. Luz cuenta que en un principio le costaba hablar inglés, aunque aprendió a leerlo y a escribirlo con mucha rapidez tras llegar a este país.

“Cuando en el salón me pedían que me levantara a leer algo tenía miedo a hablar, porque no lo hacía bien”, recuerda.

Era buena en matemáticas y ciencia. Y curiosa. Y le gustaba “arreglar cosas”.

Un día, cuando estaba en la secundaria, un consejero de la escuela le dijo que quizá sería bueno que “estudiara algo más fácil que ingeniería, incluso que sería mejor que no fuera a la universidad”.

Afortunadamente, hubo otros profesores que detectaron su talento y su deseo de superación.  Y fue así que Luz terminó en el salón de clases del afamado profesor Jaime Escalante, quien también era ingeniero y le dijo a la joven que ella “podía ser lo que quisiera”.

“Tuve mucha suerte de tenerlo como profesor”, cuenta Luz. “Yo le pregunté que si como mujer podía ser ingeniera, porque me di cuenta que era una profesión en la que dominaban los hombres. Y él me dijo que claro que sí, y que yo tenía la capacidad de serlo”.

Pero las mujeres, y mucho más las mujeres de minorías o inmigrantes, no eran lo común en la escuela de ingeniería de UC Santa Barbara, donde Luz fue a estudiar.

“Eran 350 estudiantes y solo tres mujeres: una japonesa, una de la India y yo. Además había un hombre afro y uno de origen mexicano. Al principio fue difícil, cada vez que había grupos de estudio, nadie quería estar con nosotros”, relata.

Luz estaba por graduarse cuando le ofrecieron un puesto en la compañía Douglas Aircraft en 1988, como ingeniera de fiabilidad (reliability engineer) luego de dejar un currículo en una feria de empleo.

Así empezó una brillante carrera en la que Luz se ha destacado por su efectividad y liderazgo en proyectos relacionados a la seguridad de los aviones de la empresa Boeing, que proporciona aeronaves a más de 300 aerolíneas del mundo.

Uno de sus recuerdos de los primeros tiempos en el mundo de la industria aérea, es que las mujeres generalmente eran las secretarias, no las ingenieras.

Es por eso quizá que una vez, al principio de su carrera, Luz se sorprendió al encontrar flores en su escritorio el día de las secretarias. O quizá también por qué, un día que daba una presentación sobre la seguridad de un avión y tomaba notas sobre otras presentaciones, otro ingeniero le pidió “una copia de las minutas”.

“Pensó que era la secretaria y las notas que estaba tomando eran mi trabajo“, dijo burlonamente. “Le contesté que no sabía que una secretaria podía pasar como ingeniera, ya que había dado una presentación como tal en esa reunión”.

Hoy en día, solo el currículo de Luz precisa de seis páginas completas a espacio simple para contar todos los estudios que ha continuado haciendo para mantenerse al día en su carrera, los puestos de importancia que ha ocupado y los premios recibidos.

Pero una de las cosas que más la satisface, es su trabajo como mentora y ejemplo para jóvenes, particularmente jóvenes latinos y latinas en particular.

Ya sea dentro de Boeing, como parte de la red de empleados hispanos, juez en ferias científicas o como oradora en escuelas intermedias y secundarias, Luz trabaja para inspirar a jóvenes latinos y especialmente latinas, para que entren a carreras como ingeniería.  

“Sé por experiencia que los jóvenes necesitan los modelos que quizá no tengan en su hogar”, dice.

Su principal consejo para los jóvenes: “Que pidan ayuda, que pidan apoyo, hoy en día hay muchas organizaciones no lucrativas que pueden ofrecer fondos, tutoría y respaldo para estudiar”.

Y el éxito en ingeniería no excluye el tener una vida familiar plena. Luz es casada y tiene cuatro hijos de 30, 28, 24 y 17 años.

Ella lo resume de esta manera: “Como Juan Escalante me dijo una vez: uno puede ser lo que quiere ser”.

Herencia latina y modelo a seguir

Luz no es de las inmigrantes que olvida su origen cuando avanza en su carrera.  El ser inmigrante y latina es algo primordial para esta ingeniera, que se ha interesado siempre por promover su cultura, organizar eventos del mes de la herencia hispana dentro de su empresa y ayudar a otros latinos y latinas a avanzar.

“No es fácil y yo lo sé muy bien, pero las cosas han mejorado y cada vez somos más mujeres y más minorías en carreras antes dominadas por otros grupos”

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