Camioneros de California y Nueva Jersey denuncian abusos laborales ante el Congreso
Están cansados de un salario modesto, beneficios inexistentes y peligrosas condiciones laborales
WASHINGTON- Cansados del robo salarial, beneficios inexistentes y peligrosas condiciones laborales, un grupo de camioneros de California y Nueva Jersey, y líderes sindicalistas de los Teamsters, exigieron este miércoles ante el Congreso medidas que corrijan “las condiciones de esclavitud” que miles de chóferes afrontan a diario en los puertos del país.
En declaraciones a La Opinión dos de los camioneros, la mexicana Guillermina Velázquez, de Long Beach, California, y el salvadoreño Carlos Orellana, de Nueva Jersey, explicaron que viajaron a Washington para ofrecer testimonios a los legisladores sobre los abusos que se registran en el sector desde hace muchos años y que, a su juicio, sólo “forran los bolsillos” de las grandes corporaciones.
“Es un trabajo duro, descuidas la familia, la casa. Vinimos a que se corrija esa mala clasificación de que somos ‘dueños operadores’, porque no lo somos”, dijo Velázquez, quien emigró de la ciudad de México a Long Beach hace 26 años.
“Las compañías típicamente pagan por carga, y si nos pagan $200 por carga, eso nos toma 6 a 8 horas. Terminamos trabajando 12 a 18 horas, no es un día normal, y es un trabajo peligroso, porque hacemos hasta 240 millas al día”, explicó Velázquez, de 45 años.
Gran parte del problema es que las compañías emplean a los camioneros como subcontratistas o “contratistas independientes” para no tener que darles beneficios, días de enfermedad, pensión, ni protecciones legales y laborales, además de que los obligan a alquilar los camiones y pagar seguro de su propio bolsillo.
Debido al arreglo laboral de “alquiler con opción a compra” del camión, una práctica común es que si un camionero gana $150 al día y tiene que pagar $140 por gastos asociados con el alquiler diario del camión –incluyendo combustible, reparación, y mantenimiento-, sólo le queda $10 como pago.
La clasificación errónea significa que los camioneros trabajan prácticamente en condiciones de esclavitud, con jornadas de 12 a 18 horas al día, seis días a la semana, con bajos salarios y ninguna cobertura médica.
Velázquez llegó a un extremo hartazgo en la compañía CMI, que la empleó durante 12 años, y renunció el año pasado. Ahora tiene un buen empleo con la empresa Hudd, pero quiere que su caso sirva como un llamado a la acción.
Las compañías, que también tienen cabilderos ante el Congreso para proteger sus intereses, obtienen jugosos contratos con grandes almacenes para transportar productos al consumidor, o con diversas entidades del gobierno federal, ya para transportar equipos militares o cargamentos del Servicio Nacional de Correos.
“No es un trabajo fácil ni seguro: recorren largas distancias, a veces bajo la lluvia o nieve, y con poco descanso”, aseguró Orellana.
“Yo dejé de trabajar porque empecé a tener problemas de espalda y no tengo seguro médico. Estoy viviendo de mis ahorros, me estoy aguantando hasta donde pueda, o si no tendré que viajar a El Salvador a atenderme… si me sucede algo grave, que Dios me agarre confesado”, dijo Orellana, de 56 años.
“Los camioneros hacemos un trabajo importante en la economía, y debemos ser tratados como empleados, no contratistas”, enfatizó Orellana, al señalar que un salario promedio para los camioneros es de $28,000 al año.
Una investigación de junio pasado del diario USA Today sonó las alarmas sobre los abusos de los empleadores contra los camioneros de los puertos, y ha servido de guía para diversas medidas legislativas.
La Oficina del Comisionado del Trabajo de California ha autorizado indemnizaciones a más de 400 chóferes de puertos superiores a los $40 millones por concepto de pagos retrasados debido a violaciones de las leyes laborales.
Además, tanto el Departamento de Desarrollo Económico de California como el Departamento del Trabajo en Nueva Jersey han otorgado a al menos 50 chóferes de puertos beneficios de desempleo y discapacidad que se les habían negado.
Pero, según el sindicato de los Teamsters, las condiciones de abuso continúan, y eso explica en parte por qué, en junio pasado, alrededor de un centenar de camioneros en Los Ángeles se declararon en huelga, su décimo quinta huelga desde 2013.
DOS MEDIDAS PALIATIVAS
Las visitas de los camioneros se produjeron en víspera de que los legisladores demócratas, Grace Napolitano, de California, y Jerrold Nadler, de Nueva York, presenten formalmente mañana sendas iniciativas, a las que tuvo acceso este diario y que establecen mecanismos para siquiera comenzar a fortalecer las protecciones laborales de los camioneros.
La primera medida, de Napolitano, se titula “Acta de Derechos de los Conductores de los Puertos de 2017”, y tiene el objetivo de corregir el creciente problema de bajos salarios y pésimas condiciones laborales de los camioneros que trabajan en los puertos del país.
Esa medida exige la creación de un grupo de trabajo compuesto por 15 expertos, entre líderes sindicalistas y de grupos de protección al consumidor, y abogados especializados en asuntos financieros, para evaluar la legalidad de los acuerdos de alquiler que suscriban los camioneros y su impacto salarial.
El grupo deberá entregar un informe en un plazo de un año con recomendaciones para reformar el sector.
La segunda, de Nadler, lleva el nombre de “Acta de Puertos Limpios”, y establece reglamentos para mejorar la calidad de aire de los 87 millones de estadounidenses que viven y trabajan en zonas portuarias.
Esa medida exige la puesta en marcha de reglamentos en instalaciones portuarias para reducir la contaminación ambiental, la congestión de tráfico, y mejoras a la seguridad vial.
POCA FE EN EL CONGRESO
Fred Potter, uno de los vicepresidentes del sindicato internacional de transportistas, Teamsters, y director de la division portuaria de esa agrupación, acompañó a los camioneros en sus visitas a los legisladores pero, según dijo a este diario, tiene poca fe en que el Congreso pueda en realidad corregir las injusticias del sector.
Potter considera que las medidas presentadas mañana “no corrigen el problema, pero son uno de varios pasos necesarios para conseguir justicia laboral para estos empleados”.
Para el sindicalista, el esquema actual es un “fallido modelo de negocios” porque somete a los camioneros a “condiciones casi de esclavitud”, y la prioridad de los Teamsters es organizarlos.
“No tienen nada de independientes, muchas veces estos conductores terminan debiéndole a la empresa que los contrata. Los empleadores claramente están violando las leyes que rigen los horarios y salarios, y queremos que el gobierno no solo haga cumplir las leyes sino que mejore las protecciones”, resumió Potter.