“La construcción de los prototipos del muro es parte del show del presidente” (VIDEO)

Culmina la construcción de los ocho modelos; organización proinmigrante dice que la falta de protestas en la zona es una estretegia de lucha

Los prototipos del muro que mandó a construir el presidente Donald Trump ya se terminaron de levantar. El último día para ello vencía hoy jueves; sin embargo, las ocho constructoras culminaron esta tarea días antes de la fecha límite.

Con rapidez lograron erigir paredes que además de servir como base para “proteger” la frontera sur, fungen como símbolo de la reestructuración migratoria que Trump prometió durante su campaña.

Y en el lapso de menos de 31 días de trabajo por parte de constructoras y su personal en el desierto de Otay Mesa, justo a un costado de la garita de Otay que protege la Patrulla Fronteriza (Customs Border Patrol-CBP), ni una organización se paró en la puerta del lugar para mostrar su oposición al proyecto.

“Todo esto —la construcción de estos prototipos— es parte del show del presidente [Trump]”, asegura a La Opinión Enrique Morones, director y fundador de la organización Ángeles de la Frontera (Border Angels).

Un “show” en el cual no quiso participar ni ésta ni ninguna otra organización.

Para levantar las paredes se utilizó hormigón, metal y concreto. / Foto: Joanna Jacobo

“Lo que [el presidente] quiere es que le hagamos caso para desviarnos de nuestras tareas promigrantes”, dice.

El tema del muro “es preocupante, primordialmente porque genera una atmósfera de división y surge a raíz de odio e ignorancia”, comparte Layla Razavi, directora de políticas del Centro de Políticas Migratorias de California.

Pero, su tarea —dice— no es ser parte de los juegos del presidente, sino “hacer la verdadera tarea”, que es desafiar las diferentes reformas y políticas que la administración de Trump intenta en contra de la comunidad migrante.

Previo a que comenzara la construcción de los prototipos, la CBP tomó las precauciones necesarias en caso de que se suscitaran protestas similares a las de Standing Rock, en Dakota del Norte. Pero a la fecha, de acuerdo a la entidad, no se ha dado ninguna.

“Construyamos puentes, no muros”. Ese era el slogan de solidaridad y fuerza que utilizaron políticos —sobre todo demócratas— cuando Trump surgió victorioso sobre Hillary Clinton en las elecciones de noviembre pasado.

Incluso cuando el republicano llegó a la Casa Blanca en enero, el mismo mensaje de oposición a la retórica antiinmigrante fue difundido, desde California a Nueva York.

Y a simple vista, lo que mostraba ser un sólido frente en contra de los planes del presidente, hoy ha quedado opacado con la ominosa presencia de las ocho paredes que yacen a un costado de la frontera con Tijuana, cada una de 30 pies de altura y variando entre uno a tres pies de grosor.

Pero Morones asegura que la falta de protesta por parte de organizaciones es meramente una táctica.

Según el activista, varias veces la Patrulla Fronteriza llegó a tocar su puerta, preguntando sobre manifestaciones que se darían en el sitio de Otay Mesa pero una y otra vez, Morones los despidió con la misma respuesta: “No habrá”.

“Entre más atención prestamos a este circo, menos atención le damos a los giros legislativos que implementa [Trump]”, critica Razavi.

Prototipos: fase dos

Tras un mes de trabajo por parte de varias empresas de construcción, hoy el sitio luce vacío, a la espera de un periodo de 30 días para que se asienten el concreto, metal y otros materiales utilizados para la construcción de cada pared.

En cuanto dé por terminado este periodo, comenzará la “fase dos”, el proceso de prueba de cada muro que podría durar entre 30 a 60 días. Después de esto se determinará qué pared —si es que alguna pasa la prueba definitiva— podría construirse a lo largo de las 1,900 millas de frontera entre EEUU y México.

“Aún se desconoce el proceso específico del examen, pero desde antes de construirse, cada empresa ya tenía clara las características de cada pared”, dijo el portavoz de laCBP, Theron Francisco.

La pared debe prevenir lo siguiente: que se escale, se perfore y se cave.

Estos son los tres métodos más comunes de fisurar las diferentes cercas que ya están erigidas en varias partes de la frontera sur. Según Francisco, en el año fiscal 2016, se registraron 550 rupturas de la pared fronteriza en San Diego, cuya actual estructura solo abarca 46 millas.

Según la CBP, aún no está claro si el presidente visitará el sitio de los prototipos, aunque se anticipa su llegada.

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