Dreamers exigen “Dream Act” y replican a Kelly: “no somos flojos”

Las autoridades de la Patrulla Fronteriza arrestaron a 25,980 inmigrantes indocumentados en la frontera, 3,227 eran niños no acompañados y 5,656 eran unidades familiares

WASHINGTON— En el marco de un día de acción nacional a favor del Dream Act, más de  500 activistas exigieron este miércoles que el Congreso apruebe la medida, y condenaron al jefe de Gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, por sugerir que algunos jóvenes indocumentados no se apuntaron al “DACA” de 2012 por “flojos”.

Los 500 activistas y Dreamers llenaron los bancos y pasillos de una iglesia luterana a pocos pasos del Capitolio, para exigir una medida “sin ataduras” que les permita legalizarse.

Más de una decena de activistas y legisladores demócratas ofrecieron testimonios sobre cómo el programa de “acción diferida” (DACA) de 2012 dio a cerca de 800,000 Dreamers la posibilidad de trabajar, estudiar, y alistarse en las Fuerzas Armadas, sin temor a la deportación.

Su foco de atención fue Kelly quien, durante una reunión ayer con legisladores en el Capitolio sugirió que, según ha escuchado, muchos jóvenes indocumentados no se inscribieron en DACA por miedo o porque “son unos flojos”.

Kelly dijo que el plan migratorio del presidente Donald Trump es “generoso” porque legalizaría a 1,8 millones de Dreamers y que, a su juicio, el mandatario es el “campeón” de los Dreamers.

“La diferencia entre (los que están amparados ahora, 690,000) y 1,8 millones son personas que, algunos dirían, tenían demasiado temor de inscribirse, otros dirían que fueron demasiado flojos para levantar el trasero, pero no se inscribieron”, dijo Kelly.

Kelly afirmó que Trump no firmará ninguna ley que no contenga los elementos de su plan que, no obstante, ha generado críticas en todo el espectro político.

Sus comentarios levantaron ampollas porque parecieron reforzar los falsos estereotipos de que los inmigrantes lo quieren todo servido. Kelly aparentemente ignora que muchos jóvenes no se inscribieron por el costo de unos $500 para los trámites, por la edad, o por miedo a quedar “fichados” ante el gobierno.

Tampoco ayuda que Trump ha mezclado en su retórica a inmigrantes criminales y a la pandilla “MS-13” para justificar un gasto de al menos $25,000 millones para su prometido muro fronterizo.

Pese a que Kelly y la Administración Trump han insistido en que los “Dreamers” no son prioridad de deportación, recientes arrestos de activistas “Dreamers” sólo confirman los temores de muchos jóvenes de que ellos también pueden caer en las redes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).

Quiénes son los verdaderos “flojos”

En la hacinada iglesia, los activistas y legisladores dieron numerosos ejemplos de inmigrantes que contribuyen a la economía y al tejido social del país, mientras cursan estudios para su superación.

Con la voz entrecortada, Misael García, un Dreamer mexicano de Baltimore (Maryland), dijo que acaba de renovar su permiso por su bebé de cuatro meses, y DACA es “la lucha más grande de su vida”.

“Esta pequeñita no me necesita sólo por dos años, me necesita por el resto de su vida. Haré todo lo posible por quedarme acá con ella y mi familia”, dijo García, sosteniendo una imagen de su bebé.

Quiero decirle al Congreso y al gobierno que no soy flojo. Los congresistas llevan años trabajando y aún no han podido corregir un sistema migratorio que sigue roto; ellos son los flojos”, afirmó García.

Apoyado por grupos como “United We Dream” y “GoodJobsNation”, Ady Barkan, un activista de California, arrancó ovaciones con un apasionado discurso sobre el “poder popular”, y arengó al público a luchar contra de la agenda “racista” de Trump.

Gustavo Torres,  director ejecutivo de “CASA de Maryland”,  atacó el estereotipo de “flojos” que también se ha usado contra los afroamericanos, y afirmó que es hora de decir “basta” al  mensaje de que “las minorías, los latinos, afroamericanos, musulmanes, no son bienvenidos en este país”.

El sacerdote Vidal Rivas, de Maryland, urgió al gobierno a que trate a los inmigrantes con “dignidad”, en vez de equipararlos con criminales y terroristas, para que EEUU siga siendo “ejemplo de democracia y progreso”.

Plazos en el Congreso

Cerca de un centenar de activistas visitaron oficinas de legisladores, y algunos se dejaron arrestar, al exigir un voto sobre el “Dream Act”, que presentaron en julio de 2017 los senadores Dick Durbin, demócrata por Illinois, y Lindsey Graham, republicano por Carolina del Sur.

Los activistas condenaron que el acuerdo presupuestario que anunció hoy el Senado para evitar un cierre del gobierno mañana, no incluya a los Dreamers, y prometieron que movilizarán a los votantes a las urnas el próximo 6 de noviembre en contra de quienes les den la espalda.

El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, prometió a los demócratas un vigoroso debate sobre inmigración si el Congreso no logra un acuerdo sobre “DACA”, y hoy afirmó que proceso “será justo para todos  los bandos”.

Trump desmanteló DACA y dio al Congreso hasta el próximo 5 de marzo para encontrar una solución consensuada, pero Kelly dijo que ni aconseja ni respalda que el mandatario amplíe ese plazo, porque eso restaría presión al Congreso para que actúe pronto.

El plan migratorio de Trump contiene cuatro “pilares” y ofrece una vía hacia la ciudadanía para 1,8 millones de “Dreamers”. A cambio, pide un muro fronterizo, un mayor combate a los inmigrantes indocumentados en la frontera y al interior del país, y una drástica reducción de la inmigración legal.

Pero los cambios en las visas de reunificación familiar –que los ultraconservadores llaman despectivamente “inmigración en cadena”- es uno de los puntos de mayor discordia en el Congreso, porque el plan prohibiría el patrocinio futuro de la residencia permanente o “green card” para padres, hermanos e hijos adultos.  Kelly insistió en que la Administración procesaría las cuatro millones de solicitudes ya en cola.

Los demócratas y republicanos aún no logran un consenso sobre qué medida someterán a voto para proteger a los “Dreamers”, mientras Trump insiste en que su plan sea el punto de partida.

Esta semana, los senadores John McCain, republicano por Arizona, y Chris Coons, demócrata por Delaware, presentaron una medida que se ciñe únicamente a corregir DACA y reforzar la seguridad fronteriza, dejando para después los demás temas del entramado migratorio.

La medida, hermanada a una en la Cámara de Representantes, es una oferta de “término medio” que lograría los 60 votos mínimos necesarios, porque el “Dream Act” no es del agrado de los conservadores y el plan de Trump es demasiado extremo para los demócratas, dijo Coons.

Crecen las colas para renovar DACA

Un fallo judicial del juez federal, William Alsup, exigió que la Administración Trump reactive “DACA” para la renovación de permisos, mientras se resuelve el litigio sobre la legalidad del programa en los tribunales.

La Administración Trump apeló el dictamen y espera que el Tribunal Supremo se pronuncie al respecto.

Mientras, la Oficina de Servicios de Inmigración y Ciudadanía (USCIS, en inglés) comenzó a aceptar la solicitudes de renovación.  En la actualidad, unos 690,000 jóvenes tienen DACA, y la cifra es inferior a la original porque muchos ajustaron su estatus, no renovaron los permisos o les fueron revocados.

Consultada por este diario, USCIS dijo hoy que no tiene datos disponibles sobre cuántos han iniciado trámites de renovación, pero confirmó que los están procesando.

Numerosas clínicas de ayuda legal en todo el país han registrado un aumento en la demanda de servicios para renovar DACA.

Según Jorge Mario Cabrera, portavoz del grupo angelino “CHIRLA”,  desde que Alsup abrió esta “ventanilla de oportunidad” el pasado 9 de enero,  su grupo ha completado 200 solicitudes, y en las últimas dos semanas ha atendido a entre 30 y 40 personas a diario, el doble de su capacidad.

“Los solicitantes empiezan a hacer fila desde muy temprano y a veces desde el día anterior para poder ser  los primeros. Muchos sacrifican el trabajo o la escuela para estar en fila, pero lo hacen porque necesitan DACA para seguir trabajando, pagar sus estudios o mantener a sus familia”, dijo.

Cabrera señaló que en 30 años de servicio comunitario, CHIRLA no ha visto a gente más trabajadora que los latinos, por lo que a Kelly “debería darle vergüenza expresarse de forma tan despectiva sobre una comunidad que apenas conoce”.

En paralelo a los “Dreamers”,  la líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi, habló durante más de 6 horas a favor del “Dream Act”, y el senador Durbin, también ofreció un discurso en el Senado.

Mientras, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) divulgó  las cifras de arrestos en la frontera del suroeste el mes pasado, y se sumó al reclamo de Trump de “cerrar los resquicios en las leyes migratorias” con una ley “pro-Estadounidense” que frene el paso de niños y familias inmigrantes indocumentados, y de organizaciones criminales trasnacionales como la “MS-13”.

En enero, las autoridades de la Patrulla Fronteriza arrestaron a 25,980 inmigrantes indocumentados en la frontera del suroeste. De éstos, 3,227 eran niños no acompañados y 5,656 eran unidades familiares. La cifra representa un descenso del 12% respecto a los 28,997 en diciembre pasado, una fluctuación normal para estas fechas.

En esta nota

Administración Trump Congreso Donald Trump dream act dreamers EEUU gobierno Inmigración Presupuesto
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain