Un skater de 16 años en el infierno de los presos políticos venezolanos

Dylan Canache cumple ya 66 días en las celdas del Servicio Bolivariano de Inteligencia

CARACAS.- Dylan Canache solo tenía 15 años cuando se enfundó con la bandera de Venezuela y se sumó a las protestas antigubernamentales de 2017. Tan pequeño como osado. En una de ellas se cruzó con el líder opositor Henrique Capriles y el video que se grabó en ese momento dio la vuelta a las redes sociales. El exgobernador retándolo para que anduviera con cuidado:

“Tú tienes 15 años, mosca [alerta] por ahí”, le sermoneó ante el evidente peligro de la represión, que acabó con la vida de más de 100 personas. Y el chico, envalentonado, dando consignas (“Nada de elecciones”) y dispuesto a encabezar la batalla (“Aquí nos vamos a atrincherar hasta amanecer”). La racionalidad de un dirigente político contra el desbocado torrente juvenil del chico, tan bajito que se escapaba del teléfono celular que grabó la secuencia.

Pasaron nueve meses escasamente y la vida de Dylan le dio la razón a algunos de los temores de Capriles: hoy cumple 66 días encerrado en un calabozo del Helicoide, la siniestra sede caraqueña del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin). Los agentes le tendieron una trampa el 14 de enero, usando a su amiga Betzaida Martínez, de 17 años, que también está encarcelada.

Si no estuviera en la cárcel, el adolescente apuraría los días que le faltan para que comiencen las vacaciones de Semana Santa en su colegio, el Cardenal Quintero, en el este de Caracas. También estaría dibujando, rapeando y, sobre todo, practicando el skate, su gran pasión desde más pequeño. En YouTube se han registrado capítulos de su pericia encima del skate, gracias a la cual ha conquistado varios premios.

El niño del video es Dylan Canache, tiene 66 días secuestrado en el SEBIN:

“Es un niño muy carismático, le gustan los deportes extremos”, lo describe su madre, Ana Figuera, que va todos los días al Helicoide para llevarle galletitas y jugo. Los agentes no le dejaron ver a su hijo ni una sola vez. “En el tribunal me dicen que tengo que esperar”, pese a la orden de libertad emitida hace 34 días.

En la sede del Sebin los bautizaron como el Grupo de los Diez, detenidos todos ellos en la Operación Guarimba.

Dylan comparte una celda de 10 metros cuadrados con otro menor, Andrés Aserraf, de 17 años. En el habitáculo, de “pésimas condiciones higiénicas, con poca iluminación y ventilación, sin agua potable, con ratas y cucarachas”, según la denuncia de organizaciones de derechos humanos, también permanecen Diego Gomes y Ender Jesús González, que cumplió los 18 allí mismo, sin ver la luz del sol desde enero. La misma rutina sufren el resto de sus compañeros, otros seis jóvenes mayores de edad. Están incomunicados y separados de las dos chicas, Betzaida y Elianys Rodríguez, de 16 años, también enrejadas en el Helicoide.

Los denunciantes aseguran que los detenidos han sufrido malos tratos psicológicos y físicos, como golpes con pistolas y tablas de madera en la cabeza, además de cortarles el cabello. “Varios reclusos también han presentado problemas de salud”, pormenoriza la ong Operación Libertad Internacional, que ha lanzado una alerta mundial ante los abusos y arbitrariedades que rodean el caso de Dylan.

A través del Foro Penal, una ONG que denuncia este tipo de casos, su madre envió un mensaje solicitando su liberación:

Más que dudas o interrogantes, el caso de Dylan está lleno de certezas. ¿Qué hace un menor de edad en una celda de presos políticos? ¿Por qué comparte reclusión con mayores de edad? ¿De qué se le acusa? ¿Por qué han transcurrido 34 días desde que le dieron la boleta de libertad y aún así permanece encarcelado?

Técnicamente son 30 personas que cuentan con la boleta de libertad en Venezuela, 18 de ellas en el Helicoide, pero siguen en prisión, por lo que el Foro Penal no los ha incluido en la lista de 241 presos políticos remitida esta semana a la OEA. Pero realmente lo son, por lo menos hasta que les devuelvan la libertad. El Sebin incumple de forma reiterada las órdenes de los jueces y hay varios casos emblemáticos que lo confirman, como sucede con los dos policías de Chacao, prisioneros desde 2016.

¿Qué busca la revolución con esta política represiva? “El efecto intimidatorio”, sostiene Alfredo Romero, director ejecutivo del Foro Penal. “Intimidar a la población”, insiste, encarcelando y persiguiendo a diputados, dirigentes opositores, militares, estudiantes, tuiteros y hasta menores de edad, a quienes están violando por multiplicado sus derechos. Nadie parece a salvo en esta Venezuela.

Por: Daniel Lozano/La Nación


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