Ibrahimovic tiene debut de ensueño en la MLS con doblete y golazos

Zlatan Ibrahimovic dijo en su presentación el viernes que no era arrogante sino confiado, y que no venía a tratar de ganar, sino a ganar.

Bueno, el primer acto no sólo fue brillante; el sueco hizo historia y firmó una página dorada en las más de dos décadas de fútbol de la MLS.

Ibrahimovic anotó dos goles -el primero de ellos impresionante y el segundo en el minuto 90- tras ingresar para los 20 minutos finales, y el Galaxy remontó tres goles de desventaja para vencer 4-3 al LAFC, que no podía creer lo que había sucedido.

El nuevo derbi angelino no tardó mucho en calentarse. El debutante equipo de la MLS se fue al ataque desde el primer minuto y con un golazo de Carlos Vela se adelantó al quinto minuto de historia de esta rivalidad automática.

Vela, regresando de jugar con el Tri en la Fecha FIFA, tomó un balón perdido por la defensa del equipo galáctico cerca de su área y tras cortar hacia adentro pateo con efecto a segundo poste para poner la pelota en el ángulo. Una pincelada que confirma la acertada contratación del LAFC.

Vela celebró con sus compañeros a pocos metros de Zlatan Ibrahimovic, sentado en el banquillo del Galaxy. El sueco apenas llegó el jueves para empezar un nuevo episodio en su carrera.

Fue el segundo gol de Vela en la MLS tras haber anotado hace tres semanas en Salt Lake City (el LAFC tuvo libres las anteriores dos semanas).

Mientras el Galaxy, que trata de volver a la vida tras haber tenido en 2017 la peor temporada de su historia, seguía aletargado en el partido iniciado al inusual horario de mediodía, su nuevo vecino lo mandó a la lona con el segundo tanto de Vela al minuto 26.

Fue un contragolpe del costarricense Marco Ureña por la banda derecha, donde se les escapó a dos defensores para luego encontrar en el área al uruguayo Diego Rossi, quien prolongó a Vela de frente al portero David Bingham. El mexicano pisó el balón alrededor del arquero, dio una vuelta de 360 grados y tiró bombeado de derecha por encima de dos defensores. La pelota golpeó el travesaño y luego cayó por dentro de la línea de gol para hacer explotar a los aficionados del cuadro visitante, que en buen número llegaron al StubHub Center.

Después del gol, el LAFC jugo un poco más reservado y el Galaxy atacó más, pero le costó trabajo encontrar a sus delanteros. No tuvieron los blancos un solo tiro a puerta hasta el segundo tiempo.

Los aficionados que llenaron el estadio se estaban acomodando para la segunda parte cuando cayó el 0-3 (46’) en otro contragolpe del tico Ureña, que genera mucho peligro. Tras desbordar hasta línea de fondo busco a un Vela sin marca esperando sólo para empujar a las redes, pero la diagonal fue desviada por el defensa Daniel Steres y se fue al fondo del arco.

La nueva rivalidad iba a estar marcada por la humillación.

Pero el Galaxy, sin hacer mucho, se puso en el marcador gracias a un exceso de confianza de sus rivales. Pasándose el balón cerca de su área al cántico de “Ole” de sus fans, un pase fue perdido y el argentino Sebastián Lletget fusiló al portero Tyler Miller con derechazo al minuto 61.

El estadio hizo explosión a los 70 minutos cuando Ibrahimovic pisó la cancha. Un minuto después tuvo su primera oportunidad en un contragolpe, no pudo escaparse el gigante, pero en la continuación de la jugada hubo un centro que Chris Pontius remató de cabeza sobre la defensa para poner el juego 2-3.

Y entonces vino la locura.

Poco después de un foul cometido por “Ibra” sobre Vela en una colisión de estrellas, emergió el mal genio del sueco al patear la pelota sobre el cuerpo caído del mexicano, quien se molestó. Algo se dijeron y hubo ojos de pistola.

Y luego apareció el buen genio de Zlatan. Se encontró un balón botando a tres cuartos de cancha y con el portero adelantado -su especialidad-. El derechazo de unos 40 metros fue un rayo preciso sobre Miller para empatar a los 76’ con un momento de oro de la MLS.

El LAFC, muy descompuesto a esta altura del partido, se las arregló para crear dos oportunidades de gol: un tiro al poste de Urena y un disparo apenas desviado del debutante colombiano Eduard Atuesta.

Pero el show de Ibrahimovic no estaba completo.

Era el último minuto de tiempo regular cuando el sueco venció la salida del portero Miller en un centro por izquierda para enviar a las redes. El estadio se caía y la era de Zlatan en Carson había tenido el perfecto inicio con dos grandes goles y una voltereta imposible.