La Union F.C. es un clásico

Cada sábado desde noviembre a marzo, decenas de niños se reúnen a jugar fútbol con la Unión F.C. en una escuela primaria en East Harlem. En la mayoría, estos jóvenes son centroamericanos no acompañados o refugiados que llegaron a los Estados Unidos en busca de protección de violencia comunitaria y familiar. Muchos de ellos se encuentran en proceso de deportación en una corte de inmigración en Nueva York. Por cuatro horas cada fin de semana, dejan afuera del campo todo el dolor y sufrimiento que han vivido a sus cortas vidas, para entrar al campo de juego donde se convierten en lo que son: niños y jóvenes con sueños y aspiraciones en la vida.

En el 2014, Caridades Católicas, como proveedor de servicios legales para inmigrantes, vio una parte de la ola de los casi 70,000 niños sin acompañante que llegaron a los Estados Unidos. En respuesta, se creó la Unión F.C. para proveer servicios de fútbol gratuitos a estos menores. Gracias a la ayuda de la US Soccer Foundation, los jóvenes de la Unión F.C. aprenden lo que sus gobiernos fallaron a enseñarles: ser líderes, miembros productivos de la sociedad, y jugar un papel importante en el desarrollo de la comunidad. En la cancha encuentran el sentido de pertenecer a algo más grande, a la familia de futboleros y futboleras en el mundo.

Allí mismo, en la cancha de madera de basketball de una escuela de East Harlem donde juega La Unión F.C., los muchachos olvidan la violencia y el sufrimiento que los obligaron a huir de sus países de origen. Olvidan también un sistema de inmigración, muchas veces injusto, que los obliga a justificar sus tentativas de buscar una vida sin temor a jugar afuera con sus amigos. El enemigo es el equipo contrario y se gana metiendo goles.

El resultado del juego depende del trabajo en equipo y en sus habilidades como futbolistas. Saben que si pierden el partido, siempre hay una revancha en el siguiente juego. Es algo muy diferente a la realidad que viven en la corte de inmigración, donde perder el caso significa la deportación e incluso la muerte. En el campo de juego cada posición y jugador tiene un valor y lo que contribuyen ayudará a ganar el partido.

Para estos niños, la Unión F.C. es más que un equipo de fútbol. Es un santuario.

Elvis Callejas García es un Consejero de Migración con el Programa de Menores No Acompañados, Servicios para Refugiados e Inmigrantes de Caridades Católicas de Nueva York. Es el creador y entrenador de La Unión F.C.

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Caridades Católicas futbol menores no acompañados

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