La generosidad es beneficiosa para el cerebro

Hay una conexión entre generosidad y felicidad

Extender nuestro corazón para ayudar a otros siempre nos hace sentir bien. Cuando ofrecemos nuestro tiempo y nuestros recursos ya sea a través de donaciones, trabajo voluntario, u obras de caridad sentimos alegría y contribuimos de manera positiva al futuro de la sociedad en la que vivimos.  Pero la generosidad y la compasión no son simplemente buenos sentimientos, nuevos reportes científicos coinciden en sus efectos positivos en el cerebro.

Un estudio de la Universidad de Zurich,  Suiza, (https://www.nature.com/articles/ncomms15964.pdf) encontró evidencia de la conexión entre generosidad y felicidad. Pero para que un individuo pueda alcanzar su felicidad a través de comportamientos generosos, las regiones del cerebro involucradas en empatía y cognición social deben superponerse a las regiones del cerebro relacionadas a los sentimientos de egoísmo y recompensa personal.

El estudio suizo ofreció $100 dólares a 50 personas. El primer grupo optó por darle el dinero a otros, mientras que el segundo grupo se quedó con el dinero. Los investigadores escanearon sus cerebros para medir la actividad de las tres regiones del cerebro relacionadas a la generosidad, felicidad, poder de decisión y comportamiento social. Aquellos que donaron su dinero mostraron mayores niveles de felicidad que quienes se lo quedaron.

Philippe Tobler, autor líder del reporte, también destacó que la cantidad de la donación no influía en los efectos de felicidad. Esto es, incluso un acto pequeño de generosidad, como ofrecer llevarle almuerzo a un compañero de trabajo, actúa positivamente en el cerebro.

Otros estudios coincidieron en los hallazgos de que las personas que hacen de la generosidad un hábito regular muestran mayores niveles de bienestar y felicidad. Entre personas de la tercera edad, la generosidad está relacionada con una mejor salud y puede ser tan efectiva como el ejercicio físico o la medicina. Tobler destacó la relación entre ayudar a otros y una mayor expectativa de vida, debido a que este comportamiento ayuda a reducir el estrés.

Considera ofrecerte como voluntario para una causa que consideres importante.

Según información del doctor John Whyte de AARP (aarp.org), numerosos estudios científicos han encontrado que la materia gris del cerebro es más densa en las personas que son más generosas. ¿Es la materia gris más densa la que determina que el individuo sea más generoso, o al ser más generoso, aumenta la materia gris? Según el experto, el hábito regular de generosidad puede aumentar la materia gris del cerebro.

Al mismo tiempo, cuando una persona realiza actos de generosidad, se iluminan otras regiones del cerebro relacionadas al placer y el bienestar, que también se iluminan cuando por ejemplo nos enamoramos o cuando comemos chocolate. Whyte también indicó que los actos de generosidad estimulan la producción de químicos como la dopamina y la noradrenalina

Más allá de estudios y reportes científicos, cada vez que elegimos ayudar al prójimo estamos contribuyendo a un mundo mejor. El sólo hecho de saber que tenemos el poder de hacer una diferencia, es motivo suficiente para sentirse bien.

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