Letras: ¿ACADEMIAS A MÍ?

Todos los años, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Beverly Hills, California, otorga los premios Oscar a las mejores producciones y actuaciones. Probablemente, cuando alguien menciona el término ‘academia’ en Estados Unidos, es aquella en la que piensa el público. Pero hay muchas otras, aquí y en el resto del mundo. Hay academias de música, de cocina, de modelaje, de bellas artes, de ciencia, de mil y una actividades. Si apelamos a un buscador, encontraremos academias de cacao, de diabetes, de fútbol, hasta de ocultismo. En fin, hay academias para todo.

El Diccionario de la Lengua Española dice que ‘academia’ es una sociedad científica, literaria o artística establecida con autoridad pública, y por supuesto, entre sus ocho acepciones no podía faltar la mención a la escuela filosófica fundada por Platón, a la que se conoce sencillamente como “la Academia”.

Los principales idiomas latinos tienen sus academias de la lengua oficiales: la Academia de Letras de Italia se fundó en 1609, la Academia Francesa nació en 1634, y la Real Academia Española data de 1703. El idioma inglés, por el contrario no tiene una sola academia oficial como aquellas.

¿Para qué sirve una academia? ¿Acaso los españoles nos van a enseñar a los hispanoamericanos cómo hablar y escribir? Nada de eso. En primer lugar, al igual que los expertos en cualquier disciplina se unen en sus respectivas academias para promover su actividad, los expertos en la lengua _lingüistas, lexicógrafos, escritores_ se reúnen en academias para promover la suya, y ponen su experiencia a servicio de la comunidad que comparte su idioma. Además, desde hace más de dos décadas todas las academias del español están reunidas en una Asociación de Academias de la Lengua (ASALE), y todas las obras académicas (Diccionario, Gramática, Ortografía y demás) son producto de las 23 academias.

Además de España, hay academias en todos los países hispanohablantes de América, en Asia (Filipinas), en África (Guinea Ecuatorial) y en Estados Unidos, donde funciona la Academia Norteamericana de la Lengua Española (anle.us), con sede en Nueva York. Su misión es preservar el uso de la lengua española y procurar que el español de los hispanounidenses contribuya al fortalecimiento de un bilingüismo auténtico. ¿Y sabe algo más? Desde hace aproximadamente una década, la Academia Norteamericana ha sido reconocida, por convenio, como la máxima autoridad en el idioma español para la redacción correcta de las informaciones del gobierno estadounidense en sus páginas oficiales en ese idioma.

Jorge Ignacio Covarrubias es secretario general de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE)