Tensión por próximo voto para regular taxis que operan con aplicaciones
Concejo rechaza propuesta de creación de un fondo para taxistas
Auto que da servicio de Uber. Crédito: Mariela Lombard
La crisis entre los servicios de vehículos alquilados a través de aplicaciones como Uber y el Concejo Municipal sigue aumentando, luego de que se anunciara que la Ciudad está considerando una propuesta para congelar el registro de nuevos vehículos de este tipo mientras estudian el impacto de los servicios.
La votación, que se espera sea la próxima semana, llega en medio del rechazo del Concejo a una propuesta presentada por Uber, lyft y Via, en la que pretendían crear un fondo de $100 millones durante los próximos cinco años para ayudar a los conductores de taxis amarillos.
Según la propuesta, las empresas contribuirían con $20 millones anuales que irían a un fondo administrado por una organización sin ánimo de lucro, sin embargo, criticos aseguran que la idea era solo “una forma de aguantar lo inevitable”.
Carlos Pacheco, residente de Queens, y quien fue conductor de taxis por 20 años, desde que llegó de Venezuela, aseguró que, “pese a que estos servicios son necesarios en zonas donde no hay buen transporte público, ellos deben tener más regulaciones porque hay demasiados”.
La situación parece complicarse a medida que pasan los meses y es que la batalla entre estas empresas y los taxistas está en manos del Concejo. El concejal Stephen Levin aseguró que cada mes se agregan 2.000 vehículos nuevos a las calles, y que esto viene saturando el mercado y dificultando la vida e los conductores.
“La industria de Taxi ha tenido topes en los vehículos por más de 70 años; es hora de que traigamos un poco de equilibrio al sistema y enfrentemos los intereses privados que inundan nuestras calles con más vehículos”, indicó Levin. “Solo en los últimos años, el número de vehículos con licencia TLC casi se ha duplicado, de 74,000 en 2014 a 130,000 vehículos en la actualidad”.
Además de las decenas de protestas por parte del gremio de taxistas, el suicidio de seis conductores de vehículos amarillos ha despertado el interés y la preocupación de la Ciudad.
