Activistas se apoyan en “factor Trump” para movilizar a hispanos a las urnas en noviembre

El reto para los demócratas será traducir el descontento con el presidente en votos reales en las urnas

WASHINGTON ? A poco más de dos meses de los comicios legislativos,  tanto demócratas como republicanos redoblan los esfuerzos para movilizar a sus bases, mientras las encuestas apuntan a que los votantes demócratas, en particular, tienen en la Administración Trump su mayor motivación para ir a las urnas en noviembre próximo.

El reto para ambos partidos, claro está, es cultivar el voto de los latinos, que tradicionalmente tienen una menor tasa de participación en los llamados comicios de “mitad de término”, es decir en los comicios que definen el control del Congreso entre cada elección presidencial.

La tradición dicta que el partido gobernante suele perder escaños en el Congreso y, desde al menos la Segunda Guerra Mundial, el partido del presidente de turno ha perdido en promedio 29 escaños en su primer mandato. Este año, las encuestas y los datos de empadronamiento auguran una difícil tarea para los republicanos.

Quieren una “ola azul”

En la actualidad, las encuestas apuntan a que el presidente Donald Trump registra una baja tasa de aprobación ?sólo sus más férreos partidarios lo siguen apoyando-, y es un factor que los demócratas quieren aprovechar para aumentar sus arcas electorales y así generar una “ola azul” que pueda teñir el mapa política en Estados Unidos.

El Comité de Campañas Demócratas del Congreso (DCCC) lanzó hoy dos anuncios en inglés y español en contra de los republicanos Carlos Curbelo, en Florida, y Jeff Denham, en California, destacando sus “falsas promesas” por proteger el cuidado de salud.

Los demócratas necesitan 23 escaños para recuperar el control de la Cámara de Representantes. También necesitan dos adicionales para ganar el control del Senado, pero allí afronta una lucha cuesta arriba porque también tienen que defender 26 escaños.

Las primarias de este año han dado fe del entusiasmo entre los votantes demócratas. De hecho, la participación republicana en  las urnas bajó respecto a 2014 en 29 de 35 estados.

Según datos oficiales, la participación demócrata en Texas, por ejemplo, aumentó un 88%, en comparación con un 16% entre republicanos. Mientras, en California, el aumento entre los demócratas fue del 82% frente al 46% entre los votantes republicanos, y en Nueva Jersey fue del 89% entre los demócratas contra el 43% entre los republicanos.

La polarización política dentro y fuera de Washington sin duda ha adquirido un mayor protagonismo este año: en la contienda por el escaño de Texas en el Senado, el legislador demócrata, Beto O´Rourke ha logrado reducir la brecha con el senador republicano, Ted Cruz.

En el área metropolitana de Houston (Texas), por ejemplo, los jóvenes y en particular las mujeres, ha habido un mayor interés en el proceso de empadronamiento.

En entrevista telefónica con este diario, Ben Monterroso, director ejecutivo de “Mi Familia Vota”,  dijo que, en comparación con otros años con elecciones legislativas,  su equipo ha palpado sobre el terreno el interés de los latinos en los comicios del próximo 6 de noviembre,  que definirán el control del Congreso.

Sólo en el estado de Florida, activistas de “Mi Familia Vota” inscribieron en 2016 a unos 30,000 votantes nuevos. Ahora, ya llevan 25,000 votantes nuevos y faltan todavía siete semanas, según Monterroso. Desde 2012, su grupo ha inscrito a 100,000 en la zona central de Florida.

“Estamos viendo mucho interés y tenemos que motivarlos a que salgan a las urnas, porque si algo ha quedado claro es que la política tiene consecuencias. Queremos que ese interés y esa intención de votar se traduzca en votos reales”, explicó Monterroso.

“Nuestra labor no estará completa hasta el cierre de urnas el 6 de noviembre. Vemos cómo los estados de Arizona y Texas ahora están en juego, algo impensable antes, y toda campaña, los partidos y los candidatos tienen que saber que no pueden dar por hecho el voto hispano”, enfatizó.

“Factor Trump”

Según Monterroso, los votantes latinos han encontrado en el “factor Trump” su mayor motivación para emitir el voto, tomando en cuenta que el presidente Donald Trump no ha frenado su retórica y políticas que, a su juicio, perjudican a los latinos y a los inmigrantes en general.

“Los latinos ven el trato hacia los inmigrantes, y cómo ni los ciudadanos están a salvo cuando ven el trato hacia los puertorriqueños. Pero también hay otros factores que los motiva, como son el acceso al cuidado de salud, la protección del medioambiente, y la seguridad en las escuelas”, observó.

Por su parte, la coalición cívica “Respeta Mi Gente”, lanzada la semana pasada, hace lo propio por movilizar el voto de los puertorriqueños y, a largo plazo, cimentar su creciente poder político en Florida, que este año se perfila como un estado definitorio.

Marcos Vilar, presidente de “Alianza para el Progreso”, uno de los grupos de la coalición, explicó que la campaña de inscripción de votantes da seguimiento a una similar en 2016, pero en esta ocasión pondrá el énfasis la “enorme negligencia”  y lenta respuesta del gobierno federal a las familias puertorriqueñas desplazadas por el huracán “María” en septiembre de 2017 y las necesidades para la reconstrucción de la isla.

“El voto puertorriqueño en Florida es un voto tanto para la comunidad entera como aquellos en la isla que no tienen voz ni voto. Las elecciones en noviembre serán una oportunidad para destacar el creciente poder de la comunidad puertorriqueña en Florida”, subrayó Vilar.

El plazo para empadronarse en Florida es el próximo 9 de octubre, para poder votar en noviembre, y la coalición ha programado numerosos actos comunitarios y campañas de registro de votantes en ese estado.

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