¿Inmigrante? si, ¿Vulnerable? la ciudad le recuerda que no

El Departamento de Consumidores recuerda en el mes de la Herencia Hispana que protege de fraude y abuso a quien tenga una queja en NYC

Lorelei Salas, Comisionada del departamento de Asuntos del Consumidor. Mujeres en City Hall.

Lorelei Salas, Comisionada del departamento de Asuntos del Consumidor. Mujeres en City Hall. Crédito: Mariela Lombard | El Diario NY

Lorelei Salas dejó su natal Perú cuando tenía 19 años y dice que entiende que muchos latinos desconfíen de sus gobiernos como instituciones que les pueden tender una mano. La corrupción que se ha vivido en muchos países ha dejado marcas en muchas historias familiares y eso elimina la confianza en las autoridades públicas.

No obstante, y en el Mes de la Herencia Hispana, Salas, comisionada del Departamento de Asuntos del Consumidor (DCA), quiere asegurar que aunque entiende que las comunidades inmigrantes son vulnerables, y más con el actual clima político del país en el que se están reforzando políticas antiinmigrantes a nivel federal, las autoridades municipales, y en concreto su oficina está trabajando para ofrecer “una mano para ayudar” a los consumidores latinos. Inmigrantes o no. Documentados o no.

Lo que se quiere es que los inmigrantes no sean vulnerables ante los posibles fraudes en servicios y empleo.

La DCA tiene jurisdicción sobre una serie de servicios como los de inmigración, ventas de carros de segunda mano o cobros de deudas, que afectan de lleno a la población latina. De hecho, muchas de sus actuaciones más serias se han dirigido a proteger contra el fraude en estas tres áreas a consumidores de esta comunidad. “Tenemos muchas denuncias por fraude por las visas de 10 años”.

En una entrevista telefónica con Salas, la comisionada explica que cuando reciben quejas de consumidores o denuncias de presuntos fraudes en las actividades que regulan “no se pregunta a las personas de dónde vienen o cuál es su estatus migratorio”. “Como es una información que no recogemos es una información que no tenemos que dar a conocer a nadie y no nos preguntan por ella”, afirma.

Para presentar una queja se puede llamar al 311 o se puede rellenar alguno de los impresos que existen para ello y se encuentran en la página en la red de este departamento en varios idiomas.

La comisionada detalla que cuando se hace una denuncia y alguien debido a su estatus migratorio declara verse perseguido, amenazado o en riesgo como represalias por parte de un empleador o alguien que quiera aprovecharse de ellos “no tenemos tolerancia con ello”. En esos casos, se aceleran la investigaciones.

Salas dice que para explicar a los consumidores cómo usar los servicios de este departamento se han reunido sobre el terreno con muchas organizaciones comunitarias a las que transmiten el mensaje. “Vamos a los barrios y en esas organizaciones también recogemos las quejas”. Además se organizan eventos sobre distintos aspectos de consumo en todos los condados de la ciudad. En 2018 solo se han celebrado casi una centena de eventos dirigidos específicamente a la comunidad inmigrante.

Por otro lado, el personal con diversa base cultural de este departamento puede atender en varios idiomas.

Su departamento está encargado de hacer seguimiento también las prácticas laborales y han avanzado reglamentos, entre otras cosas, para permitir que los trabajadores puedan tener horarios de trabajo que les permita organizarse y para que los freelancers tengan seguridad en su empleo y sus retribuciones. “Cuando llevamos casos de personas que han sufrido abusos como consumidores o trabajadores tratamos de no mostrar prematuramente las identidades y mantenerlas en la medida de lo posible anónimas. Son los John Doe o Jane Doe (los nombres ficticios que típicamente se usan para mantener el anonimato)”, explica Salas.

“Esperamos construir la confianza de la comunidad inmigrante”, declara la comisionada poco antes de decir que hay “más trabajo que hacer y hay que seguir avanzando”.

Los 10 consejos básicos para el consumidor

  1. Revise el historial de quejas y la condición de licencia del negocio o servicio.
  2. Sepa cuál es la política de reembolso, devoluciones o limitación de usos de tarjetas. Ambas condiciones tienen que ser públicas.
  3. Busque los precios que deben ser públicos.
  4. Pida y guarde recibos
  5. Redoble su atención ante las estafas. La regla de oro es que lo que es demasiado bonito para ser verdad, no es verdad.
  6. Busque el sello de DCA en balanzas, bombas de gasolina, camiones de reparto de combustible para calefacción. Eso es que su funcionamiento está verificado
  7. Proteja su identidad
  8. Investigue, negocie y revise los contratos con atención.
  9. Enfrente sus deudas y controle sus finanzas, los centros de empoderamiento financiero le ayudan gratis (311)
  10. Si el comercio o servicio no le resuelve un problema: quéjese ante la ciudad (311 o nyc.gov/consumers)

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