Empleada doméstica acusa a sobrino de ex presidente de EEUU por explotación laboral en NYC

Philip Bobbitt ha sido bautizado "el cerebro de los presidentes" por asesorar a Carter, Bush padre y Clinton

El demandado es un prominente abogado de 70 años

El demandado es un prominente abogado de 70 años  Crédito: www.law.columbia.edu

Philip Bobbitt, profesor de Derecho en la Universidad de Columbia y sobrino del fallecido ex presidente Lyndon Baines Johnson (1963-1969), está siendo demandado en un tribunal federal por la empleada doméstica Sophia Samuels, alegando explotación laboral.

Bobbitt ha asesorado a tres presidentes de Estado Unidos y vivió en la Casa Blanca unos meses en 1964 durante la presidencia de su tío, destacó New York Post.

La demandante es un ama de llaves que supuestamente fue mal pagada por Bobbitt. Samuels dice que sólo recibía $500 dólares por jornadas semanales de 80 horas de trabajo. 

La madre del demandado era hermana del presidente Johnson. The Independent una vez describió a Bobbitt (70) como “el cerebro de los presidentes” por asesorar a Jimmy Carter, George H.W. Bush y Bill Clinton.

“Las acusaciones no son precisas. Si las acusaciones fueran ciertas, sería una persona miserable y un empleador pobre”, dijo a la prensa. “Sophia Samuels es una persona encantadora, inteligente, trabajadora y muy capaz. Estuvimos encantados de emplearla durante muchos meses”.

“Es el epítome de la hipocresía”, refutó la abogada de Samuels (45), Ari Panagopoulou. “Uno pensaría que un profesor de derecho constitucional conocería y respetaría la ley, especialmente uno que supuestamente defiende a los oprimidos y desvalidos”.

Samuels, madre de tres hijos, comenzó a trabajar para Bobbitt y su esposa Maya Ondalikoglu, también abogada y original de Turquía, como ama de llaves y “niñera de facto” para sus dos niños pequeños, en marzo de 2016.

Hasta agosto de 2016 se le pagó un “salario fijo” de $500 dólares por semana, “independientemente de la cantidad de horas que trabajó”.

Samuels trabajaba en el lujoso apartamento de los Bobbitts en el piso 15 de River House, en Midtown East, NYC. Como parte de sus deberes los acompañó en vacaciones familiares en Europa y Estados Unidos. Sin embargo, “estuvo sujeta a largas jornadas de trabajo, de 75 a 80 horas por semana”, porque “los niños requerían una supervisión constante”, según los documentos judiciales.

Además debía cocinar, planchar, lavar la ropa y pasear al perro, incluso los fines de semana, dice la demanda.

Cuando Maya Bobbitt esperaba a su tercer hijo en octubre de 2018, Samuels se sintió frustrada de que la familia esperara que trabajara aún más horas sin un pago adicional. Para ese momento su salario era de $725 dólares a la semana, sin pago por horas extras.

“Después de preguntar repetidamente (…) no tuvo más remedio que irse”, dijo su abogada. Y al dar su aviso de dos semanas en diciembre pasado, la empleada dice que le exigieron mucho más en el empleo.

La demanda de la corte federal de Manhattan afirma que los Bobbitts violaron la Ley federal de normas laborales justas y la Ley laboral de Nueva York.

En 2012 la boda de los los Bobbitts fue oficiada por Elena Kagan, jueza de la Corte Suprema.

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