Jóvenes hispanos aprenden sobre democracia para ser agentes de cambio

Con el programa de la organización Generation Citizen, que trabaja en 40 escuelas de comunidades marginadas, adolescentes entienden la importancia de herramientas cívicas para liderar proyectos de impacto en sus comunidades

Generation Citizen 
Denora Getachew con alumno Jayden Lopez e instructora Karla Modesto (camisa rosada) - Instruyen a estudiantes de colegios a ser mas conscientes en las actividades civicas y las politicas.

Generation Citizen Denora Getachew con alumno Jayden Lopez e instructora Karla Modesto (camisa rosada) - Instruyen a estudiantes de colegios a ser mas conscientes en las actividades civicas y las politicas. Crédito: Mariela Lombard | El Diario NY

Al mirar hacia atrás, Jayden López, estudiante de último año de secundaria, asegura que en junio del 2017 era un joven al que no le interesaban mucho los asuntos de su comunidad. Se la pasaba la mayor parte del tiempo entre su escuela, sus amigos y de vez en cuando jugar videojuegos. “La verdad no hacía nada. Era una vida muy distinta”, confiesa el jovencito.

Hoy, con 18 años cumplidos, el chico de origen puertorriqueño y estudiante de la escuela Belmont Preparatory, en El Bronx, asegura que todavía se divierte con videojuegos, pero su visión sobre la vida dio un vuelco de 180 grados. Ahora Jayden le da valor a los asuntos políticos, entiende que hay herramientas cívicas para promover proyectos y defender derechos. Se convirtió en un líder y en agente de cambio, gracias al programa de educación en democracia de la organización Generation Citizen.

“Yo he cambiado completamente. Mi idea sobre política, y sobre la importancia de estar envuelto en esos asuntos ha cambiado en general mi manera de ver las cosas. Al principio cuando llegaron los de Generation Citizen a la escuela, yo pensé, ‘ay, Dios mío, cuando se irán’. Pero después entendí que su currículo es activo y sirve para promover resultados”, confiesa el joven boricua, quien luego de recibir el entrenamiento en democracia, promovió junto a otros compañeros de clase un proyecto para que Albany pasara una ley para que ciudadanos de 17 años pudieran registrarse para futuras elecciones.

“Para mi clase fue una experiencia que nos cambió la vida. A nivel personal me ayudo a enfocarme más y notamos los resultados que se pueden lograr presionando a los políticos con llamadas y acciones”, agrega el joven, quien aplica lo que aprendió en su vida diaria, y se prepara para ir a la universidad cuando termine sus estudios en junio próximo.

“Yo quiero estudiar biología, y después medicina, pero ahora con esto que aprendí deseo combinar la medicina con la defensa de la salud para comunidades relegadas y en el futuro me gustaría buscar una posición política como senador, o tal vez Alcalde”, confiesa el joven, quien de paso admite que el programa genera una especie de cadena.


La instructora de Generation Citizen, Karla Modesto.

En mi casa no se hablaba de política y ahora soy yo el que educa a mis padres sobre ese tema y sobre democracia. Yo les transmito a ellos estos conocimientos y me hace sentir muy orgulloso saber que yo como hijo, estoy haciendo algo por ellos”, dice el estudiante de 12 grado, quien se declara inspirado por líderes jóvenes en la esfera política como la congresista Alexandría Ocasio-Cortez. “Ella es nosotros. Ella viene de mi barrio en El Bronx y para nosotros verla arriba, empujando cosas y siendo una voz fuerte muestra que cuando uno de educa puede hacer ese cambio. Ella es y nosotros somos el nuevo rostro de los asuntos políticos”.

Miles de jóvenes se benefician

Y es que según DeNora Getachew, directora ejecutiva de Generation Citizen Nueva York, que promueve el programa de educación sobre asuntos cívicos, con la ayuda de 250 jóvenes voluntarios de 11 universidades de Nueva York, que trabajan en 40 escuelas de la Gran Manzana, el plan pretende que los jóvenes se involucren en planes de acción en sus comunidades, como hizo Jayden. En los últimos 10 años, han educado a 21,000 estudiantes en los cinco condados, y actualmente 4,800 están recibiendo el currículo, mayormente en zonas marginalizadas.

“Nosotros nos enfocamos en educar a jóvenes para que se involucren de manera activa en asuntos de cívica, casi exclusivamente en poblaciones de jóvenes desfavorecidos, específicamente, jóvenes de color y estudiantes de bajos niveles socioeconómicos, ya que estas poblaciones históricamente han sido excluidas de manera desproporcionada de las oportunidades de educación democrática efectiva”, asegura la directora, destacando que casi la mitad de los beneficiarios son hispanos y que aproximadamente el 74% asisten a escuelas en comunidades marginadas.

Getachew agrega que la clave del programa es que no es un currículo muerto, sino que se basa en la acción y en la formación de líderes y advirtió que la realidad demuestra que hay una desproporción con las comunidades de color, entre ellos latinos, pues el 50% de jóvenes son más propensos a no recibir educación cívica, disminuyendo las posibilidades de generar cambios.

“Nosotros en este momento necesitamos educación cívica más que nunca. Eso tiene que ser parte fundamental en la educación, para que la gente pueda participar de manera activa en democracia, más allá del voto”, asegura la activista. “Si una persona nunca entiende la importancia de estas herramientas, nunca va a pasar nada, no va a haber ningún cambio y jamás van a intentar hacer cosas en sus comunidades, porque no tienen ni el conocimiento ni saben cómo hacerlo y no van a entender que sus voces importan”.

Caroline Claro, estudiante de la Universidad Wagner College, quien ha sido instructora del programa en cinco semesters en las escuelas Curtis High School, Port Richmond High School y Staten Island School for Civic Leadership, asegura que el programa, no solo ayuda a los adolescentes de secundaria, sino también a quienes se suman como voluntarios.

“Esta ha sido mi experiencia de desarrollo profesional más sólida y ha ido más allá y me ha brindado habilidades y oportunidades de crecimiento. Pude crecer al estar en posiciones incómodas, como en un aula de estudiantes de secundaria”, comentó la joven, asegurando que se ampliaron sus conocimientos en política, que la ayudaron a apoyar a salones enteros con la investigación de problemas de la comunidad y ejecución de planes de acción para generar cambios sistemáticos. “Es un beneficio para los estudiantes porque les proporciona los conocimientos y las herramientas que pueden utilizar para abogar por ellos mismos y sus comunidades”.

La concejal del Bajo Manhattan Carlina Rivera, reconoce el rol fundamental que juega la educación cívica en los estudiantes para generar líderes y manifestó que programas como el que se desarrolla en la escuela The Island School, en la calle Houston de su distrito, están abriendo caminos a nuevos activistas.

“La comunidad Latina es una parte grande y vibrante de la ciudad de Nueva York, sin embargo, no tenemos el nivel de representación en nuestro gobierno local que necesitamos. De hecho, soy una de las dos mujeres latinas en todo el Concejo Municipal, pero programas como Generation Citizen ayudarán a desarrollar a la próxima generación de líderes de nuestra comunidad”, dijo la concejal.

Comunidades marginadas están menos interesadas

Karla Modesto, hija de padres mexicanos, quien trabaja hace dos años y medio en el programa, instruyendo a los voluntarios, confiesa que no resulta tan fácil despertar el interés cívico en los estudiantes de comunidades marginadas.

“Vemos que el más grande obstáculo es el desinterés de los jóvenes, pues sienten que han sido olvidados. Las escuelas a las que ellos van no tienen los mismos recursos de otras escuelas a donde van niños de más dinero y a veces resulta un reto convencerlos de que esto es algo que les debería interesar”, dice la coordinadora. “En muchas comunidades ellos sienten que el gobierno no piensa en ellos y que no tienen valor, pero no es cierto, y para mostrar que pueden ser agentes de cambio, dejamos que ellos mismos escojan un problema de interés en su comunidad, como violencia entre pandillas, relaciones con policías, seguro médico y les ofrecemos las herramientas para que planteen soluciones”.

Denora Getachew con alumno Jayden Lopez e instructora Karla Modesto.

La instructora explica que en las clases, que duran un semestre y que se incluye dentro del currículo de las escuelas a las que asisten han evidenciado que cuando se toman niños menores, hay mayor cambio de mentalidad.

“Creo que si los alcanzamos a una edad menor y desde primer grado, les estamos diciendo que tienen voz y tienen poder y eso va a cambiar sus vidas, porque por ejemplo yo, vengo de una familia de papás que fueron indocumentados casi toda la vida. Nunca tuve la oportunidad de oír de la política de aquí ni conocía que existen herramientas para exigir nuestros derechos y pienso que si me hubiera educado en eso, no hubiéramos pasado por tantas situaciones duras”, confiesa la joven de 23 años.

Karla agrega que el actual clima político hacia los inmigrantes, ha sido un factor determinante en que más jóvenes se interesen en actuar en sus comunidades e hizo un llamado a que estudiantes hispanos desanimados, con o sin documentos, entiendan la responsabilidad de hacerse escuchar.

Lo bueno que ha sucedido es que ellos se motivan más. Saben que tienen que hacer algo, porque las políticas están afectando sus vidas de manera directa”, dice la joven. “Y aunque nuestra meta es que todos tomen acción, no vamos a mentir y decir que todos ellos siguen esto, pero creo que casi todos tienen un momento donde al menos entienden que tienen esa voz para promover acción, así después no se involucren tanto como pudieran. Hay que entender que está en nosotros hacer esos cambios que necesitamos y hay que hacerlo ahora”.

El programa de Democracia en cifras:

  • 50,000 estudiantes y más han sido educados por Generation Citizen.
  • 21,000 de ellos en los cinco condados de la Gran Manzana.
  • 4,800 jóvenes forman parte este año del programa de educación política y cívica.
  • 40 escuelas están vinculadas al programa.
  • 2011 fue el año de lanzamiento del programa en NYC.
  • 250 voluntarios universitarios están trabajando este año como entrenadores del programa de Democracia.
  • 11 universidades son sus sitios de procedencia.
  • 110% aumenta el número de estudiantes que contactan oficiales electos para reclamar acciones.
  • 59% aumenta el interés de los jóvenes en seguir una carrera política o trabajos de defensa de la comunidad tras salir de la escuela
  • 80% de los estudiantes amplía sus conocimientos sobre cívica.
  • 50% de jóvenes en comunidades de color y de bajos recursos son más propensos a no recibir educación cívica
  • Estudiantes de Patchogue, en Long Island, también están en el programa.

Dónde obtener información

  • Si alguien está interesado en ser voluntario del proyecto o conocer más sobre el trabajo en las escuelas, puede visitar la página https://generationcitizen.org/

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