¿Fundido? ¿Quemado? Es un problema de salud laboral
La OMS reconoce y describe este síndrome
¿Ya no puede más?¿Está desmotivado? ¿Y usted?¿Está negativa?¿Siente que su productividad es menor? Es posible que esté fundido. O quemada (burn out) y es algo que la Organización Mundial de la Salud ha identificado como un síndrome relacionado exclusivamente con el trabajo.
En un problema serio y la definición y categorización que de ello hace la OMS puede abrir las puertas a que se normalice que se obtenga ayuda de salud en estos casos además de que haya una mayor sensibilización al problema por parte de los empleadores.
Según esta organización, estar fundido es el resultado “de un estrés crónico en el lugar de trabajo que no ha sido gestionado con éxito”.
Tal y como está definido el estar fundido se caracteriza por sentirse exhausto o tener el sentimiento de total falta de energía. Adicionalmente se produce un proceso mental de distanciamiento con el trabajo, sentimientos negativos o cinismo con respecto a la labor de cada uno. Por último, la eficacia profesional se reduce y el rendimiento es cada vez menor además de más laborioso.
La OMS hace especial énfasis en no confundir esta condición con los problemas de adaptación laboral. Tampoco es una situación asociada específicamente con el estrés generado por un evento traumático o un desajuste relacionado con la ansiedad, los miedos o los cambios de humor.
Esta descripción es mucho más amplia y aplicable que la anterior que era usada por los profesionales de la salud y que describía estar fundido o quemado a un “estado de agotamiento vital”.
“Otro gran año. En la superficie. He recibido una nota personalizada con un gran cheque de bonus. Me siento vacío. Estoy pensando en irme”. Este es uno de los muchos mensajes que se pueden leer sobre burn out en The Blind un lugar de encuentro on line anónimo para empleados.
Según se verificado desde esta empresa, muchos empleados de empresas de tecnología están revelando que están en este punto de cansancio emocional. Eric Garton, coautor de Time Talent and Energy, explicaba en Harvard Business Review que el problema no es de las personas sino de las empresas.
En este sentido destacan que una cultura de “colaboración excesiva” (con muchas personas que toman decisiones), débiles disciplinas de gestión del tiempo de trabajo y una tendencia de sobrecargar a quienes son más capaces con demasiado trabajo son circunstancias que suelen presentarse cuando los trabajadores están quemados.