Los padres deben ser más persistentes que sus hijos

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Crédito: Shutterstock

Yo observé una interacción entre un niño de siete años y su madre. Él le preguntó a su madre 16 veces por una barra de caramelo antes que ella cedió y dijo que sí. El momento que el niño le pidió a la madre la segunda vez, yo sabía que ella iba a ceder y por eso empecé a contar las veces que el niño se lo pidió. Ella le había enseñado a su hijo que para conseguir lo que quería solo tenía que ser más persistente que ella.

A menudo son los padres que le enseñan a sus hijos como participar en una lucha de poder con ellos. Permítanme describir cómo sucede esto.

El niño quiere algo. El padre automáticamente dice no sin pensarlo mucho. El niño está naturalmente enfadado porque no consiguió lo que quería y llora o tiene una rabieta. El padre se da cuenta que negarle algo al niño no era tan importante, ciertamente no vale toda esta lucha con llanto y gritos y le da al niño lo que quería. El niño acaba de recibir este mensaje: el primer ‘no’ de sus padres no es la respuesta final. En cambio, el niño ha aprendido que toma un poco de llanto y gritos y pedir varias veces para obtener lo que quiere.

Lo qué algunos padres no entienden es que solamente tienen que durar un solo segundo más que sus hijos. Tienen que ser más persistentes. El niño que sabe que no puede durar más que sus padres no pregunta una segunda o veintidós veces, porque sabe que la respuesta no va a cambiar.

Los padres pueden entrenar a sus hijos a no participar en esta lucha de poder. Si usted se encuentra en este tira y jala con su hijo, déjeme hacerle algunas sugerencias:

En primer lugar, trate de responder “sí” a todo lo que pueda. A menudo los padres dicen “no” sin razón real y como una reacción instinctiva. Esto le hará más difícil mantener su respuesta porque cuando se da cuenta que no pensó muy bien su respuesta, usted se sentirá obligado a cambiar de opinión.

En segundo lugar, una vez que esté involucrado en la lucha de poder tiene que mantener el rumbo. Usted tiene que persistir un segundo más que su hijo.

En tercer lugar, usted necesitará hacer esto una y otra vez hasta que pueda reeducar al niño de este comportamiento. Recuerde, que usted lo entrenó en este patrón malo de comportamiento, así que puede entrenarlo a romper este patrón. No sea cobarde pues la crianza de los hijos no es para los débiles y cobardes sino es para los valientes y fuertes.

-La Dra. Vasthi Acosta es la directora de Amber Charter School

Ask Dr. Vasthi

3120 Corlear Avenue

Bronx, NY 10463

o escriba  sus comentarios a  askdrvasthi@ambercharter.org

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