Edith González se despidió con una sonrisa cuando se enteró que ya no había nada que hacer

Los familiares de Edith González, quien murió el pasado 13 de junio, no esperaban que el último ingreso de la actriz mexicana a un hospital sería fatal; sin embargo, los médicos les indicaron que su sistema inmunológico había cedido al cáncer de ovarios que padecía desde 2016.

Así que había llegado la hora de despedirse, a pesar de que Edith nunca había perdido su fuerza ni su valentía, así lo señaló su hermano, Víctor Manuel González, quien relató al programa mexicano ‘Ventaneando’, de TV Azteca, cómo fueron los últimos días de la actriz.

El hermano de Edith destacó el hecho de que la actriz este año llegó a combinar su trabajo teatral en la obra “Entre mujeres” y en el programa de televisión “Este es mi estilo”, por lo que no había síntomas de que algo malo ocurriera. Sólo que la protagonista de “Doña Bárbara” le había expresado que se sentía un poco cansada.

“Sentía un leve dolor en la espalda y oclusión intestinal, no podía metabolizar, por eso se recurrió al hospital”, señaló Víctor Manuel, quien indicó que fue cuando Edith comenzó a tener algunos problemas de salud.

“Estaba entera, entró con una sonrisa al hospital” dijo su hermano, quien además agregó que quedó sorprendido por la forma en que Edith González tomó la noticia que le dieron los médicos al indicarle que su sistema inmunológico había cedido y no se podía hacer mucho más por ella.

“La manera de enterarse y decirle al doctor (adiós, con un gesto de la mano y una sonrisa). Fue impresionante. Te puedes ir con lágrimas o te puedes ir con ‘Dios, ¿por qué yo?’, pero ella fue valiente hasta el final“, fue como Víctor Manuel describió este momento tan duro.

Hacia el final de la conversación, Víctor quiso decir una frase que su hermana solía repetir y que fue como un lema para ella: “Hay que amar la vida“.

A partir de que Edith González fue diagnosticada con cáncer de ovario, tanto su esposo, Lorenzo Lazo, como su hija Constanza, fueron su gran apoyo en todo este complicado proceso, en el que al principio, la artista tuvo que ser intervenida para remover los tejidos cancerígenos que se le habían detectado.

Ante esto, Edith libró la primera fase de su tratamiento en julio de 2017, entrando a una etapa de remisión; sin embargo, el mal regresó, haciendo recaer de nueva cuenta en la enfermedad a la actriz, misma situación que fue desgastando poco a poco su salud, hasta que el pasado 13 de junio perdió la vida a los 54 años.