La pregunta clave sobre las redadas de ICE anunciadas por Donald Trump que nadie ha contestado
¿Por qué la administración avisa de sus planes a indocumentados?
Este fin de semana debería comenzar la operación especial del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para detener a al menos 2,000 indocumentados en todo el país. Esta redada fue anunciada por el presidente Donald Trump, luego cancelada, y ahora volverá a llevarse a cabo tras ser adelantada en detalle por las autoridades migratorias.
El propio Trump indicó este viernes que la operación “comienza el domingo”. “Va a sacar a gente y devolverla a sus países”, ha dicho el presidente en la Casa Blanca, “nos hemos centrado todo lo posible en criminales, antes de hacer nada más”.
¿Por qué ha informado la Administración sobre esta operación si su propósito es atrapar a los indocumentados sin darles tiempo a prepararse?
“Esto no tiene precedentes”, ha explicado Thomas Kilbride, agente retirado y consejero de ICE, a la cadena Fox News, “pero hay un propósito político detrás”.
Trump aseguró el 17 de junio que “millones” de migrantes indocumentados serían deportados en cuestión de días. Esta operación se retrasó, pero el director del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS, en inglés), Ken Cuccinelli, reiteró el pasado domingo que ICE estaba “lista” para “arrestar y deportar a, aproximadamente, un millón de personas con órdenes finales de expulsión”.
ICE no está preparado para una operación de ese calibre, pero sí ultima a partir de este domingo una redada con el objetivo de detener a 2,000 indocumentados con orden final de expulsión en 10 ciudades (entre ellas, Los Ángeles, Houston, Chicago o Miami). A esos 2,000 objetivos primarios se sumarían un número indeterminado de secundarios (personas que caen en sus redes por estar en el lugar equivocado en el momento equivocado),
En Estados Unidos hay 10.5 millones de indocumentados, según las últimas estimaciones. Sin embargo, ICE cifra en 565,892 los fugitivos (migrantes que han desobedecido una orden final de expulsión), según su último informe anual.
La mayor redada planeada recientemente buscaba arrestar a hasta 10,000 personas en una semana. Estas redadas provocan miedo en la comunidad migrante, hasta el punto de paralizar sus vidas cotidianas. Pero no son realmente tan terribles como políticos y medios de comunicación a veces transmiten.
ICE no ha dejado de detener a inmigrantes. En el año fiscal de 2018 arrestó a 160,000 personas (440 al día), y deportó a 256,000 (700 al día). Es decir, en una semana normal, detiene a más de 2,000 migrantes y deporta a casi 4,000. Cifras muy similares a las anunciadas para esta megaredada.
¿Por qué entonces este anuncio?
Cómo decía el citado experto de ICE, puede tener motivaciones políticas.
Las detenciones desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca han descendido en comparación con los dos primeros años de presidencia del demócrata Barack Obama.
En 2017 se realizaron 144,000 arrestos y 226,000 deportaciones; y en 2018 fueron 159,000 arrestos y 256,000 deportaciones. En cambio, en 2009 hubo 298,000 arrestos y 390,000 deportaciones; y en 2010 fueron 272,000 arrestos y 393,000 deportaciones.
Estas cifras han sido reportadas por la prensa conservadora. Trump, que acaba de lanzar su campaña para la reelección en 2020, cuenta con su imagen de dureza contra los migrantes para seducir a su electorado. Así, la conversación pública sobre las redadas de ICE y el miedo de los indocumentados le favorecería.
Además, las autoridades migratorias han reconocido en diversas ocasiones que algunas medidas adoptadas por la Administración tienen como principal objetivo disuadir la llegada de migrantes, aunque sus efectos reales no sean eficaces.
“Envía un mensaje de que a esta gente se le ha notificado que debe autodeportarse y si no lo hacen esto puede ocurrir”, explica Steve Bucci, experto de la fundación Heritage, a la cadena Fox News. “Transmite que no somos monstruos, que estamos haciéndolo de acuerdo con la ley y de forma razonable”, añade.
“Las administraciones anteriores no anunciaban las redadas porque no tenía que hacerlo, simplemente las ejecutaban”, concluye.
Sin embargo, el hecho de publicitar esta operación no sólo puede provocar, como admite Bucci, que los migrantes se escondan o busquen santuario en iglesias. Además ha causado una alarma en la comunidad que lleva a migrantes a encerrarse en sus casas, interfiriendo en sus vidas diarias y poniendo en riesgo su salud y bienestar.
Aunque también ha permitido a las organizaciones humanitarias a prepararse y preparar a los migrantes para, informando de sus derechos legales, protegerles en la medida de lo posible (aquí puede leer algunos consejos).
“Nunca antes se ha tomado la decisión política de anunciar previamente las redadas”, explica Erin Corcoran, directora del Kroc Institute for International Peace Studies. “Compromete su eficacia”, añade, “sus objetivos pueden cambiar de ubicación o negarse a responder a la puerta cuando toquen los oficiales porque anticipan la operación”.
“No está claro por qué la Administración está avisando”, concluye, “y creo además que hay cierto desacuerdo entre los oficiales sobre estas redadas”.
(Editado por Bruno G. Gallo)