Los 3 presidentes de EEUU más ricos que ha habido
Uno de ellos llegó a tener cerca de 300 esclavos trabajando en sus tierras
Algunos presidentes ya gozaban de las mieles del éxito financiero antes de ocupar el puesto. Crédito: National Archive/Newsmakers | Getty Images
Es bien sabido que las personas que han ocupado el puesto de presidente de los Estados Unidos son de clase acomodada, pero hay varios que lograron acumular una verdadera fortuna antes de ser los dirigentes del país.
A continuación, te decimos quiénes han sido los tres presidentes más ricos que ha habido.
1–Donald Trump
El patrimonio del presidente número 45 se calcula en alrededor de $3,000 millones de dólares, lo que lo convierte en el primer mandatario más rico que jamás haya ocupado el cargo.
De hecho, Trump ha dicho que tiene mucho más dinero del que estiman, pero hasta el momento no ha logrado presentar pruebas de que cuenta con los $7,000 millones que presume.
La mayor parte de su fortuna la obtuvo gracias a su cartera de bienes raíces, en la que se incluyen algunos rascacielos en Nueva York, resorts de golf en Florida, Irlanda y Escocia, y hoteles de primera categoría en varias ciudades de alrededor del mundo.
2–George Washington
Ajustada a la inflación, la fortuna del que sería el primer presidente de los Estados Unidos rondaría los $525 millones de dólares en la actualidad. Esto lo convertía en el más rico en ocupar la presidencia hasta que Donald Trump llegó y lo quitó del puesto.
Washington logró acumular su fortuna gracias a las cosechas en los más de 8,000 acres de tierra que tenía en Mount Vernon, Virginia, y en donde tenía cerca de 300 esclavos a su servicio.
3–John F. Kennedy
Este presidente nació entre pañales de seda, pues su familia tenía una enorme riqueza. De hecho, su carrera política fue financiada por su padre, Joe Kennedy, que era uno de los hombres más ricos de Estados Unidos y que había logrado acumular su fortuna en la banca y comerciando acciones.
Durante el tiempo que fue presidente, donó su salario de $100,000 dólares a diferentes organizaciones benéficas.
De no haber sido asesinado en 1963, hubiera sido el principal heredero de la fortuna familiar calculada en $1,000 millones de dólares.
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