Nadal gana el US Open, su 19º “grande”, y se queda a uno del récord de Federer

El español superó al ruso Medvedev en un maratónico 7-5, 6-3, 5-7, 4-6, y 6-4

Nadal con el trofeo del US Open tras una final de casi 5 horas.

Nadal con el trofeo del US Open tras una final de casi 5 horas. Crédito: Mariela Lombard | El Diario NY

QUEENS, NY – La tarde parecía que iba a ser corta. Rafael Nadal, el número 2 del mundo, se anotaba los dos primeros sets de la final del US Open y ya rozaba su 19º torneo de Grand Slam. Pero entonces el ruso Daniil Medveded, que nunca se había desconcentrado aún perdiendo dos parciales, logró un break y comenzó a cimentar la remontada imposible. Nadie ha ganado a Nadal en una final después de ir 2-0 abajo.

Medvedev estuvo a punto de lograrlo. Ganó el tercer y cuarto sets y, en el segundo juego del quinto set tuvo tres puntos de break para ponerse 2-0. Pero en ese momento Nadal se defendió como gato panza arriba, salvó su servicio y comenzó a construir otra victoria épica. 7-5, 6-3, 5-7, 4-6, y 6-4 en 4 horas y 51 minutos, la segunda final más larga de la historia del US Open tras los 4:54 de Novak Djokovic vs. Andy Murray en 2012.

Para Nadal fue su 5ª final en Nueva York, de las que ha ganado cuatro. A sus 33 años, es desde hoy el ganador de más edad del torneo desde Ken Rosewall (35) en 1970. En su 27ª final de Grand Slam levantó el trofeo por 19ª vez, a un solo triunfo del récord de 20 “grandes” de Roger Federer.

El partido fue inmenso. Los 23,700 espectadores que llenaron el Arthur Ashe, el estadio de tenis más grande del mundo, disfrutaron con los largos intercambios entre ambos tenistas, que demostraron por qué habían llegado a la final después de dos semanas y por qué son los dos jugadores con más victorias en el circuito en lo que va de 2019 (50 partidos ganados Medvedev y 47 Nadal con la victoria de esta noche).

Medvedev durante la final. / Foto: Mariela Lombard, El Diario, NY
Medvedev durante la final. / Foto: Mariela Lombard, El Diario, NY

Medvedev jugaba su primera final de Grand Slam. Buscaba ser el ganador más joven de un “grande” desde Juan Martín del Potro en el US Open de 2009, cuando el argentino ganó con 20 años. Pero la historia se repitió y otro integrante del “Big Three” (Federer, Nadal y Djokovic) se llevó el último Grand Slam de la temporada, como ha ocurrido 51 veces en los últimos 59 grand slams.

“Creo que todos estamos intentando hacer lo posible para ganarles de vez en cuando”, dijo Medvedev sobre el dominio de las tres superestrellas. “Pero es muy difícil. Siguen jugando un tenis increíble”.

Nadal besó el trofeo en una "noche especial", como reconoció después. / Foto: Mariela Lombard, El Diario NY
Nadal besó el trofeo en una “noche especial”, como reconoció después. / Foto: Mariela Lombard, El Diario NY

Como en las grandes ocasiones en Flushing Meadows, en las gradas se vieron caras conocidas: Uma Thurman, Trevor Noah, Michael Douglas, Catherine Zeta-Jones, Anna Wintour, Keri Russell y más famosos.

Además estaba presente Rod Laver, tenista ganador de 11 “grandes” en los años 60 y testigo los últimos años de la lucha entre Federer y Nadal por un récord de títulos de Grand Slams que seguramente él poseería si no fuera porque durante 5 años no pudo competirlos por su condición de tenista profesional cuando sólo se permitía jugar a los amateurs.

Un partido de máximo nivel

El juego arrancó con Nadal manteniendo su saque con problemas tras cometer muy pronto su primera doble falta. Medvedev, por su parte, empezó sacando con solidez desde sus 1.98 metros de altura.

El potente juego del ruso obligó a Nadal a ser más agresivo, a hacer correr a Medvedev de esquina a esquina si quería llevarse los puntos. Pero en cuanto el español dejaba una bola corta y perdía la iniciativa, Medvedev se lanzaba por el golpe ganador. Así, logró romper el servicio de Nadal ya en el tercer juego del partido.

El aviso pareció espolear a Nadal, que recuperó el break forzando los errores de Medvedev. En medios de potentes intercambios desde el fondo de la pista, el balear introducía de pronto una bola más lenta y bombeada, que rompía el golpe plano del ruso y lo inducía a cometer errores.

Con 4-3 abajo, Medvedev salvó tres bolas de break. Eran momentos en que funcionaba su potente revés a dos manos, incluso cuando tenía que saltar para alcanzar las bolas altas que le mandaba Nadal.

Así fueron alternando juegos hasta el 6-5. Entonces Nadal, machacó el revés de Medvedev hasta que encontraba el hueco para cambiar a su derecha. Generó dos bolas de break de las que aprovechó la segunda para ganar el set 7-5.

Nadal ejecuta un saque. / Foto: Mariela Lombard, El Diario NY
Nadal ejecuta un saque. / Foto: Mariela Lombard, El Diario NY

Un break y el partido, ¿en el bolsillo?

Como al inicio del partido, Nadal logró mantener su saque con muchos problemas en el juego inicial del segundo set.

En el cuarto juego, Medvedev se vio más impreciso y se metió en un 0-40 del que logró salir con su saque. Pero en el sexto Nadal volvió a hacerle daño cambiándole la velocidad de los intercambios y logró el break, que consolidó después con algo de fortuna en una dejada que botó dos veces sobre la red y cayó del lado de Medvedev.

A Nadal le sirvió con mantener su saque el resto del set para llevarse el segundo parcial.

Con dos sets de ventaja, todos pensaron que el partido, que había empezado poco después de las 4 pm locales, terminaría de día. Pero quedaba mucha noche en Queens.

El tercer set arrancó  con Medvedev manteniendo su servicio sin ningún problema mientras Nadal se hacía con su servicio. Entonces, en el quinto juego, Nadal volvió a oler la sangre, puso una velocidad extra desde el resto y logró el break que le abría las puertas del tercer set, del partido y del campeonato.

Entonces llegó el momento que cambió el curso de la tarde. Con 3-2 y saque, Nadal salvó un 15-40 atacando la red. Pero en el deuce falló una volea fácil en la red que se le fue ancha por la izquierda. Otro fallo posterior le dio el segundo break del partido al ruso para igualar de nuevo el set 3-3.

“Fue un momento clave que cambió el partido”, explicó Nadal después en rueda de prensa. “Yo no bajé el nivel, pero él empezó a jugar de forma increíble y hacer cosas que no suele hacer. Mil saques-red, llegaba a todas no sé ni cómo…”.

Con el parcial de nuevo igualado 4-4, Medevedev cometió dos fallos –uno incomprensible en una subida a la red que voleó larga– y cedió un 0-30 que Nadal no supo aprovechar. Con 30-30 se vivió uno de los  mejores puntos del partido, con Nadal atacando y una increíble defensa de Medvedev, pero que terminó con una dejada de Nadal y el ruso estrellando la devolución en la red. En el mismo juego, Nadal tuvo el break en su mano, pero su smash se estrelló en la red tras otra defensa increíble de Medvedev, que logró mantener su saque para 5-4.

Ambos mantuvieron sus servicios en blanco los dos siguientes juegos. Con 6-5 para el ruso y Nadal al saque, el Arthur Ashe quería más tenis y comenzó a animar a Medvedev, que ganó los tres primeros puntos al resto arriesgando mucho y moviendo al español de esquina a esquina. Se fabricó así tres puntos de set, de los que aprovechó el segundo para empezar a creer en la remontada.

“Esta noche siempre quedará en mi memoria. Jugué en la cancha de tenis más grande del mundo. En el tercer set estaba pensando en qué decir después de perder. Pero ustedes me empujaron porque querían ver más tenis y me dieron fuerza para llegar al quinto set”, dijo Medvedev tras el partido, que agradeció “desde el fondo del corazón” el apoyo del público de Nueva York durante el torneo.

Cuarto set y aparecen los nervios

El cuarto set transcurrió igualadísimo, con ambos defendiendo sus servicios con un uñas y dientes pese a ceder algunos break points.

Nadal, que durante el tercer set se había vuelto previsible, comenzó de nuevo a mezclar golpes en los intercambios: paralelos y cruzados, golpeos planos y  liftados, profundos y alguna dejada… Pero el juego defensivo de Medvedev subió un nivel más.

Así llegaron hasta el 5-4 a favor de Medvedev y saque de Nadal, que cedió el break en el peor momento y vio cómo un partido que una hora y media tenía casi ganado de pronto estaba empatado a dos sets.

Quinto set de infarto

Si la final ya era intensa, se convirtió en un thriller en el quinto set, que arrancó casi con cuatro horas de partido. Nadal sufrió para mantener su saque en el segundo juego, mientras que Medvedev defendía su servicio con solvencia hasta el quinto juego, cuando el español apretó los dientes y peleó a muerte cada intercambio para remontar un 40-0 y romper el saque de Medvedev. El español consolidó el break y se puso 4-2.

La rotura pareció hacer mella en Medvedev a quien Nadal hizo correr con un globo. El ruso lo devolvió, pero se encontró con una dejada de Nadal a la que le fue imposible llegar. Nadal volvía a romper y el 5-2, ahora sí, parecía definitivo.

Pero el español fue incapaz de cerrar el set con su saque, en el que además cometió una infracción por demorarse demasiado tiempo en sacar (5-3).

En el siguiente juego, al resto, Nadal tuvo dos match points. Pero Medvedev salió adelante gracias a su saque para colocar el 5-4 en el marcador.

A Nadal le fallaba el primer saque y llegó a 40-40. Entonces le entró, por fin, un primero que le permitió jugarse una dejada para lograr su tercer match point. Esta vez, sí, ganó el siguiente punto y se dejó caer de espaldas al suelo de Nueva York con los brazos abiertos.

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