Evitan huelga en Kaiser Permanente
Trabajadores sindicalizados logran acuerdo ‘histórico’ con la multimillonaria empresa, el pacto debe ser ratificado en octubre
Unos 80,000 trabajadores y dirigentes sindicales de Kaiser Permanente llegaron este miércoles a un acuerdo “histórico” y evitaron una huelga en seis estados del país y el Distrito de Columbia, la cual estaba programada para estallar el próximo 14 de octubre.
El acuerdo laboral provisional restaurará la alianza de los trabajadores con la gerencia del consorcio estadounidense de atención de salud; además establece la creación de un programa de desarrollo de la fuerza laboral de $130 millones de dólares y protege a los trabajos de la clase media.
“Hemos logrado un contrato fuerte que asegura que Kaiser Permanente valora a sus trabajadores”, dijo Sean Wherley, portavoz del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU) United Healthcare Workers West que representa a los trabajadores, “pero, ante todo, es un compromiso por el cuidado de los pacientes”.
El pacto provisional contempla un programa para que miles de trabajadores de Kaiser Permanente reciban educación gratuita y ayuden a cubrir la escasez anticipada de cientos de miles de trabajos de salud con licencia y con una fuerza laboral culturalmente apropiada.
Contempla además, aumentos del 3% el primer año y del 2% más una suma global del 1% en los próximos tres años, entre otros beneficios.
“El 98% de los trabajadores de Kaiser Permanente había votado en favor de la huelga”, dijo Lucy Rojas, integrante del comité de negociación contractual.
“Los gerentes y los ejecutivos se han enriquecido monetariamente y no querían compartir sus ganancias con nosotros, aún cuando estamos cortos de personal”.
Aunque registrada con el Servicio de Rentas Internas (IRS) como una empresa “sin fines de lucro”, Kaiser Permanente obtuvo más de $5,200 millones de dólares en ganancias durante el primer semestre de 2019, según sus propios informes, lo que elevó sus ganancias a más de $11,000 millones desde el 1 de enero de 2017.
La compañía también tiene más de $37,000 millones de dólares en reservas y si fuera elegible para ser incluido en la lista Fortune 500, se ubicaría en el puesto número 34.
Rojas, originaria de Cali, Colombia y quien lleva 33 años laborando como recepcionista de Kaiser Permanente en Woodland Hills declaró a La Opinión que en las conversaciones con la patronal era sustancial para ellos proteger a todos los trabajadores, “para que América tenga una clase media alta”.
A los sindicalistas de California, Oregon, Washington, Colorado, Hawaii, Virginia, Maryland y el Distrito de Columbia se les unió el domingo el poderoso Consejo Conjunto de Camioneros (Teamsters Joint Council 42) de Pomona y la unión TeamstersJoint Council 7, de San Francisco, los cuales representan a un combinado de 350,000 sindicalistas.
“Kaiser Permanente es solo el último ejemplo de una corporación que ha perdido su camino al enfatizar enormes ganancias y enriquecer a los altos ejecutivos en lugar de honrar su misión de servir a la comunidad”, expresó Cammack, presidente del Teamsters Joint Council 42, con sede en Pomona.
Otras organizaciones laborales que apoyan la huelga incluyen 19 grupos laborales regionales en California, incluida la Federación Laboral de Los Ángeles y la AFL-CIO de Colorado.
El llamado huelga, además, era respaldado por seis candidatos demócratas a la presidencia, incluyendo a los senadores federales Kamala Harris y Bernie Sanders, además de la líder demócrata de la cámara de representantes, Nancy Pelosi, así como legisladores estatales de California, Oregon y Colorado.
A partir del 2 de octubre, los 80,000 trabajadores de Kaiser Permanente tienen dos semanas para ratificar u oponerse al acuerdo.
“Presionamos hasta el final y ganamos”, dijo Lucy Rojas. “No podíamos permitir que se violentaran nuestros derechos”.
El nuevo contrato, que tendría una duración de 4 años incluye:
1. Restaurar una verdadera asociación de trabajadores y gerencia.
2. Asegurar el personal adecuado y el uso compasivo de la tecnología.
3. Desarrollar la fuerza laboral del futuro para hacer frente a la gran escasez proyectada de personal autorizado y acreditado en los
próximos años.
4. Protección de los trabajos de clase media con salarios y beneficios que puedan apoyar a las familias.