Exigen a la Administración Trump que no le quite la comida a estudiantes de NY

El alcalde De Blasio y el canciller Carranza le declararon la guerra a las intenciones del Gobierno federal de recortar fondos para programas de cupones de alimentos y comidas escolares

Alcalde Bill de Blasio con Rachael Ray y Tom Colicchio anuncian que la ciudad peleara contra los recortes federales para quitar comida en escuelas.

Alcalde Bill de Blasio con Rachael Ray y Tom Colicchio anuncian que la ciudad peleara contra los recortes federales para quitar comida en escuelas. Crédito: Mariela Lombard | El Diario NY

Manifestando que quitarle comida a los estudiantes de las escuelas de Nueva York es un atropello contra los niños vulnerables, la Administración De Blasio criticó fuertemente este miércoles al Gobierno federal por sus planes de recortar fondos en programas de cupones de alimentos (SNAP) y comidas escolares.

Durante una conferencia de prensa que tuvo lugar en la escuela PS 20, del Bajo Manhattan, el Alcalde le declaró la guerra a la Administración Trump por sus intenciones de “quitarle el pan de la boca” a por lo menos 21,000 alumnos neoyorquinos y advirtió que si el Gobierno insiste en implementar sus recortes, Nueva York presentará una demanda en la corte para defenderlos. A nivel nacional 1 millón de pequeños se verían afectados.

“En el país más rico del mundo, es vergonzoso que cualquier niño pase hambre. En lugar de arreglarlo, la Administración Trump amenaza con recortar el programa que ayuda a alimentar a los niños en el hogar y la escuela. Esto es inaceptable”, dijo De Blasio. “La Ciudad de Nueva York ha liderado a la nación al proporcionar comidas gratis en la escuela a cada niño, en cada grado, independientemente de sus ingresos. Y no volveremos atrás. Si se adopta esta regla, llevaremos a la Administración Trump a los tribunales”.

La propuesta del Gobierno federal pretende acabar con la flexibilidad que usan los estados para manejar los niveles de elegibilidad a los cupones SNAP (Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria), reduciendo los beneficios de 3 millones de estadounidenses, incluidos 47,000 neoyorquinos, del 1.5 millón que actualmente depende de ese plan en la Gran Manzana.

De Blasio advirtió que Nueva York no permitirá que los niños pasen hambre, y destacó que gracias al programa de desayuno y almuerzo gratis a todos los estudiantes de las escuelas públicas, que empezó en el 2017, cada día el Departamento de Educación de la Ciudad sirve aproximadamente 900,000 comidas.

Unos 21,000 niños afectados

El canciller de Educación Richard Carranza, manifestó que los cambios que quiere imponer la Administración federal, haría que unos 21,000 niños no califiquen para recibir almuerzo gratis, pues el DOE no podría recibir reembolsos federales por esas comidas, pues familias de 3 miembros que ganen entre $27,900 y $31,990 ya no recibirán asistencia.

“El asunto es muy simple, no se puede aprender con hambre. No pueden aprender si no se sienten seguros y muchas veces los hijos de familias trabajadoras dependen de las comidas que reciben en las escuelas”, aseguró Carranza. “Este es un asunto de justicia social y vamos a dar la pelea para asegurarnos que a nuestros estudiantes más vulnerables se les va a proteger ese derecho. Trump lo que quiere hacer es quitarles la comida de la boca y no podemos permitirlo”.

Para la administradora de servicios de cocina Claudia Rodríguez, el plan federal sentencia a sufrir hambre a miles de niños.

Claudia Rodríguez, administradora general de la cocina de la escuela NEST, en Manhattan, donde se sirven cada día unas 700 comidas, afirmó que el plan federal es una sentencia de hambre a miles de niños.

“Sin eso no van a poder funcionar, no van a poder concentrarse. Siempre vemos a niños que vienen a estudiar con hambre y tratamos de solventar eso con estas comidas en las escuelas, pero si nos quitan esos recursos, esos niños van a pasar hambre. Es un estrés muy grande”, dijo la encargada.

Padres preocupados con el plan

Lorena Arriaga, quien tiene tres niños que reciben comidas gratuitas en una escuela del Bajo Manhattan, aseguró no estar enterada del plan de la Administración federal, pero se mostró preocupada por la seguridad alimenticia de sus niños.

Trump cree que lo que hacen estos programas es alimentar a gente vaga, pero familias como la mía, que trabajamos duro, dependemos de esas comidas para nuestros hijos, porque literalmente lo que ganamos no nos alcanza y gracias a eso es que podemos tener a nuestros niños con la panza llena”, dijo la madre mexicana.

Kate MacKenzie, directora de Políticas Alimentarias de la Alcaldía, hizo un llamado al Gobierno federal para que reconsidere sus intenciones que irían en detrimento de la estabilidad y calidad de vida de los niños.

“Cualquier recorte a los programas que ayudan a alimentar a los niños y las familias es inaceptable. La Administración de Blasio se compromete a proteger y fortalecer estos programas que proporcionan alimentos saludables y necesarios a muchos de nuestros vecinos”, dijo la funcionaria.

Steven Banks, comisionado del Departamento de Servicios Sociales fue más duro y tachó de insensible el proceder de la Administración Trump.

Alcalde Bill de Blasio con Rachael Ray y Tom Colicchio anuncian que la ciudad peleará contra los recortes federales a la comida en escuelas.

“Es difícil imaginar un acto más desesperado, depravado y despreciable que tratar de quitarle la comida a los niños cuyas familias están luchando para llegar a fin de mes. Todos los días, con cada nueva y cruel propuesta, la Administración Trump va más allá del límite”, dijo el Comisionado. “Nuestra ciudad sigue comprometida a conectar a los residentes con los beneficios que necesitan para proporcionar a sus familias y llegar a fin de mes”.

“Con hambre no pueden aprender”

Los críticos de las propuestas de recortes del Gobierno federal agregaron que dejar a niños sin acceso a alimentos nutritivos tendría un efecto dominó, primero en sus casas y luego en la escuela.

“Con estos recortes, los estudiantes en el estado de Nueva York pueden perder desayunos y almuerzos escolares gratuitos y es claro que los estudiantes con hambre no pueden aprender”, dijo Pamela Koch, directora del Centro Laurie M. Tisch para Alimentos de la Universidad de Columbia. “Los estudiantes que no comen tienen dificultades para concentrarse, tienen mayor incidencia de trastornos de salud mental y mayores problemas de conducta”.

La presentadora de televisión Rachael Ray, quien se sumó a la jornada de protesta, destacó que hay una relación directa para los niños entre estar bien alimentado y obtener mejores calificaciones y su comportamiento.

“La comida escolar es un camino vital para la estabilidad alimentaria de los niños en riesgo, en riesgo de hambre y enfermedades asociadas con una nutrición deficiente. ¿Somos realmente incapaces de comprender la importancia de la seguridad de las comidas escolares? Si cortamos a 1 millón de niños de su alimentación y apoyo nutricional, especialmente las familias de bajos ingresos que más lo necesitan, estamos perdidos y nos morimos de hambre por algo más que comida”, dijo la conductora.

Joel Berg, presidente de la organización Hunger Free America, mencionó que la propuesta de eliminar beneficios de Asistencia de Nutrición Suplementaria (SNAP) sería catastrófico para padres, niños, veteranos, adultos mayores, personas con discapacidades y personas desempleadas. “Simplemente no hay forma de endulzar esto: si se permite que esta propuesta surta efecto, los niños estadounidenses tendrán más hambre y los agricultores y trabajadores de alimentos tendrán menos ingresos. Esta es la propuesta definitiva de perder-perder”.

Funcionarios están de acuerdo en que cualquier recorte a los programas que ayudan a alimentar a los niños es inaceptable.

Kathy Soll, directora de la organización Teens for Food Justice, aseguró que pensar en la posibilidad de acabar con recursos para comidas es espantoso.

“Nosotros vemos de primera mano cómo SNAP es el programa que permite y garantiza que más de 21,000 niños y adolescentes puedan participar en un estilo de vida saludable y a medida que trabajamos juntos como comunidad para desarrollar y empoderar a la próxima generación de neoyorquinos, es primordial que consideremos los efectos perjudiciales a largo plazo de cortar el SNAP”, dijo la activista, quien destacó que el impacto sería terrible en 80,000 hogares de la ciudad.

La Ciudad también asegura que los recortes tendrían otro impacto negativo en la economía local, pues se estima que por cada $5 en beneficios de SNAP se generan aproximadamente $9 de actividad económica.

Alcalde de Blasio con el canciller Richard Carranza prueban la comida en la escuela.

La Administración federal escuchará opiniones y comentarios sobre su propuesta hasta noviembre antes de pasar al período de análisis y decisiones.

Datos sobre propuesta de recortes a programas de comida

  • 21,000 alumnos neoyorquinos se verían afectados.
  • 1 millón de pequeños a nivel nacional.
  • 3 millones de estadounidenses perderían beneficios de SNAP (Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria).
  • 47,000 de ellos en Nueva York.
  • 1.5 millón de personas en la Gran Manzana, muchos de ellos niños, actualmente depende de SNAP.
  • 900,000 comidas escolares se sirven cada día en NY.
  • Familias de 3 miembros que ganen entre $27,900 y $ 31,990 ya no recibirán asistencia bajo propuesta de Trump.
  • 80,000 hogares de la ciudad se verían afectados a largo plazo.

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