¿Cuáles son los riesgos del Síndrome de Intestino Irritable?

El síndrome de intestino irritable (SII) afecta al intestino grueso. Los síntomas van desde cólicos, dolor en el abdomen, diarrea o estreñimiento e inflamación, y pueden agravarse, aunque también se controlan, tal como lo sugiere la Clínica Mayo.

Factores de riesgo

Quienes llegan a padecer de este problema de salud son por lo general tanto adultos, como particularmente niños menores de 5 años. La mayoría tienen antecedentes familiares, esto indica que existe una fuerte influencia genética, así como los factores ambientales en el que se desenvuelve la persona.

Este problema también se presenta en personas que sufren de depresión o ansiedad u otros trastornos. Por eso es importante una evaluación psicológica para adaptar las terapias en función a estos problemas.

Síntomas

Hay que prestar atención a los síntomas para identificar el síndrome de intestino irritable. Entre ellos se cuentan: dolor en el abdomen, inflamación, cólicos, gases, estreñimiento o diarrea y mucosidad en las heces.

Los síntomas se pueden alternar con episodios de bienestar en los que estos desaparecen, por lo que a veces los síntomas suelen ser engañosos. Por eso, al notar persistencia en ellos, es mejor acudir al médico para un diagnóstico certero.

Consecuencias

Si el síndrome no se trata a tiempo, pueden surgir problemas más graves, como el indicio de cáncer de colon. Además, es posible que se pierda peso de forma muy rápida, y padecer de diarrea constante.

Otro problema de salud que puede generar es la anemia por la falta de hierro, ya que este se perderá en las constantes evacuaciones. Se presentarán también dificultades para ingerir alimentos y vómitos de forma espontánea.

Por eso, ante cualquier síntoma constante, sobre todo si hay dolor, es recomendable asistir a un especialista para un diagnóstico acertado y comenzar de inmediato con el tratamiento para evitar que el síndrome se agrave y termine perjudicando el resto del organismo.