Su suegra la criticó por tener la casa “sucia”, pero su esposo la defendió de forma épica

A través de un blog que tienen sobre padres primerizos, contó este momento de tensión entre su madre y su mujer y cómo logró resolverlo de forma inteligente

Logró darle a su madre una gran lección de verdadera felicidad.

Logró darle a su madre una gran lección de verdadera felicidad. Crédito: No Idea What I'm Doing: A Daddy Blog / Facebook | Cortesía

La relación entre suegra y nuera no suele ser fácil de llevar, ya que hay suegras que siguen siendo muy protectoras con sus hijos y desean que estos tengan las mismas atenciones que ellas les daban cuando vivían en sus casas, cosa que ya no será así.

El gran problema es cuando la suegra suele rebasar los límites y los hijos no se los hacen saber, lo cual puede generar un sentimiento erróneo en sus parejas, quienes podrían llegar a pensar que no han “cortado el cordón umbilical” con sus madres y por ende, no son tan importantes en su vida.

Justamente eso es lo que creyó un hombre de 35 años llamado Clint Edwards, quien a través de un blog que tiene sobre padres primerizos, contó un conflicto vivido entre su madre y su esposa y cómo fue él quien pudo poner “alto al fuego”.

Resulta ser que un fin de semana, la madre de Clint decidió hacerles una visita en su casa, y como era natural, esta se encontraba toda desordenada, en particular la cocina, en donde había varios trastes sucios acumulados.

“¿No te molesta que Mel no mantenga la casa más limpia?”, le preguntó su madre a Clint, quien no sabía si lo dicho por su madre era un comentario mal intencionado o simple curiosidad; así que antes de responderle algo a su madre, se puso a reflexionar en muchas cosas.

Antes que nada, entendió que su mamá había crecido en una generación en donde, culturalmente, se decía que una casa era “reflejo” de cómo eran las mujeres, y en donde la responsabilidad del hogar recaía única y exclusivamente sobre ellas.

“Realmente no pensé en una casa limpia cuando me casé con mi esposa. Pensé en cómo me gustaba lo que tenía para decir. Pensé en cómo ella me hacía sentir. Pensé en cómo ella sonreía mucho. Me gusta mucho eso, pensé en cómo era pensativa y dulce, y en cómo parecía ser la clase de madre que quería tener para mis hijos”, reflexionó Clint, antes de darle la siguiente respuesta a su madre:

“No me metí en este matrimonio por una casa limpia. Estoy aquí porque ella parecía ser alguien con quien podría pasar mi vida”.

Ante la respuesta dada por su hijo, a la suegra no le quedó de otra más que aceptar que este tenía razón y que tener la casa limpia no era más importante que la felicidad de la pareja.

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