window._taboola = window._taboola || []; var taboola_id = 'mycodeimpremedia-network'; _taboola.push({article:'auto'}); !function (e, f, u, i) { if (!document.getElementById(i)){ e.async = 1; e.src = u; e.id = i; f.parentNode.insertBefore(e, f); } }(document.createElement('script'), document.getElementsByTagName('script')[0], '//cdn.taboola.com/libtrc/'+ taboola_id +'/loader.js', 'tb_loader_script'); if(window.performance && typeof window.performance.mark == 'function') {window.performance.mark('tbl_ic');}

Coronavirus: Todos en la misma barca

An elderly New Yorker wears a protective mask on Tenth Avenue in New York, New York, USA, 16 March 2020. New York Governor Andrew Cuomo announced broad restrictions on public life today with many nonessential businesses ordered closed, bars and restaurants will be limited to takeout and delivery in order to fight the spread of the Covid-19 Coronavirus. Mass transit buses and subways will remain open. (Abierto, Estados Unidos, Nueva York) EFE/EPA/Peter Foley

An elderly New Yorker wears a protective mask on Tenth Avenue in New York, New York, USA, 16 March 2020. New York Governor Andrew Cuomo announced broad restrictions on public life today with many nonessential businesses ordered closed, bars and restaurants will be limited to takeout and delivery in order to fight the spread of the Covid-19 Coronavirus. Mass transit buses and subways will remain open. (Abierto, Estados Unidos, Nueva York) EFE/EPA/Peter Foley Crédito: Peter Foley | EFE

Quienes leen esta columna saben que suelo ofrecerles información concreta y ayuda práctica. Por ejemplo, cómo y por qué la falta de crédito financiero afecta a nuestra comunidad, y quiénes pueden ayudar con ese problema. O por qué es importante aprender inglés y dónde pueden hacerlo.

Pero hoy quiero referirme a un problema mucho más grave, pero menos concreto: la incertidumbre y los temores y angustias que vivimos todos debido al Coronavirus, o COVID-19.

 Sin ánimo de comparar aquella tragedia enorme con esta crisis sanitaria, nuestro estado de ánimo actual me recuerda el sentimiento de pérdida y la desorientación dominantes después del ataque terrorista del 11 de septiembre de 2011.

 Pero quienes vivimos aquellos tiempos terribles sabemos que hay una enorme diferencia. Mientras que en los últimos tres meses de 2011 era difícil ver esperanzas para el futuro, en 2020 sabemos que las cosas mejorarán. Los científicos más inteligentes del mundo nos dicen que si adoptamos individual y socialmente ciertos comportamientos preventivos, y si nuestros gobernantes toman las decisiones correctas, aunque aumenten en lo inmediato las infecciones, los casos y seguramente las muertes, finalmente volveremos a la luz y a la superficie.

 El hecho de que hoy nuestras calles estén semivacías, de que se suspendan las clases de nuestros niños, de que quien les escribe y el resto de sus colegas de la Hispanic Federation estén trabajando dispersados por todo Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut y otros estados donde funciona nuestra organización puede llenarnos de pena y soledad, pero significa también que estamos haciendo las cosas bien, como lo recomiendan los que saben.

 Si algunos gobernantes no han estado a la altura de los acontecimientos, otros toman todas las medidas a su alcance para guiar eficazmente a la población por estas aguas tormentosas que nos toca navegar.

 El viernes 13 –¡fecha tristemente adecuada!—el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, declaró el estado de emergencia en la ciudad, eliminando así las barreras que dificultaban la respuesta a COVID-19. Por ejemplo, la cancelación de todo evento o actividad que reúna a más de 500 personas, o la habilitación de un número creciente de empleados públicos y privados para que trabajen desde sus casas.

Pocos días antes, el Gobierno neoyorquino había anunciado diversas medidas de protección a las industriss y comercios pequeños y medianos, que constituyen el alma comercial de la Ciudad y alrededores. Otras medidas que me parecen dignas de mención, porque demuestran el interés del gobierno por todos los residentes, son las de ayuda jurídica o económica a los inquilinos amenazados con desalojo, y a quienes no pueden pagar sus cuentas de servicios públicos, como la electricidad y el gas, etc.

 Pero para que todos podamos llegar a buen puerto al final de esta tormenta, tenemos que tomar conciencia de que todos estamos juntos en la misma barca. Y cuidar de los demás como cuidamos de nosotros y de los nuestros. Desde lavarnos las manos como se debe hasta no usar mascarillas si no estamos enfermos, para que haya mascarillas disponibles para quienes realmente las necesitan. Debemos informarnos regularmente, porque vivimos una realidad cambiante, y debemos escuchar a quienes saben, y no a los charlatanes. Una manera de hacerlo es llamando a la línea de ayuda de la ciudad, al 311, o enviando por teléfono el mensaje de texto “COVID” al 692-692.

 En la Hispanic Federation estamos más comprometidos y comprometidas que nunca  con esta causa, que no es sólo hispana sino de todo el mundo.

Para informarse sobre nuestra Hispanic Federation, llamen a nuestra línea gratuita y bilingüe, (866) 432-9832, o visiten www.hispanicfederation.org.

¡Y no se olviden que Puerto Rico necesita nuestra ayuda! Hagan donaciones en www.hispanicfederationunidos.org

 Además, les doy el de la Línea de Información sobre el SIDA, 1-800-233-7432.

¡En el 30mo aniversario de la Hispanic Federation, hasta la columna próxima! 

-Frankie Miranda es el presidente de la Hispanic Federation

En esta nota

Covid Federación Hispana
Contenido Patrocinado