Aumentan denuncias por violencia machista en hogares de Estados Unidos durante la cuarentena

En muchos de los casos, los niños también se convierten en víctimas de abuso y agresión

La pandemia ha encerrado a víctimas con sus agresores.

La pandemia ha encerrado a víctimas con sus agresores. Crédito: Getty Images

El confinamiento doméstico provocado por el coronavirus ha colocado a millones de estadounidenses en una situación inédita en la que la relaciones familiares y conyugales se están sometiendo a una mezcla de estrés e incertidumbre de mucha presión, también provocada por la acelerada recesión económica en la que está envuelta en el país y ha provocado más 10 millones de parados. Esta situación se ha convertido en un cóctel mortal: las denuncias por violencia doméstica también aumentaron en marzo en muchas ciudades del país.

Con más del 96% de los estadounidenses confinados en sus casas, algunas ciudades están sufriendo aumentos significativos de violencia doméstica. NBC News contactó con 22 agencias de policía para solicitar datos de denuncias: 18 departamentos dijeron que habían visto un aumento en marzo. La policía de Houston recibió alrededor de 300 llamadas más de violencia doméstica en marzo que en febrero, un aumento de aproximadamente del 20%.

La policía de Charlotte-Mecklenburg, en Carolina del Norte, recibió 517 llamadas adicionales sobre violencia doméstica en marzo en comparación con el mismo mes del año pasado, un salto del 18%, mientras que la policía de Phoenix recibió casi 200 llamadas más, un aumento de casi el 6%.

“El estrés financiero es una bomba para algunas familias con antecedentes de violencia doméstica”, señaló Steve Mueller, sheriff del condado de Cherokee, Carolina del Sur, que experimentó un aumento del 35% de denuncias en marzo en comparación con febrero. “Desafortunadamente, muchos de estos casos de violencia doméstica ocurren frente a los niños y, a menudo, los niños también se convierten en víctimas de abuso y agresión“, añadió.

El aumento en los informes de incidentes de violencia doméstica se produce mientras la venta de armas se dispara y los refugios para víctimas de abuso buscan maneras de permanecer abiertos. Muchos operan regularmente cerca de su límite de capacidad y, a veces, recurren a hoteles locales para alojar familias cuando se quedan sin espacio, algo complicado económicamente. Varios refugios sin fines de lucro anunciaron que cancelaron o pospusieron las actividades de recaudación de fondos debido a las órdenes de quedarse en casa, lo que provocó importantes agujeros en sus presupuestos anuales.

“Estamos tratando de atender a la creciente demanda de servicios, pero al mismo tiempo nuestros recursos y el apoyo financiero disminuye”, explicó Alejandra Y. Castillo, directora ejecutiva de la sede estadounidense de Young Women’s Christian Association (YWCA, en sus siglas en inglés), que dispone de docenas de refugios para víctimas de abuso en todo el país.

Si bien los números de la policía y los refugios son preliminares, parecen respaldar lo que muchos expertos esperaban que sucediera: el toque de queda ha ido de la mano con el aumento de la violencia doméstica.

En una ciudad del este de Pennsylvania, ya con la orden de confinamiento, un hombre que perdió su trabajo debido a la pandemia disparó a su novia en la espalda y luego se suicidó el lunes. El hombre estaba “extremadamente molesto”, según declaró la víctima superviviente a la policía, justo antes de ir al sótano a buscar su arma de fuego y atacarla.

“La violencia doméstica está enraizada en el poder y el control, y todos nosotros estamos sintiendo una pérdida de poder y control en este momento”, reflexionó Katie Ray-Jones, directora ejecutiva de la línea directa nacional de violencia doméstica a CNN. “Realmente estamos preparándonos para un pico [de denuncias] después de la pandemia. Será cuando las fuerzas del orden público, abogados y tribunales van a escuchar las cosas realmente aterradoras que ocurren a puerta cerrada”, añadió al mismo medio.

Estados Unidos registró su primera muerte relacionada con el coronavirus a finales de febrero en Washington, y las empresas comenzaron a cerrar a mediados de marzo cuando el presidente Donald Trump declaró la emergencia nacional. Poco después, el 16 de marzo, seis condados en el Área de la Bahía de California emitieron una de las primeras órdenes de quedarse en casa, que pronto fueron seguidas por otras ciudades y estados. Fue entonces cuando muchos proveedores de servicios policiales y asociaciones contra la violencia doméstica dicen que comenzaron a ver un aumento de denuncias.

“Esos incidentes de violencia doméstica son peligrosos y pueden aumentar rápidamente, por lo estamos verdaderamente preocupados por estas cifras”, declaró el detective Greg Wilking, del Departamento de Policía de Salt Lake City, donde los casos semanales de violencia doméstica aumentaron de 73 a 96% a mediados de marzo.

Pero la parte más aterradora es que muchas víctimas atrapadas con los abusadores en su casa no podrán pedir ayuda de manera segura.”No pueden comunicarse con seguridad, porque su autor está sentado justo al lado de ellos”, explicó Ray-Jones. “Me imagino que esa es la punta del iceberg”, señaló Anne DePrince, profesora de psicología de la Universidad de Denver que estudia la violencia doméstica a CNN.

De hecho, la línea de ayuda para violencia nacional, que normalmente recibe entre 1,800 y 2,000 llamadas, chats y mensajes de texto al día, se ha mantenido a un ritmo normal, según Ray-Jones. Pero debido al aislamiento, prevé que la avalancha de llamadas y denuncias llegarán cuando el distanciamiento social pase.

Mientras tanto, los refugios que acogen a víctimas de violencia doméstica se preparan para ese posible pico de denuncias y afectados que busquen un refugio. Y el dinero y la financiación ya está convirtiendo en un problema.

21 asociaciones de la YWCA le han comunicado a la sede nacional de la organización que predicen una caída en la financiación de sus servicios de violencia doméstica y agresión sexual, y una docena anticipa cerrar un programa o instalaciones que acogen a víctimas de abuso.

El Centro para la Paz Doméstica, un refugio sin fines de lucro en San Rafael (California) acoge a 21 mujeres y unos 50 niños en viviendas de transición, según Donna Garske, directora ejecutiva. Pero casi todas esas mujeres han perdido su trabajo o parte de su salario debido a la crisis sanitaria y económica que sufre el país, algo que les va a dificultar pagar el alquiler.

La asociación está tratando de conseguir fondos de emergencia para ayudar a esas mujeres, según Garske, a pesar de que el refugio tuvo que cancelar su mayor recaudación anual de fondos. “Si esto no pasa para finales de junio, sería una gran preocupación”, concluyó Garske.

Recursos para víctimas de violencia doméstica

Línea directa nacional de violencia doméstica: llame al 1-800-799-7233 o envíe un mensaje de texto con LOVEIS al 22522

Disponible 24/7. También disponible a través de chat en línea.

Línea directa nacional de agresión sexual: 1-800-656-4673

Proporcionado por RAINN (Red Nacional de Violación, Abuso e Incesto).

Disponible 24/7. También disponible a través de chat en línea.

Ayuda para crisis a través de mensaje de texto: escriba HOME al 741741

Disponible 24/7 para víctimas de abuso y cualquier otro tipo de crisis.

Línea directa nacional de abuso infantil Childhelp: 1-800-422-4453

Disponible 24/7 en 170 idiomas diferentes.

Línea de ayuda de la Oficina de Salud de la Mujer: 1-800-994-9662

Un recurso proporcionado por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU.

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