Hijas de fallecidas por coronavirus en hogares de ancianos en NY demandan justicia

La masiva muerte de adultos mayores revela una serie de fallas en las acciones de estos centros para proteger a los más vulnerables ante el COVID-19

Vivian Rivera-Zayas junto a su madre Ana Celia Martínez, quien falleció en un centro de rehabilitación. (Cortesía)

Vivian Rivera-Zayas junto a su madre Ana Celia Martínez, quien falleció en un centro de rehabilitación. (Cortesía) Crédito: Vivian Rivera-Zayas | Cortesía

Cuando se está a punto de celebrar el Día de la Madres el próximo domingo, hay muchos hijos y nietos que el único regalo que podrán darle a su mamá o abuela, fallecidas recientemente por coronavirus, es lograr que las autoridades asuman su responsabilidad por permitir que fallas en el manejo de los hogares de ancianos hayan provocado la muerte masiva de al menos 4,813 adultos en el estado, lo que representa el 25% de todas las muertes en Nueva York.

Un grupo de hijas de tres madres muertas por COVID-19 dio a conocer este miércoles una lista de demandas para lograr “justicia para los ancianos”, entre las que destaca un llamado para que se pongan en prácticas una serie de nuevos protocolos que prevengan la pérdida de más vidas, y se evite así más dolor entre familias que confiaron en los llamados ‘nursing homes’ para mantener sanos y salvos a sus ‘viejitos’.

Entre las hijas que se unieron en una conferencia virtual para hacer las demandas se encontraban Alexa Rivera y Vivian Rivera-Zayas, quienes perdieron a su madre de 77 años, Ana Celia Martínez, el pasado 1 de abril, por presunta negligencia de los empleados del Centro de Enfermería y Rehabilitación Nuestra Señora de la Consolación, en Long Island.

Las hijas de la puertorriqueña, nacida en Aguadilla, denunciaron que su madre se contagió en el ancianato y no fue trasladada a tiempo al Hospital Good Samaritan de West Islip, sino hasta que ya estaba muy enferma y llevaba días presentando serios síntomas de coronavirus. Las hermanas aseguraron que aunque el estado de Martínez se había deteriorado significativamente, no solo no le ofrecieron asistencia médica a tiempo, sino que los mantuvieron sin acceso a información precisa por semanas sobre lo que estaba pasando.

No recibimos llamadas de vuelta del centro respondiendo nuestras preguntas, ni de la compañía de seguros… solo nos dejaron esperando y esperando. Y no fue sino hasta que la pandemia del coronavirus fue más evidente en las noticias, que ellos nos mandaron una carta indicando que el lugar sería cerrado”, dijo Vivian, comparando la falta de comunicación con lo que ocurría antes, cuando sí las llamaban por cualquier asunto de salud menos complicado relacionado con su madre. “En este caso nunca nos llamaron para notificarnos que había sido expuesta al COVID, y menos nos llamaron para avisarnos que ya estaba presentando síntomas”.

Crean ‘VoicesForSeniors’ en Facebook

Viviana aseguró que están denunciando su caso para evitar que otras familias sufran la misma tragedia de no tener respuestas sobre lo que pasa con sus seres queridos, y por eso crearon la página de FacebookVoicesForSeniors’ para que allí puedan contar sus historias. “Estas son historias que importan. Nuestros ancianos, no porque son mayores de 77 años son desechables, y no significan nada para nadie”.

Alexa contó que la falta absoluta de comunicación las llevó incluso a amenazar al centro de cuidado con la Policía, y ni siquiera así lograr obtener información precisa. “Esto no es sobre dinero, es sobre un claro caso de negligencia, y de no hacer todo lo posible por ayudarla. Estaba a tan solo 100 pies del Good Samaritan Hospital, y si ese centro estaba abarrotado, pudieron pedir ayuda al Gobernador con respiradores”.

Alexa alertó que si existe la posibilidad de una segunda ola “el público debe exigir transparencia y responsabilidad ahora. De lo contrario, todos estamos en riesgo y las cifras de más padres y abuelos que mueren seguirán creciendo”.

Exigen cambios en protocolos

Casos como el de Ana Celia Martínez se estarían repitiendo por todo el estado, y por eso durante la rueda de prensa presentaron una lista de demandas e hicieron un llamado para cambiar los protocolos sobre el funcionamiento de estos centros, para que haya transparencia en la comunicación con los familiares. Datos del Estado calculan que hay 613 hogares de ancianos y 544 centros de atención para adultos en Nueva York.

  • Entre las demandas destaca el tener información más completa y rápida a medida que cambian las condiciones del paciente, para que las familias puedan tomar decisiones informadas. Esto incluye una notificación consistente de todos los brotes de COVID-19.
  • Además, piden que estos centros estén equipados con dispositivos de audio-video accesibles para personas de la tercera edad que permitan una comunicación fácil y directa entre las familias y los pacientes.
  • También cambios en los protocolos, y se examine y ajuste cómo funcionan las cadenas de mando y los procedimientos de autorización, para atender, cuidar y tratar a las personas mayores durante una crisis, incluyendo la cuarentena por COVID-19.
  • Y por último exigieron que cualquier investigación debe llevarse a cabo por investigaciones independientes para examinar completamente todas las lagunas y errores, y determinar si intereses financieros pudieron haber desempeñado un papel en las acciones del centro e incluso en la supervisión del Gobierno, y sus hallazgos deben divulgarse completamente al público. A esto se unirían hacer audiencias públicas, en las cuales las familias afectadas puedan compartir sus experiencias e información.

Una crisis peor de lo pensado

Desde el comienzo de la emergencia de salud por el coronavirus, se alertó que los ancianos eran los más vulnerables, y así se demuestra que hasta el lunes habían fallecido al menos 4,813, en su mayoría dentro de asilos. (Esta cifra no incluye a los que murieron en hospitales aunque residían en centros de cuidado).

Y ha sido tal la cantidad de muertos en los asilos, que son supervisados por el Estado, que la presión para que se asuma responsabilidad ha llegado hasta el mismo gobernador Andrew Cuomo, a quien se le ha cuestionado en varias oportunidades por la decisión de ‘forzar’ a los ancianatos a admitir a personas que habían dado positivo al coronavirus.

Pero el Gobernador ha insistido que son las mismas instituciones las que deben garantizar el cuidado de sus clientes, y por lo cual ordenó a la fiscal general Letitia James abrir una investigación sobre posibles casos de negligencia.

Apenas esta semana el Departamento de Salud del Estado reportó, por primera vez, más de 1,600 muertes de ancianos que previamente no se habían informado, y que son personas que se presume fallecieron por el virus pero que no habían recibido un diagnóstico confirmado. Esta revelación encendió las alarmas que alertan que la crisis del coronavirus en estos lugares es aún peor de lo que se cree.

NYC se lleva lo peor

La ciudad de Nueva York, y sus suburbios, registra el mayor número de casos de muertes de personas mayores en todo el estado. En hogares de ancianos en El Bronx, por ejemplo, se han registrado 215 muertes confirmadas y 446 muertes causadas presuntamente por COVID-19. Mientras que en Queens, los nuevos números mostraron 358 muertes confirmadas y 476 muertes presuntas.

El recuento acumulado de muertes en hogares de ancianos en la Gran Manzana aumentó un 47% a 2,785 esta semana, tras las nuevas cifras dadas a conocer por el Estado que ahora reflejan una imagen más completa pero aún incompleta del daño infligido por el coronavirus en estas instituciones.

Solo en la ciudad de Nueva York, las muertes entre los residentes de hogares de ancianos representan casi el 15% de las 18,909 muertes reportadas hasta el lunes, según muestran datos de la ciudad y el estado. Esto significa que 36 hogares de ancianos en toda la ciudad, casi uno de cada cuatro de los que informaron muertes, han visto al menos el 10% de sus residentes sucumbir al virus.

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