Cómo desarrollar una buena comunicación con tu hijo y lograr que te escuche

La escucha activa con tus hijos es posible y es una habilidad que debemos poner en práctica como padres.

Un niño que no tiene una adecuada escucha activa  es también un niño que no se siente valorado.

Un niño que no tiene una adecuada escucha activa es también un niño que no se siente valorado. Crédito: Luidmila Kot  | Pixabay

Pasar todo el día pidiéndole a tu hijo que haga su tarea, cuando todo lo que hace es jugar videojuegos, no muestra otra cosa que la falta de atención y comprensión de su parte, y que como padre debes fomentar diariamente para facilitar su comunicación.

Comprender y dar sentido a lo que nos están diciendo es la escucha activa. Es una actitud de escucha en la que prestamos atención a lo que nos dice el otro y en la que el otro percibe esta atención por nuestra parte.

Es fundamental que los padres, desde las primeras etapas de los hijos, desarrollen esa escucha activa en sus hijos para que de esta manera se sientan valorados y comprendidos en todo momento. Y eso es muy favorecedor hacia su etapa adolescente, cuando ellos mismos tengan que comunicar sus sentimientos de forma más abierta.

Es importante prepararnos para escuchar a nuestro interlocutor, identificar el contenido de su mensaje, aquello que nos está transmitiendo mediante gestos además de sus palabras, ser capaz de conectar con sus sentimientos.

Existen claves para desarrollar esa escucha activa con los hijos.

Mira a los ojos cuando nos hablan, establecer contacto visual prestando atención a sus miradas o gestos.

Comentar y afirmar para que se dé cuenta de que lo escuchamos.

Mostrar empatía escuchando activamente sus emociones y ponte en su lugar. Es importante aceptar su deseo sin cambiarlo.

Parafrasear permite verificar si estamos comprendiendo el mensaje, pues decimos con las propias palabras lo que parece que el otro acabe de decirnos.

Resumir informando al otro de nuestro grado de comprensión del mensaje. Se pueden emplear expresiones como: “lo que me estás diciendo es…”, “a ver si te he entendido bien…”.

Utilizar preferentemente las preguntas abiertas. Esta técnica consiste en interrogar a la persona para conseguir por su parte una respuesta que contiene cierto desarrollo. Por ejemplo: “¿Qué es lo que quieres decir con…?”

La escucha activa con tus hijos es posible y es una habilidad que debemos poner en práctica como padres. Acércate a tu hijo cuando está hablando, ponte a su altura y mírale a los ojos mientras le tomas de la mano o le tocas el hombro. Por favor no interrumpas, concéntrate en lo que dijo, muestra empatía con pequeños comentarios y toma conciencia de tu lenguaje corporal. Nunca olvides prestar toda la atención a tu hijo para que siempre lleguen a tener esa conexión.

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