Hemorroides: ¿qué las causas, cuáles son sus tratamientos y cómo prevenirlas?

Se estima que un 50% de la población percibirá alguno de los síntomas generales de las hemorroides en un momento de su vida

Las personas de entre 45 y 65 años son más propensas a padecer hemorroides.

Las personas de entre 45 y 65 años son más propensas a padecer hemorroides. Crédito: Shutterstock

La enfermedad hemorroidal, comúnmente llamada hemorroides, es sin dudas una de las más molestas e incómodas que se pueden padecer.

A su vez, es de las más frecuentes. Se estima que un 50% de la población percibirá alguno de los síntomas generales de las hemorroides en un momento de su vida.

Las personas de ambos sexos de entre 45 y 65 años y las mujeres que se encuentran atravesando un embarazo son las dos poblaciones más propensas de padecer hemorroides.

¿Qué son las hemorroides?

Las hemorroides representan una alteración en el tejido hemorroidal, basada en la congestión, desplazamiento, inflamación y/o prolapso por fuera del canal anal.

La función natural de este tejido (que compone una parte de la anatomía humana y está presente en todos los organismos), es actuar como una especie de “almohadilla” del canal anal y regular la contingencia.

Si bien no suelen constituir un cuadro grave o inmanejable, los médicos especialistas aseguran que cuando el dolor se vuelve agudo o las hemorroides se deslizan hacia fuera del ano y aumentan patológicamente su tamaño, pueden provocar un fuerte dolor que impulsa a los pacientes a una solución quirúrgica.

Tipos de hemorroides

Hemorroides internas: Son aquellas que se prolapsan a través del ano y manifiestan sangrados con las deposiciones. En cuanto a su complejidad, se clasifican médicamente en 4 grados, siendo el más grave el que presenta hemorroides que no pueden introducirse.

Hemorroides externas: No sangran, se producen alrededor de la zona anal y producen un constante dolor y sensación de pesadez.

Estas características pueden combinarse y confundir a los pacientes en cuanto al tipo de hemorroides que están padeciendo.

En esos casos, la mejor recomendación es realizar un chequeo médico para identificar la gravedad real del cuadro y recibir un tratamiento que alivie las molestias para continuar con una vida normal.

Causas de las hemorroides

Las causas de las hemorroides son muy diversas (por lo que así también sus tácticas de prevención). Algunas de ellas son:

1) Causas genéticamente hereditarias.
2) Embarazos, en los que es común que el feto ejerce presión sobre la zona anal, y que la mujer realiza esfuerzos agudos durante el trabajo de parto.
3) Posturas inadecuadas que implican que la persona pase mucho tiempo sentada o parada, como por ejemplo en determinados trabajos que así lo requieren.
4) La diarrea, que puede ser resultado de otra enfermedad, podría desarrollar como una de sus consecuencias la aparición de hemorroides, o potenciar su existencia.
5) Y, finalmente, el estreñimiento o constipación.

Hábitos para prevenir las hemorroides

De acuerdo con cada causa, pueden emplearse algunas prevenciones que varían en menor o mayor medida su efectividad:

1) Prestar especial atención a la dieta diaria, propiciando la ingesta de 2 litros de agua por día, y de alimentos ricos en fibra como frutas, verduras y comidas integrales. Esto colaborará en evitar el estreñimiento.
2) Erradicar la sal y el alcohol, dos elementos enemigos de las hemorroides. La primera favorece a la retención de líquidos y el segundo perjudica la circulación sanguínea y dificulta el proceso natural de la digestión.
3) Incorporar el hábito deportivo y controlar los esfuerzos y posturas corporales en colaboración con un óptimo desarrollo del tránsito intestinal.

Cuáles son los síntomas de las hemorroides

Pero, más allá de los tipos de hemorroides que existen, sus causas y formas de prevenirlas, lo que realmente las vuelve “famosas” es su variedad de molestos e incómodos síntomas.

Las principales manifestaciones clínicas son:

1) El picor en la zona anal también conocido como prurito.
2) Un sangrado a través del ano llamado rectorragia, que puede implicar un goteo de sangre fresca (roja) o un manchado al higienizar la zona también expresado en la ropa interior.
3) El prolapso que deja en total visibilidad la aparición de hemorroides.
4) Y las molestias irritativas acompañadas de un dolor persistente en toda la zona.

Tratamiento y solución para las hemorroides

Lo que la mayoría de las personas que padecen esta patología se preguntan es: “¿Las hemorroides tienen cura?”.

Como solución definitiva para los grados más severos existe la posibilidad de una cirugía llamada hemorroidectomía, en la que un médico especialista extirpa las hemorroides con un bisturí.

Otra opción es la hemorroidopexia, una técnica que desplaza las hemorroides hacia el interior del ano con una engrapadora endoanal, o la ligadura con banda elástica.

De acuerdo a la gravedad la recomendación clínica podría sugerir el uso de pomadas y supositorios, laxantes, medicación venotónica, y baños de asiento en aguas templadas.

El primer paso será siempre consultar con el médico de cabecera por la opción más adecuada según el tipo y estado de las hemorroides, y la historia clínica de cada paciente.

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