Pequeños negocios, un verano de lucha para mantener las puertas abiertas

El 53% de los empresarios de Brooklyn creen que será difícil mantener el negocio en los próximos tres meses

Cuomo volvió a advertir a los gobiernos locales que deben hacer cumplir las normas de distanciamiento social en bares y restaurantes.

Cuomo volvió a advertir a los gobiernos locales que deben hacer cumplir las normas de distanciamiento social en bares y restaurantes.  Crédito: AFP / Getty Images

A través de las ventanas se ven las sillas encima de las mesas en los locales. Se sirve en la calle y la lluvia o el exceso de calor disuaden a unos clientes que viven con su propia incertidumbre en materia de ingresos. Salvo en los supermercados, el comercio también está a algo menos de medio gas desde que el coronavirus forzó el cierre y luego la tímida reapertura.

En Fulton street en el área de Fort Greene, una zona que durante el verano ha sido destino de entretenimiento y compras y mantiene el movimiento durante el invierno, tanto locales comerciales como de entretenimiento tienen sus servicios a medio gas o completamente cerrados. Ya ha cerrado el Annex Café, donde era raro poder encontrar un sitio desde primera hora para instalar el computador y tomar un café.

Muchos dueños de negocios, tiendas, barberías, delis, restaurantes, cafés, etcétera echan cuentas. Y no solo en esta calle. La Cámara de Comercio de Brooklyn ha dado a conocer esta y otras cuentas que hacen los empresarios y que pueden ser fácilmente extrapolables a otros condados de la ciudad.

El 43% tiene “significativamente menos negocios” durante la primera semana de la reapertura y poco parece cambiar, según una encuesta elaborada entre pequeños negocios de este condado por la Cámara.

En el caso de los bares y restaurantes, en la fase 4 –en la que ha entrado la ciudad esta semana–, no está permitido que haya todavía actividad de servicio en el interior pero algunos dueños de negocios dicen que con solo el 30% de la ocupación permitida, va a ser difícil evitar la bancarrota.

El presidente de la Alianza de negocios de bares y restaurantes, Andrew Rigie, se quejaba el lunes de la falta de información y los problemas que está habiendo para que haya un mayor consumo en estos negocios.

La Cámara de Comercio de Brooklyn ya ha aventurado que un 35% de los 63,000 pequeños negocios de la ciudad nunca volverán a abrir sus puertas. En la encuesta, el 53% dice que será difícil estar abiertos en los próximos tres meses. Es decir, que en el otoño la cara de muchos barrios pueda cambiar para ser más sombría y desde luego no se podrá evitar que continúe caída en los ingresos fiscales de la ciudad y el aumento del desempleo.

La Cámara, presidida por Randy Peers, ha verificado que el 28% de los negocios no ha pagado la renta correspondiente al mes de julio y hay quienes se les acumulan el pago del actual mes con el de los anteriores. La Alianza dirigida por Rigie está haciendo su propia encuesta sobre la renta.

El PPP, el programa de préstamos perdonables de la SBA, que llegó a algunos negocios  cubre dos meses y medio de pagos de nóminas, aunque se puede aplicar los pagos de rentas se espera que se haya usado en agosto.

Ayudas para renta

Se espera que las discusiones en el Congreso sobre una nueva ayuda fiscal de un poco de oxígeno a unos negocios que lamentan que el 61% de los caseros no ha ofrecido alivio al pago de la mensualidad. El 74% dice que la ayuda para el pago del alquiler es muy importante para verdaderamente apoyar a los pequeños negocios.

La renta comercial en Nueva York ha sido antes de la pandemia uno de los problemas más serios de unos negocios que se han encontrado con renovaciones de contratos cada vez más caros. Negocios enteros han cerrado debido a la imposibilidad de rebajar o mantener unos alquileres asequibles y ahora esto se ha agravado.

El Small Business Jobs Survival Act, el proyecto de ley para asegurar subidas asequibles y contratos de larga duración no se termina de aprobar por el Concejo ni siquiera con la modificación que ha propuesto el concejal Ydanis Rodríguez para que no se aplique en la mayor parte de Manhattan.

“Estamos viendo que la renta es un reto universal”, dice Randy Peers. “Lo vemos en Coney Island cuyo paseo está sofocado y con ellos los negocios por el cierre del parque de entretenimiento pero también lo vemos en  Brooklyn Heights porque los clientes han dejado la ciudad. Es claro que la ayuda para el alivio de la renta es necesaria de forma urgente”.

Cuando se pregunta qué ayudas precisan, además de la ayuda con la renta, para mantener los negocios abiertos, el 84% se refiere a los cash grants, que básicamente son ayudas monetarias que no han de devolverse y que incluso han sido donadas por  grandes empresas como Verizon, Lowes, Hennesy y otras empresas que son parte de un ecosistema que funciona cuando funciona para todos.

Peers afirma que los líderes de la comunidad de pequeños negocios, caseros, bancos y políticos deben responder “con soluciones innovativas que provean un alivio inmediato antes de que caigamos con más fuerza en una crisis de alquiler más profunda”. Desde retrasos en rentas que pueden ser cobradas al final del periodo de alquiler o garantía federal a hipotecas que puedan dejar de ser cobradas temporalmente, todo debe estar encima de la mesa.

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