La bola del censo va hacia la cancha de las cortes de justicia

Si ganara la teoría del presidente, el impacto de la decisión la sentirían los habitantes de estados como California, Texas, Florida, o New York

El cuestionario del Censo no se llena de manera individual, sino por familia.

El cuestionario del Censo no se llena de manera individual, sino por familia. Crédito: MANDEL NGAN | AFP / Getty Images

Llegó la hora de aclarar si los indocumentados son parte de la población de los Estados Unidos.

Esa es la tormenta que desató el presidente Donald Trump al anunciar el cambio en los círculos o distritos electorales en la Cámara de Representantes con la distribución de curules, según la población inmigrante,  a partir del próximo 2021. 

Se esperan demandas ante la Corte Suprema de Justicia contra el reciente memorando con el que el presidente le pidió al Departamento de Comercio no incluir a indocumentados y sacarlos del conteo del censo 2020.

Hasta ahora las ACLU, New York y California ya desafiaron ante tribunales inferiores la norma que se presenta como nuevo obstáculo para que los inmigrantes completen el formulario antes del 31 de octubre.

Solo en New York se reporta baja participación en la respuesta del conteo, atribuida a la alarma que generó la intención de preguntar el estatus de ciudadanía en este censo.

Trump argumenta que excluir a los extranjeros sin estatus de inmigración legal representaría mejor la Constitución Política de la nación y la Oficina del Censo no debería contarlos.

Pero las demandas se basarán, precisamente, en que la Constitución exige incluir “personas” habitantes del país.

La Enmienda 14 de la Constitución dice que los Representantes serán distribuidos entre los estados según el número de personas presentes durante el censo, sin exigir ningún tipo de documentos.

En otras demandas, ante tribunales inferiores, ya se estableció que también cuentan como  “personas” los inmigrantes sin documentos.

Y la esperanza de resolver el asunto, de manera definitiva, está en que la Corte Suprema le dijo no al presidente el año pasado, cuando negó incluir la pregunta de ciudadanía en el cuestionario.

Si ganara la teoría del presidente, el impacto lo sentirían estados como California, Texas, Florida, o New York, porque se reducirían hasta en tres sus curules en el Congreso federal.

Entonces, la siguiente pregunta sería ¿cómo la administración federal obtendría ese otro censo, y con base en qué registros podría adivinar cuántos habitantes no tienen permiso para trabajar?

Trump espera imponerse porque según la ley, al final la rama ejecutiva, es decir el presidente, determina quiénes califican como habitantes.

Pero no tan rápido, todavía hay esperanza. 

En 1999 la Corte anuló la aplicación de métodos de muestreo de ciencias sociales en el censo, y si ahora le tocara pronunciarse podría decidir de una vez por todas si los indocumentados pueden contar para  la representación democrática.

(La autora -que utiliza un pseudónimo- es una periodista radicada en Nueva York)

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