Regreso a la escuela para los niños sin hogar

La organización Schools On Wheels ofrece tutoría, apoyo y guía a los menores sin vivienda

Anarely junto a su tutora Sandy, quien la acompañó por 8 años.

Anarely junto a su tutora Sandy, quien la acompañó por 8 años. Crédito: Cortesía School on Wheels | Cortesía

Esta semana miles de niños y adolescentes comenzaron las clases de manera virtual, en respuesta a la pandemia de COVID-19. El histórico comienzo escolar se enfrenta a obstáculos y desafíos impensados años atrás, particularmente para los niños que no cuentan con computadoras, laptops o servicio de internet en sus hogares, así como para las madres y padres que trabajan y no pueden, o no saben cómo ayudar a sus hijos.

Los obstáculos y desafíos son aún mayores para los niños sin hogar.

Anarely Hernández García conoce los desafíos por experiencia propia. Ella y sus hermanos perdieron su hogar cuando ella estaba en tercer grado. Hoy, gracias al apoyo de la organización Schools on Wheels (Escuela sobre ruedas) y su tutora Sandy, que la acompañó, apoyó y guió por años, la joven de 19 años estudia Ciencias Políticas en la Universidad de California Riverside (UCR) y tiene fe en un futuro mejor.

“Mi papá, que era la principal fuente de ingresos, fue encarcelado por violencia familiar”, recordó Anarely en entrevista con La Opinión. Fue de este modo que, del día a la noche, Anarely, sus hermanos y su madre se quedaron sin hogar.

“Yo era pequeña, y en un principio no entendía bien qué era lo que estaba pasando. Mi hermana tiene un año menos que yo y, en ese entonces, mi hermanito apenas iba a comenzar kindergarten”, recordó la joven.

A través de la ayuda de Saint Thomas, la escuela e iglesia de Los Ángeles a la que iba la familia, pudieron encontrar lugar, primero en el refugio Alexandria House, del Sur-Centro de Los Ángeles, y luego en un cuarto en el que vivían los cuatro y compartían el baño con otra familia.

“Yo no quería que nadie en la escuela se enterara. Sólo le conté a dos amigas. Todos mis compañeros tenían a sus familias, tenían su hogar. Nadie estaba en nuestra misma situación, una situación que yo trataba de esconder”, recordó la joven nacida en Ciudad de México. “Siempre había personas haciendo comentarios sobre mí y mi familia, pero resulté ser más fuerte de lo que creía”, reflexionó.

Entre las muchas dificultades que vivió en esa época, Anarely recordó a la persona de la escuela que cuidaba a los niños después de clases.

“Mi mamá salía corriendo del trabajo para poder llegar a las 6:00 p.m. a recogerme. Yo era generalmente la última que pasaban a buscar y la señora que cuidaba a los estudiantes siempre se quejaba y criticaba a mi mamá por llegar tarde”, compartió.

“Entre las cosas positivas del refugio recuerdo a mucha gente buena e inspiradora que nos ayudó a nosotros y a mi mamá. Entre las malas, recuerdo que había mucho ruido, se cortaba la internet, no había privacidad y teníamos que compartir el baño, que si bien mi mamá siempre limpiaba, otros dejaban sucio. Un año, para Navidad, nos regalaron unos juguetes electrónicos y a la semana ya nos los habían robado”, compartió.

El 30 por ciento de los refugios para personas sin hogar no ofrecen servicio de internet.

Anarely se graduó con honores de la escuela preparatoria.

Voluntarios que hacen la diferencia

A pesar de los muchos obstáculos, Anarely se graduó con honores de la escuela preparatoria.

“Judy, la directora del refugio me preguntó si me gustaría tener la ayuda de un tutor. Yo veía que otros niños que podían pagar tenían tutores y mi inglés no era muy bueno. Así que acepté la oferta”. Fue así como Anarely conoció a Sandy de Schools on Wheels, quien  fue su tutora y guía, cada semana, por ocho años consecutivos.

Schools On Wheels es una organización sin fines de lucro que ofrece tutores y ayuda a los niños sin hogar. En 2019, la organización ayudó a 3,500 niños y entregó 7,000 mochilas con útiles escolares.

“Amo a mi tutora”, compartió la joven. “Un día, Sandy me preguntó si me gustaba el Sushi, pero yo nunca lo había probado. Lo probé, me encantó y desde entonces, cada tanto vamos juntas a comer. También me regaló muchos libros. Me regaló la colección completa de Junie B. Jones”, recordó Anarely con emoción, y compartió que Tony Morrison es una de sus escritoras favoritas.

Hasta la llegada de la pandemia, los tutores  se reunían una vez por semana con los niños en un lugar público como por ejemplo el refugio o una biblioteca. Pero desde la cuarentena se reúnen online.

“Al ser online, muchos tutores tienen más tiempo y pueden reunirse con más frecuencia. Algunos incluso se reúnen día por medio. Es increíble ver como se iluminan las caritas de los niños cuando saben que se reunirán con su tutora o tutor”, notó Sinead Chilton, autora y vocera de Schools on Wheels, en entrevista con La Opinión.

Los niños necesitan estabilidad y el apoyo a largo plazo.

Obstáculos impensados

“Muchos de estos niños se mudan con frecuencia. Para ellos, los adultos van y vienen. Pero los niños necesitan estabilidad, necesitan la figura positiva de un adulto con quien conectarse, alguien que se comprometa a ayudarlos a largo plazo”, explicó Chilton

Las necesidades y dificultades para los niños sin hogar y sus familias son muchas. La nueva modalidad de clases virtuales, a su vez, llega con nuevos desafíos. En el caso de las familias con dos o más niños que viven en un auto, un refugio o un cuarto, los menores deben tomar clases al mismo tiempo que sus hermanitos en un espacio reducido. Schools On Wheels y LAUSD proveen tabletas y hotspots (para poder acceder a la internet), pero incluso pequeños detalles como el cargador de batería, que muchos de nosotros tenemos por garantizados, pueden convertirse en gigante obstáculo para quienes no tienen hogar.

Chilton explicó que otra dificultad nacida de la pandemia es que desde el brote del COVID-19, muchas familias se han mudado a cuartos de moteles o a sus autos para evitar contagios, y se encuentran aisladas. El aislamiento y la distancia social, a su vez, aumentan la incidencia de casos de violencia doméstica.

“Es más difícil para las madres solteras, más solitario y sin ningún apoyo”, confirmó Chilton.

Anarely: ‘Me gusta ir con Sandy a comer Sushi’.

Acceso a la educación

“Todos los niños se merecen los mismos derechos, el mismo acceso a la educación, independientemente de sus circunstancias, independientemente de su color de piel”, enfatizó Chilton. “El COVID-19 ha aumentado las diferencias sociales. La mayoría de las personas sin hogar son latinos o afroamericanos y la raíz está en la pobreza. Todos estamos a un cheque de pago de convertirnos en homeless y en Los Angeles es aún peor”. Según información de School On Wheels, uno de cada 20 niños en California no tiene hogar.

Chilton recordó el riesgo que corren muchas organizaciones sin fines de lucro como School On Wheels, que dependen de donaciones .

“Las organizaciones sin fines de lucro son la columna vertebral del país. Desafortunadamente, muchas pueden desaparecer”, advirtió.

Si estás interesado en donar, ser voluntario o colaborar con la organización, puedes visitar https://www.schoolonwheels.org, llamar al 805-641-1678; 805-641-1686 o enviar un correo electrónico a contact@schoolonwheels.org.

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