Dieta mediterránea vs dieta keto: ¿Cuál es la mejor tendencia para perder peso?

Descubre cuál de estas dos populares tendencias de alimentación se ajusta más a tu estilo de vida y preferencias

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Esta dieta se considera un régimen restrictivo que puede no ser beneficioso para algunas personas. Crédito: Shutterstock

En los últimos años el incremento en tendencias de nutrición y salud ha sido considerable, lo cierto es que todos queremos vivir mejor, prevenir enfermedades y gozar de un peso saludable. Es por ello que de manera específica tenemos a la mano numerosas opciones de pautas dietéticas disponibles, lo cual resulta grandioso ya que existen todo tipo de opciones que se acoplan a los diferentes estilos de vida y preferencias de cada persona.

La oferta de métodos dietéticos es tan extensa, que es muy normal que nos sintamos abrumados para elegir la más conveniente; también hay algunas personas que se ven en la tentación de probar todo tipo de tendencias. Sin embargo a pesar de la numerosa oferta, existen algunas pautas alimenticias que tienen un gran sustento científico y que sus beneficios han sido avalados por prestigiosos investigadores a nivel mundial. Tal es el caso en concreto de dos dietas que en los últimos meses han revolucionado al mundo wellness: la dieta mediterránea y la dieta cetogénica, también popularmente conocida como dieta keto. Si bien ambas se caracterizan por sus inmensos beneficios para adelgazar, ganar salud e inclusive vivir más, existen diferencias considerables entre cada una.

¿En qué consiste la dieta mediterránea?

Últimamente todos hablan de la dieta mediterránea y sus inigualables bondades medicinales. Lo primero que hay que saber es que se trata más bien de un estilo de vida, no tanto de una pauta alimenticia como tal. Es una valiosa herencia cultural que promueve vivir equilibradamente a través del uso de ingredientes locales y de temporada, técnicas culinarias, recetas, celebraciones y costumbres.

No existe una pauta estricta como tal en la dieta mediterránea se inspira en promover un abundante consumo de frutas y verduras, cereales integrales, frijoles, nueces y semillas, su ingrediente estrella es por su puesto es el terapéutico aceite de oliva. Y de dos a tres veces a la semana en la ingesta de pescados, mariscos, productos lácteos bajos en grasa y la carne roja en ocasiones especiales. Es el plan perfecto para las personas que desean cuidar la salud cardiovascular, también se relaciona con extraordinarios beneficios para regular los altos niveles de colesterol y reducir la presión arterial. 

El interés por la dieta mediterránea despertó en el año 1960 cuando se comprobó un menor índice en enfermedades coronarias y menos muertes en los países mediterráneos, como es el caso de Grecia e Italia. Posteriormente se siguieron comprobando los beneficios de este estilo de alimentación, sobre todo en la prevención de condiciones como la diabetes, obesidad, síndrome metabólico y enfermedad cardiovascular. Por otra parte aporta efectos muy positivos para mejorar la calidad del sueño en adultos mayores, beneficia la pérdida de peso y el rendimiento físico y mental.

Sobre los alimentos permitidos:

La base fundamental de la pauta mediterránea se inspira en una dieta basada en plantas, es decir alimentos de origen vegetal. Sobre los elementos más recomendados se destacan los siguientes.

  • Consumo diario de frutas y verduras: Algunos buenos ejemplos son manzanas, plátanos, naranjas, peras, fresas, uvas, dátiles, higos, melones, melocotones. Y verduras como los tomates, brócoli, col rizada, espinacas, cebollas, coliflor, zanahorias, coles de Bruselas, pepinos, lechuga, arúgula, alcachofas, espárragos, entre otros.
  • Los granos integrales también deberán consumirse diariamente: avena integral, arroz integral, centeno, cebada, maíz, trigo sarraceno, trigo integral, pan integral y pasta. Junto con los frutos secos y semillas: Almendras, nueces, nueces de macadamia, avellanas, anacardos, pipas de girasol, pipas de calabaza
  • Ingesta semanal de magras como pescado y aves, legumbres y huevos. Priorizando el consumo de los siguientes alimentos: Frijoles, guisantes, lentejas, cacahuetes, garbanzos. Tubérculos: patatas, batatas, nabos y ñame. Pescados y mariscos como el salmón, sardina, trucha, atún, caballa, camarón, ostras, almejas, cangrejo y  mejillones. Aves de corral: pollo, pato y pavo. Lácteos: queso, yogur, yogur griego.
  • Ingesta limitada de carnes rojas y cantidades moderadas de vino tinto.
  • Hierbas y especias: Serán un elemento importante en las preparaciones y a la vez se distinguen por sus propiedades terapéuticas ajo, albahaca, menta, romero, salvia, nuez moscada, canela, pimienta.
  • Grasas Saludables: Aceite de oliva virgen extra, aceitunas, aguacates y aceite de aguacate.

También es igual de importante poner atención en los alimentos que es mejor evitar, como es el caso de los  granos refinados como pan blanco, pasta blanca y masa de pizza. Grasas saturadas como aceite de coco, mantequilla y leche entera.Todo tipo de alimentos procesados y con un alto contenido de azúcares agregados como los pasteles, refrescos y dulces. Embutidos y carnes procesadas.

¿En que consiste la dieta cetogénica?

La dieta keto es una de las más populares hoy en día, cada día cuenta con un mayor número de seguidores y se caracteriza por un bajísimo consumo de carbohidratos. Gracias a ello el cuerpo libera cetonas en el torrente sanguíneo como fuente de energía. Lo cierto es que las células humanas están acostumbradas a utilizar la glucosa proveniente de los carbohidratos como principal fuente de energía, en ausencia el cuerpo comienza a descomponer la grasa almacenada en moléculas llamadas cuerpos cetónicos. A este proceso se le conoce como cetosis. 

Durante el siglo XIX se comenzó a utilizar la dieta cetógenica como una poderosa herramienta en el control de la diabetes y posteriormente a lo largo de los años se han comprobado otra larga lista de beneficios medicinales. Entre sus principales bondades se destacan sus cualidades para fortalecer y proteger al cerebro, así como sus células nerviosas, es por ello una alimentación recomendada para las personas que padecen Alzheimer. 

También se cuenta con diversos estudios que avalan los beneficios de la cetosis en el tratamiento de la epilepsia, ya que puede reducir el riesgo de padecer convulsiones. También se relaciona con efectos muy positivos en el control del colesterol, triglicéridos y por lo tanto reduce el riesgo de complicaciones cardíacas.

A la vez debido a las restricciones en carbohidratos se relaciona con grandes cualidades para promover una eficaz pérdida de peso y sobre todo es un buen método para quemar grasas, una vez que se llega al estado de cetosis (el cual puede tomar varios días). Sin embargo es importante asegurarse de no perder ningún nutriente esencial, estas deficiencias suelen derivarse en todo tipo de enfermedades.

Sobre los alimentos permitidos:

  • Pescados y Mariscos, como el salmón, robalo, atún, mejillones, camarones y langostinos.
  • Verduras, sobre todo las variantes con pocos hidratos de carbono como espinacas, coles de Bruselas y col rizada, aguacate, tomate, lechuga, brócoli.
  • Lácteos enteros como el queso y el yogurt.
  • Proteínas de alto valor biológico, como pollo, pavo, pato, carne de cerdo y roja.
  • Comidas que se deben evitar: La mayoría de frutas, debido a su contenido en azúcares que son un tipo de hidratos de carbono. Las más contraproducentes son uvas, plátanos, mango, coco y en general las más calóricas.
  • Granos y almidones, de cualquier tipo.
  • Alimentos procesados, dulces, postres, alimentos y bebidas azucaradas.
  • La mayoría de frijoles y legumbres.
  • Comidas rápidas y alcohol.

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