Cómo se hace el queso: ¿qué tan bueno es realmente para la salud?

Es preferible un queso bajo en grasa a un queso sin grasa

Queso

Crédito: Karolina Grabowska | Pexels

El queso resulta de coagular la leche y de separar la mayor parte del suero. Se trata de un producto lácteo que es completo en su composición de nutrientes, ya que tiene carbohidratos, proteínas, lípidos, vitaminas y minerales. Veremos cómo se hace y qué tan bueno es para ti.

Existen infinidad de variedades de queso según la leche de origen, el contenido en agua y los microorganismos característicos involucrados en su maduración, el tratamiento térmico y el porcentaje de grasa. Hay dos tipos: naturales y procesados.

¿Cómo se hace el queso?

La realización del queso, es un proceso sencillo según un artículo publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México.

  1. Primero hay que fermentar la leche y dejar el producto en reposo para que adquiera la consistencia que se pretende.
  2. Se añade o elimina la nata, según el tipo de leche y el tipo de queso que se quiera elaborar.
  3. Se realiza la pasteurización, un procedimiento para eliminar todos los microorganismos que hay en la leche. Posteriormente, se adicionan bacterias necesarias para la formación del ácido láctico suficiente que favorezca el proceso de fabricación.
  4. Cuajado o coagulación de la leche. Una vez que se ha coagulado el producto se desuera la cuajada, se realiza una deshidratación parcial del gel de caseína.
  5. Por último se hace el moldeo y prensado de la cuajada y al final se hace el salado.

¿Qué tan bueno es el queso?

Muchos quesos tienen un alto contenido de sodio y grasa. Investigadores de Escuela de Salud Pública de Harvard (HSPH) señalan que la grasa láctea no es un tipo óptimo de grasa en nuestras dietas. Aunque uno puede disfrutar de cantidades moderadas de productos lácteos enteros como el queso.

El queso natural, bajo en grasas y sodio puede ser una adición saludable a la mayoría de las dietas.

Los quesos sin grasa no se recomiendan como parte regular de la dieta, incluso para aquellos que buscan reducir las calorías o la grasa ya que son productos con procesamiento extremo, publica Medical News Today.

5 beneficios del queso

1. Salud de los huesos y dientes

El contenido de calcio, proteína, magnesio, zinc y vitaminas A, D y K del queso contribuye al desarrollo óseo saludable y a prevenir la osteoporosis. El calcio también es un mineral importante para la formación de los dientes.

Comer queso puede elevar el nivel de pH en la placa dental, ofreciendo protección contra la caries dental, según un estudio publicado en por la Academia de Odontología General. 

2. Energía y prevención de la anemia

El queso aporta vitamina B12, un nutriente que ayuda a mantener sanas las neuronas y los glóbulos sanguíneos. La deficiencia de esta vitamina provoca anemia megaloblástica, por lo que te puedes sentir cansado o débil

La deficiencia de vitamina B12 también puede incluir problemas de equilibrio, depresión, confusión, demencia, mala memoria, e inflamación de la boca o la lengua.

3. Microbiota intestinal

Al ser un alimento fermentado, el queso puede ayudar a estimular las bacterias intestinales saludables.

4. Puede reducir riesgo de diabetes

Científicos de la HSPH y otras instituciones identificaron una sustancia natural en la grasa láctea que puede reducir sustancialmente el riesgo de diabetes tipo 2. El compuesto, ácido trans-palmitoleico no es producido por el cuerpo, por lo tanto solo proviene de la dieta.

5. Control de peso

El consumo de proteínas mejora el control del apetito, la saciedad y reduce la posterior ingesta de alimentos. En un plan de pérdida de peso, la proteína también ayuda a conservar el músculo.

Las personas con un índice de masa corporal (IMC) alto tiene más probabilidades de tener niveles bajos de calcio, mineral que aporta el queso.

¿Quiénes no deberían comer queso?

Cualquier persona con alergia a la lactosa no debe comer ningún tipo de queso. Sin embargo, las personas con intolerancia a la lactosa pueden disfrutar de una pequeña cantidad de quesos duros, como el cheddar y el parmesano ya que tienen niveles más bajos de lactosa.

El fósforo en que se encuentra en grandes cantidades en algunos quesos puede ser perjudicial para las personas con trastornos renales.

La tiramina es un aminoácido que se encuentra encuentra naturalmente en los quesos fuertes o curados. Deben evitar los alimentos con altos niveles de tiramina las personas que usan medicamentos inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) para tratar la depresión y la enfermedad de Parkinson.

Las migrañas y los dolores de cabeza también se han asociado con alimentos que contienen tiramina.

Te puede interesar:

En esta nota

Dieta saludable queso
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain