Campañas de Trump y Biden reconocen cerrada competencia

El voto latino es más importante que nunca en estados clave

El debate presidencial fue calificado como un caos.

El debate presidencial fue calificado como un caos. Crédito: SAUL LOEB | Getty Images

En 2016, mientras las encuestas señalaban que Hillary Clinton lideraba la contienda electoral, el presidente Donald Trump –entonces contendiente– acusaba que esos sondeos estaban truqueados. No es que lo estuvieran, sino que la mayor parte de los análisis toman en cuenta tendencias generales, cuando el sistema electoral debería enfocarse a las locales para acercarse al Colegio Electoral.

En la actual contienda, aprendiendo del pasado y reconociendo los estados clave, las campañas del exvicepresidente Joe Biden y del presidente Trump reconocen que las últimas dos semanas son cruciales, en un escenario donde cualquiera podría ganar. Ninguno puede atribuirse anticipadamente una victoria contundente.

La jefa de campaña del demócrata Jen O’Malley Dillon, escribió un amplio mensaje en Twitter, destacando las recaudaciones por casi $400 millones de dólares, pero la necesidad de tener más fondos para movilizar el ejército de promotores del voto en campo.

“Las próximas semanas van a ser difíciles. Le digo a nuestro equipo cada semana que ‘podemos enfrentar cosas difíciles’. Quiero decirles a dónde va su dinero, qué estamos viendo sobre el terreno y qué ‘cosas difíciles’ se deben hacer para ganar estas elecciones en las próximas dos semanas”, escribió.

Aquel mensaje público empata con un memorando interno –del que obtuvieron copia The Washington Post y Fox News– sobre la necesidad de redoblar esfuerzos, debido a una posibilidad de que el presidente Trump resulte vencedor.

“(La) realidad es que esta competencia está mucho más cerca de lo que sugerirían algunos de los expertos que estamos viendo en Twitter y en la televisión”, escribió Dillon.

Según un promedio general de sondeos, integrados por Five Thirty Eight, biden lidera las preferencias con 53.6 por ciento contra 42.5 por ciento a favor de Trump, pero la jefa de campaña del demócrata reconoce que las variables podrían estar equivocadas.

“Incluso las mejores encuestas pueden estar equivocadas y variables como la participación significan que en varios estados críticos estamos fundamentalmente empatados”, adviritió Dillon a los integrantes de la campaña. “Necesitamos hacer campaña como si estuviéramos atrás”.

El miedo de Trump

Hay un refrán que dice: “De broma en broma, la verdad se asoma”. En el caso del presidente Trump aplica sobre su temor a perder la elección.

En un mitin en Macon, Georgia, el mandatario lanzó la pregunta un poco en sarcasmo, pero con un fondo claro de que no todo va tan bien como en 2016.

“El peor candidato demócrata en la historia me presiona… ¿Te imaginas si pierdo?… Toda mi vida, ¿qué voy a hacer? Voy a decir: ‘Perdí ante el peor candidato en la historia de la política’. No me voy a sentir tan bien. Tal vez tenga que salir del país. No lo sé”, expresó.

Sus seguidores rieron, pero reportes sobre la campaña señalan que hay un temor real de perder la contienda, sobre todo porque el mandatario no ha logrado desvanecer su mal calificada actuación contra la pandemia de coronavirus.

Asesores republicanos reconocen que el mandatario está enviando mensajes erróneos en el momento más crítico de la campaña, aunado a su mala actuación en el foro de NBC News donde votantes lo cuestionaron, pero el republicano no logró salir bien librado de las precisiones que la moderadora Savannah Guthrie hizo acerca de sus afirmaciones sobre el pago de impuestos, inmigración y COVID-19.

“El presidente parece haber duplicado sus esfuerzos en su base electoral… (Aunque) los republicanos deben encontrar una manera de atraer a los votantes independientes en estados como Carolina del Norte, Maine y Michigan”, reconoció Ken Spain a The New York Times.

El jefe de campaña del republicano, Bill Stepien, enfrenta dificultades para reorientar la estrategia del presidente Trump, tras la salida de Brad Parscale luego de un evento fallido en Ohio.

La campaña también enfrenta problemas de donaciones y los fondos se enfocan a Florida, Arizona, Georgia y Carolina del Norte y Pensilvania, las mismas entidades donde Biden no ha dejado de poner atención.

La clave latina

El recuento de Five Thirty Eight sobre los posibles votos electorales considerando las tendencias por estados marcan que Biden ganaría con amplio margen, pues obtendría 347 contra 191 de Trump. Es un número alentador para demócratas, pero la realidad parece mostrar una contienda más cercana.

El voto latino es importante en entidades clave, incluso en aquellas donde hay pocos hispanos, ya que por ejemplo, en la región de Pensilvania, Wisconsin y Michigan, Clinton perdió por unos 78,000 votos.

Jens Manuel Krogstad, experto y editor del Pew Research Center en tendencias de la comunidad latina, destaca el incremento de votantes latinos que –si salen a ejercer su derecho– serán importantes para los aspirantes presidenciales.

“La población latina ha estado creciendo por todo el país… en las dakotas, Dakota del Norte y Dakota del Sur”, indicó Krogstad en una entrevista para el podcast El Diario Sin Límites de este diario con City Limits. “Para los estados clave para la elección, son Pensilvania con 500,000 latinos para votar, en Michigan más de 250,000 y Wisconsin hay más de 180,000”.

Precisó que cualquier voto será importante para los aspirantes y aunque sean pocos votantes podrían marcar la diferencia.

“Sí pueden ser importantes en elecciones, esos tres estados fueron decididos por menos de 78,000 votos”, acotó.

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