¿Por qué es importante remojar las semillas y frutos secos?

Las semillas y los frutos secos son un tesoro de gran poder energético y terapéutico. Remojarlas previo al consumo es un paso fundamental para potenciar su valor nutricional y mejorar su digestión

Frutos secos y semillas

Estos alimentos brillan por su densidad en nutrientes, son saciantes, verátiles y aceleran el metabolismo. El secreto radica en vigilar las cantidades de consumo y leer las etiquetas nutricionales.  Crédito: Foto de Jonathan Borba en Pexels | Pixabay

En los últimos años el consumo de semillas y frutos secos ha aumentado considerablemente, de hecho forman parte importante de numerosas pautas alimenticias enfocadas en perder peso, prevenir enfermedades crónicas y vivir más. Es por ello que las legumbres, los frutos secos, los cereales y las pipas, representan uno de los grupos de alimentos más populares en las dietas vegetarianas y también por supuesto por su extraordinario aporte en nutrientes esenciales. 

De manera específica los frutos secos y las semillas se han vuelto un alimento imprescindible en la dieta, gracias a su poder energético son un elemento importante en la pirámide nutricional y tan sólo con consumir un puñado al día es posible combatir deficiencias nutricionales y diversas enfermedades.

Representan una de las mejores fuentes de proteínas de origen vegetal, es por ello que son una de las mejores alternativas para reducir la ingesta de proteínas provenientes de animales. También llaman la atención por su alto contenido en grasas saludables, que son fundamentales para gozar de un peso balanceado y una buena salud cardiovascular. Son una extraordinaria fuente de fibra, nutriente clave para asegurar un buen proceso de digestión, regular el tránsito intestinal y prevenir el estreñimiento.

Lo cierto es que existen numerosas variantes de frutos secos y semillas, la naturaleza es sabia y pone a nuestro alcance su inmenso poder nutricional. Tienen un aspecto en común muy importante y es que son semillas, lo cual quiere decir que contienen la información genética de cada especie y de manera concentrada los nutrientes necesarios para alimentar los primeros momentos de la germinación. Es por ello que las plantas han desarrollado complejos sistemas para preservar su linaje y sus semillas siempre vienen protegidas por cápsulas de madera (frutos secos), vainas (legumbres), cáscaras (pipas) y capas de celulosa (cereales).

Este tipo de alimentos son propensos a sufrir barreras físicas y químicas que se denominan “antinutrientes.” Reciben este peculiar nombre por que son factores que impiden el aprovechamiento de su riqueza en vitaminas, minerales, proteínas y carbohidratos. Y son una de las principales causas de la presencia de dichos agentes, se manifiesta a través de digestiones pesadas, ya que el organismo tiende a hacer un gran esfuerzo por asimilarlos. Entre los principales antinutrientes se encuentran; el ácido fítico, los inhibidores enzimáticos, los taninos y polifenoloes, los oxolatos y las micotoxinas. 

¿Por qué es importante el remojo?

Hoy en día es más importante que nunca procurar seguir una alimentación equilibrada, en la cual el consumo de los frutos secos, semillas y legumbres es de gran relevancia, no sólo por su potencial nutricional; también por sus grandes propiedades medicinales. Como lo mencionamos anteriormente estos alimentos y sus respectivas variantes, son propensos a sufrir los efectos de los antinutrientes; la buena noticia es que en un entorno correcto de humedad y calo: los antinutrientes se neutralizan. 

Es por ello que poner las semillas, frutos secos y las legumbres (sin importar la variante) en previo remojo es sinónimo de activar las semillas, lo que significa que las estamos situando en un medio favorable para que inicie la germinación: el punto álgido del valor nutricional de la semilla. El remojo de los granos y las semillas, es una manera de simular el riego de la lluvia y es una manera de obtener todo su potencial.

La presencia de antinutrientes puede impedir la asimilación de algunos minerales y dificulta su digestibilidad. Por lo tanto la activación de las semillas acelera sus reacciones químicas que liberan sus reservas de nutrientes, favorece su digestión y hace que la asimilación de todo su poder nutricional sea más eficiente. Es cierto que cada fruto tiene su tiempo recomendado de remojo, entre los principales se encuentran los siguientes equivalentes:

  • Almendras: 12 horas
  • Semillas de lino y chía: 2 horas
  • Nueces y avellanas: 8 horas
  • Semillas de calabaza y sésamo: 6 horas
  • Semillas de girasol: 4 horas
  •  Piñones, pistaches, anacardos, nueces de Brasil y macadamina: No es necesario el remojo, en el caso de los anacardos es conveniente para facilitar su manipulación, los vuelve más fáciles de triturar y los hace mucho más cremosos.

Recomendaciones para activarlos:

Es importante considerar agua limpia y tibia, a una temperatura de entre 40 y 45 ºC. A la vez se recomienda agregar una cucharada de sal marina por cada litro de agua, de tal manera que funcione como un catalizador y ayude a romper los enlaces de los inhibidores enzimáticos. Posteriormente se cuelan y aclaran, y estarán listos para su óptimo consumo, de lo contrario se recomienda conservar en un recipiente de vidrio en refrigeración hasta por tres días.

Sobre los beneficios de activar semillas y frutos secos:

  • Facilita la cocción y digestión de las legumbres.
  • Potencia el valor nutricional de los frutos secos.
  • Mejora la calidad de las pipas y semillas, ya que se destacan por ser ricas en antinutrientes. Activarlas hace que sea mucho más eficaz la absorción de la inmensa lista de minerales que aportan.
  • Se beneficia el proceso digestivo, evitando digestiones pesadas, inflamación, distensión abdominal y exceso de flatulencias.
  • Al poner en remojo semillas de chía y lino se activa la liberación de los mucílagos, un tipo de fibra muy benéfico para favorecer el tránsito intestinal y la depuración del organismo.
  • Activar los frutos secos, las semillas, los cereales y las legumbres, es un paso muy importante que da lugar a todo tipo de delicias que forman parte importante de la cocina saludable, en especial la tendencia raw.

Lo mejor de todo es que integrarlos como parte importante de la alimentación es sumamente práctico, son un extraordinario aliado en la elaboración de jugos, batidos, cereales de desayuno, cremas untables caseras, masa de bizcochos y galletas saludables, bebidas vegetales y en todo tipo de salsas y guisados. Ahora ya lo sabes “activar las semillas” es un paso imprescindible para llevar sus propiedades nutricionales y curativas, a otro nivel.

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