Algunas reglas que (solo) ahora se pueden romper

La crisis económica desatada por la COVID obliga a reorganizar prioridades de forma excepcional

2020 presupuesto

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El estímulo fiscal por motivo de la COVID va a tener que esperar a las elecciones y aún así tras los comicios el dinero que se distribuya, si eso ocurre, va a llegar tarde porque era urgente y necesario desde hace meses.

Tal y como están las cosas no es extraño que la confianza del consumidor, como mide The Conference Board, haya caído en octubre. De Washington no van a llegar ni ayudas extra a desempleados, ni cheque de $1,200 o la cantidad que se acuerde, ni ayuda a las empresas, ni transferencias a estados y municipalidades ni otras medidas que puedan suavizar la crisis.

Al contrario, a finales de diciembre vencen las actuales ayudas al desempleo para aquellos a quienes se ha concedido por la pandemia pero normalmente no tienen derecho a ellas –los contratistas independientes, freelancers, trabajadores gig–. Adicionalmente, muchas personas que llevan meses con este seguro han agotado el beneficio y están ya en una extensión que también tiene fin.

Con respecto al cheque que se recibió gracias al CARES Act, muchas personas no lo usaron solo para consumir. Así lo revela un estudio de la Reserva Federal de Nueva York que apunta que no aunque fue positivo para la economía y el 29% se usó en consumo, o el resto se dedicó a ahorros (36%) y rebajar deudas (35%).

Las expectativas de los economistas que han elaborado el estudio en Nueva York indican que se gaste menos en consumo del futuro cheque que llegue y se use una mayor parte de este para rebajar deuda.

A la espera de ese cheque hay que poner en perspectiva las prioridades y tomar decisiones con respecto a esa deuda pendiente que dadas las circunstancias sean las mejores de las peores opciones a mano.

Para empezar, pida ayuda a quienes debe dinero: casero o banco, el servicio de luz o gas. Quizá no tengan siempre soluciones o no las que usted necesite pero no le de pena por pedir ayuda cuando hay programas para ello, quien no la solicita no la consigue. Fíjese bien en las condiciones de estos y pregunte todo lo que no sepa o le deje dudas

Si tiene una hipoteca pida o mantenga una suspensión del pago de la cuota de la hipoteca, en inglés se llama forbearance, y aunque tiene que pagar lo que daba el banco le ofrecerá programas para tratar de hacerlo de la manera que más le convenga.

En el caso de las tarjetas de crédito hay reglas que se pueden romper. Desde estas páginas hemos animado constantemente a tener una buena calificación crediticia y una buena gestión de la deuda de tarjeta. Le seguimos animando a ello pero no como la prioridad que era cuando no sabíamos lo que era la COVID.  En ese sentido dese permiso para:

  • Mantener un balance de mes a mes en la tarjeta. Normalmente no le animaríamos a ello porque el detalle es que no se puede vivir por encima de las posibilidades. El problema es que la falta de ingresos quiebra las posibilidades más básicas. Por eso, con cautela, puede mantener una cierta deuda que con el tiempo pueda pagar cuando la normalidad llegue. Recuerde que le saldrá caro porque las tasas de interés de las tarjetas es elevado. Si tiene varias tarjetas use más la que más baja tasa tenga o la que le ofrezca mejor recompensa por uso, puntos o dinero. Si tiene una oferta del 0% en una tarjeta para usar o para transferir balances, hágalo y siga las instrucciones del siguiente punto.
  • No pagar más de la cantidad mínimo que deba. En circunstancias normales no les animaríamos a ello porque de esta manera, devolver lo que se debe es eterno y caro. Pero en estos momentos hay que ser prácticos y pagar apenas el mínimo que le pidan mes a mes puede ayudar a mantener el presupuesto necesario bajo control.
  • Usar más del 30% de su línea de crédito. Cuanto más se usa la línea de crédito más se le va a penalizar su historia crediticia. Por debajo del 30% se está en un área segura. Pero estos tiempos de grandes problemas se requieren grandes soluciones. Valore su situación y decida si es mayor su necesidad que tener un buen reporte crediticio. En el caso de que esté en el primer caso, dese permiso para subir su endeudamiento.

Y dos recordatorios para cuando se normalice la situación financiera. El primero es hacer un plan para acabar con el balance mensual y pagar más del mínimo además de reducir su necesidad de crédito.

¿El segundo? Olvídese de que un día como hoy en este periódico le sugerimos romper las reglas. Si es mucho pedir, recuerde que el momento demandaba soluciones excepcionales.

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