Cómo darse cuenta de que un niño pequeño o bebé tiene una infección de oído

La infección de oído no tratada puede dar lugar a infecciones más severas

Oidos

Las infecciones en el oído mal atendidas pueden traer otros problemas para la salud del niño. Crédito: Shutterstock

Los signos de la infección de oído en los niños pequeños o bebés no siempre pueden relacionarse fácilmente con la enfermedad debido a su poca especificidad, lo que puede confundir y desesperar a los padres al momento de dar una solución.

En Mayo Clinic repasan los síntomas que la infección de oído genera en niños pequeños y bebés. Pérdida de equilibrio, pérdida de apetito, inquietud y fiebre son algunos de los signos por los que los padres han de estar atentos.

Síntomas de la infección de oído en niños y bebés

Dolor de oídos
Se debe estar muy atentos a los síntomas de problemas en los oídos. Fuente: Shutterstock

Cuando la infección de oído se presenta en niños pequeños o bebés, se pueden presentar los siguientes síntomas:

  • Dolor de oído, especialmente al momento de acostarse
  • Jalones o tirones de oreja
  • Trastorno del sueño
  • Llanto fuera de lo común
  • Inquietud
  • Dificultad para oír o responder sonidos
  • Pérdida de equilibrio
  • Fiebre de 100 grados Fahrenheit (38 grados Celsius) o más
  • Secreción de líquido en el oído
  • Dolor de cabeza
  • Pérdida del apetito

Un diagnóstico rápido y preciso ayudará al tratamiento de la infección de oído del bebé. En este sentido, es preferible que llames y organices una cita con el médico de tu hijo en cualquiera de los siguientes escenarios:

  • Los síntomas duran más de 1 día
  • Los síntomas están presentes en un bebé menor de 6 meses
  • El dolor de oído es intenso
  • El paciente no puede dormir por los síntomas
  • El bebé se vuelve irritable después de un resfriado u otra infección de las vías respiratorias superiores
  • Hay una secreción de líquido, pus o de líquido sanguinolento emanando del oído

Complicaciones de infecciones en los oídos

La mayoría de las infecciones de oído no dan lugar a infecciones en el largo plazo. No obstante, las infecciones recurrentes pueden originar complicaciones como las siguientes.

 Deterioro de la audición

Dolor de oídos
Apenas notemos que nuestro hijo tiene problemas en los oídos, hay que llevarlo al médico. Fuente: Shutterstock

Las infecciones de oído recurrentes pueden conducir a una pérdida significativa de la audición, especialmente en escenario de daño permanente del tímpano o de otra estructura de oído medio.

Retrasos en el habla o en el desarrollo

Si la audición es afectada temporal o permanentemente en lactantes y niños pequeños, ellos pueden sufrir de retrasos en el desarrollo del habla, en las habilidades sociales y en su desarrollo en general.

Propagación de la infección

La mastoiditis es la infección del mastoideo, la protuberancia ósea detrás del oído. Dicha infección, que ocurre cuando la infección de oído no se trata o no responde al tratamiento, puede originar quistes llenos de pus y daños en el hueso.

En raras oportunidades, la infección de oído se expande a otras partes del cráneo, o incluso al cerebro y sus membranas cercanas.

Desgarro del tímpano

La mayoría de los desgarros del tímpano se curan después de 72 horas, pero hay casos en que se requiere de una reparación quirúrgica.

Obtener un diagnóstico preciso y oportuno es vital para cualquier paciente, pero especialmente en los bebés, cuyo sistema inmune está en desarrollo y, por ende, no dispone de todo lo necesario para afrontar apropiadamente la infección de oído.

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