A latinos y afroamericanos no se les dará prioridad en la primera ronda de vacunas contra la COVID-19

Los trabajos que desempeñan los integrantes de estos grupos muchas veces los exponen a un mayor riesgo de contraer el coronavirus

Vacuna rusa coronavirus

Se están desarrollando más de 100 vacunas contra covid-19. Crédito: Sergei Ilnitsky | EFE

CLEVELAND, Ohio – Los latinos y afroamericanos no formarán parte del grupo prioritario para la primera ronda de vacunas contra la COVID-19 a pesar de estar entre los más afectados y formar parte de los trabajadores esenciales en el combate a la pandemia, por lo que expertos piden que estas comunidades sean incluidas en esta fase o en etapas subsiguientes.

Un panel de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) decidió dar prioridad a trabajadores de salud y centros de ancianos.

“Yo diría que deben expandir un poco más y tener esa perspectiva de equidad aun en esa primera ronda. Hay mucha necesidad pero muy pocas dosis”, señaló Daniel López Cevallos, profesor asociado de estudios étnicos en la Universidad Estatal de Oregón, en entrevista con Efe.

Para López, la carga de la COVID-19 ha sido desproporcionada para latinos y afroamericanos, y muchos de ellos forman parte de lo que se cataloga como trabajadores esenciales.

“Se ha hablado mucho de trabajadores esenciales y se han hecho campañas de publicidad para reconocerlos y aplaudirlos porque han puesto esencialmente su vida en riesgo para que el resto podamos tener comida y productos básicos. Por eso deberían ser considerados así sea en una segunda o tercera ronda. Que estos trabajadores esenciales y sus familias tengan prioridad; ellos son un reflejo de la sobreexposición y necesitan protección”, sostuvo.

A principios de semana, el alcalde de Dallas, Eric Johnson, envió una misiva al Comité Asesor de Prácticas de Inmunización de los CDC en un esfuerzo por priorizar la distribución de la vacuna a personas de color. Johnson detalló que “muchos de nuestros trabajadores esenciales también son personas de color, lo que probablemente ayude a impulsar las tasas de infección más altas entre las familias afroamericanas e hispanas”.

Por su parte, el doctor Gregory Poland, director del Grupo de Investigación de Vacunas de la Mayo Clinic dijo: “Solo tienen 40 millones de dosis de vacunas. Si piensas en quiénes tienen los porcentajes más altos de muertes, estas son las personas en los centros de ancianos. Si piensas en quiénes son los que están sosteniendo los sistemas de salud, estos son los trabajadores de la salud”.

Según este experto, “entre ambos grupos son 23 millones de personas y tomarían 46 millones de dosis, todas las que tenemos ahora mismo para proteger a estas personas; por eso se hicieron esas recomendaciones”. Además, señaló que luego de estos primeros grupos prioritarios, como segunda prioridad deberían estar las personas con condiciones de salud subyacentes, según se vayan recibiendo más vacunas.

Sobre el impacto de la  COVID-19 en las comunidades latina y afroamericana, Poland, quien también es experto en enfermedades infecciosas, expresó preocupación sobre el comportamiento de algunos grupos poblacionales.

“En los próximos dos meses muchas personas serán hospitalizadas, muchas se enfermarán y muchas morirán, y en parte porque ellos, sus familias y sus amigos no están tomando esto en serio. No puedes tener el virus a menos que lo respires y así que si usas una mascarilla y te mantienes lejos de personas que no son de tu familia evitarás contagiarte. Hay demasiadas historias que rompen el corazón y es imposible convencer a las personas de que tienen que tomar esto en serio; se pueden enfermar y pueden morir”, manifestó.

En contraste, el doctor José Torradas, portavoz del Colegio Americano de Médicos de Emergencia, indicó que “políticamente sería suicidio que alguien dijera que los hispanos y los afroamericanos están siendo más afectados y que les vamos a suministrar las vacunas primero. Cualquier persona puede tener una oposición bastante grande por cuestiones raciales o étnicas”.

Según Torradas, en el caso de los latinos, las tasas de contagio de covid-19 son altas pero no necesariamente son por no llevar mascarillas y no distanciarse. “Es porque trabajan en industrias donde se les hace difícil trabajar de forma virtual y no podrían trabajar desde la casa. Trabajan con muy poca protección o en condiciones que no son las ideales”, expuso.

“Cuando miras las fases que han sido publicadas, las tasas de mortalidad han sido más altas para las personas de más de 75 años. Están en un muy alto riesgo y cuando lo expanden a otros grupos los trabajadores esenciales quedarán en otras fases”, puntualizó.

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