5 “malos hábitos” que te ayudan a perder peso

No siempre es necesario privarte de los placeres de la vida para perder peso

Beber vino

segurar un descanso de calidad, un buen manejo del estrés, conservar la adecuada hidratación y seguir una alimentación natural, son factores que disminuyen el riesgo de sufrir migrañas. Crédito: Imagen de StockSnap en Pixabay | Pixabay

Intentar perder peso puede ser abrumador. Si ponemos atención en los típicos consejos habituales, todos suelen ser bastante restrictivos y rígidos. Si bien es cierto que para lograr buenos resultados se requiere de disciplina y ajustes en el estilo de vida, vivir limitándonos no es lo más saludable. 

La realidad es que estamos acostumbrados a relacionar perder peso con dietas sumamente estrictas, que nos hacen decirle adiós a los placeres de la vida; esa rica copa de vino con amigos, un buen plato de pasta, un postre ocasional y de cierta manera nos vamos olvidando de disfrutar, que también es parte fundamental para vivir en armonía y gozar de un peso óptimo. 

Sin embargo tenemos una buena noticia para ti, antes de inscribirte en cualquier programa o pauta alimenticia que involucre extremo sacrificio y sufrimiento; recuerda: hacer de la pérdida de peso sea demasiado estricta puede ser contraproducente. Si bien siempre será recompensado todo esfuerzo y constancia, que nos ayude a vivir en equilibrio; no tienes que renunciar por completo a la diversión para deshacerte de la flacidez y revelar un vientre plano y tonificado. 

De hecho maravillosamente, incorporar algunos “malos hábitos” en nuestro estilo de vida puede ser un gran complemento para acelerar la pérdida de peso. Te presentamos 5 pecados que no son en lo absoluto mortales, que te ayudarán a perder peso, mejorar el estado de ánimo y estar satisfecho. ¡Lo mejor para dar inicio a las celebraciones navideñas!

1. Beber una copa de vino

Mucho se ha dicho sobre el consumo de alcohol y la pérdida de peso, sin embargo todo se encuentra en la moderación y el tipo de bebidas que elegimos. Después de esta breve introducción, la buena noticia es que el vino podrá ser el mejor aliado para perder peso y ganar salud. De hecho existen numerosas evidencias científicas que avalan sus propiedades medicinales, tal es el caso de un estudio que sugiere que beber una copa de vino varias veces a la semana ayuda a perder peso. La razón es más simple de lo que crees, los beneficios del vino provienen de los productos químicos que se encuentran en la piel de las uvas. De manera específica se ha demostrado que un compuesto que contiene el vino, llamado ácido elágico cambia la forma en que los “genes de las grasas” se expresan y esto estimula el metabolismo y ralentiza el crecimiento de las células grasas nuevas y existentes. Otras investigaciones relevantes, sugieren que otro ingrediente activo del vino: el resveratrol es de gran ayuda para contrarrestar algunos de los efectos negativos asociados con la falta de ejercicio; pérdida de masa muscular y la sensibilidad al azúcar en sangre. Por último y no menos importante, el vino es muy rico en antioxidantes que también benefician la pérdida de peso.

Vino./Foto: Unsplash

2. Comer grasas

Es momento de despedirnos de la vieja creencia entorno al consumo de grasas, de hecho son necesarias para perder peso. Así que la mantequilla y otros productos lácteos ricos en grasas no son el enemigo. De hecho se ha comprobado que la mantequilla real, particularmente la elaborada con animales alimentados con pasto, es una excelente fuente de ácidos grasos que son de gran apoyo en la pérdida de peso. En concreto un tipo de ácido, llamado butirato es de gran ayuda para ayudar a las personas que hacen dieta a mejorar la función de las mitocondrias que nos mantienen delgados y jóvenes. También otro ácido graso llamado linoleico conjugado o CLA, es un poderoso elemento para quemar grasa y de hecho suele venderse como suplemento. La recomendación es optar por el consumo de productos con grasas saludables como la mantequilla real, el yogurt griego, los aguacates, algunos quesos y leche entera. 

Mantequilla. /Foto: Shutterstock 

3. Viva la pasta

Otro de los grandes mitos alimenticios acerca de la pérdida de peso: la pasta. La gran noticia del año, por más extraña que te resulte: puedes quemar calorías comiendo pasta. El truco que cambiará todo y que recomiendan los expertos: enfría en el refrigerador la pasta, la caída de temperatura cambiará la naturaleza de los carbohidratos en los fideos de “almidón resistente”, lo que significa que el organismo tiene que trabajar más para digerirla y eso hace que quememos más calorías. La pasta fría, tiene una estructura más cercana a la que se encuentra de manera natural en almidones resistentes como es el caso de las lentejas, guisantes, frijoles y avena, que gracias a su contenido en hidratos de carbono complejos y fibra, pasan intactos por el intestino delgado, lo cual los hace increíblemente saciantes y nutritivos. Además se cuenta con un estudio en los que se avalan los beneficios de incluir este tipo de fibra, para aumentar la sensación de saciedad en más del 50%. Y otro estudio mostró que los almidones resistentes inclusive pueden ayudar al cuerpo a quemar grasa corporal.

Crononutrición
Pasta. /Foto: Getty Images

4. Disfruta de comer

Es sano darnos gusto y tener un día para “hacer trampa” en la dieta, de hecho se ha comprobado que este tipo de permisos podría ser la clave para beneficiar la pérdida de peso. Según un estudio, las personas con sobrepeso que tomaron un desayuno abundante que incluía un postre perdieron 15 libras en el transcurso de 16 semanas, mientras que los participantes del estudio que comieron un desayuno pequeño sin postre ganaron un promedio de 24 libras durante el mismo período de tiempo. Es importante mencionar que los investigadores concluyeron lo siguiente:  no fue el postre de la mañana en sí lo que marcó la diferencia; fue simplemente el hecho de que cambiaron la percepción de las personas que hacen dieta y les permitieron disfrutar de sus comidas favoritas. ¡Increíble!

Desayuno. /Foto: Pixabay

5. Come más chocolate

Este probablemente sea uno de los “malos hábitos” más saludables y benéficos que existen, así que es hora de dejar de considerar al chocolate como el malo de la película. De hecho se cuenta con estudios muy relevantes al respecto, investigadores de San Diego encontraron que los adultos que comen chocolate con regularidad son en realidad más delgados que quienes lo comen con menos frecuencia. Lo más importante es optar por variantes de chocolate negro, elaborado con mínimo un 74% de cacao puro y sin azúcares o lácteos añadidos. En dicho estudio los investigadores comprobaron las propiedades del chocolate para adelgazar el vientre en realidad se desbloquean en nuestro intestino, donde las bacterias buenas fermentan el cacao en compuestos antiinflamatorios que pueden “apagar” los genes relacionados con la obesidad. Por otra parte el chocolate es muy rico en antioxidantes, es un excepcional estimulante natural y un gran aliado para mejorar el estado de ánimo y llenarnos de energía de calidad. ¡Mejor imposible!

Chocolate. /Foto: Shutterstock

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