La verdad sobre cómo el pan afecta en la pérdida de peso

El pan ha gozado de cierta mala reputación durante mucho tiempo, descubre si es el causante del aumento de peso

Pan blanco

Crédito: Imagen de congerdesign en Pixabay | Pixabay

Las dietas son parte de la vida, es por ello que es un tema que nunca deja de evolucionar y resurgir. En particular este año las dietas cetogénicas se han vuelto una tendencia importante de salud y pérdida de peso, a grandes rasgos se trata de una pauta alimenticia basada en restringir al máximo el consumo de carbohidratos y aumentar la ingesta de grasas. Con base en ello los carbohidratos se han vuelto el malo del cuento, sobre todo el pan que es considerado la estrella de los hidratos de carbono.

Lo cierto es que el pan es considerado un elemento básico en la dieta de muchas personas y también es una fuente importante de calorías. Es por ello que no resulta sorprendente saber que el pan de manera indudable genera una relación de amor-odio en las personas y con toda la información que existe actualmente muchas personas que no necesariamente siguen una dieta baja en carbohidratos, pero que cuidan su alimentación se preguntan ¿El pan es culpable de esos kilos de más? Los especialistas en medicina y nutrición, señalan que depende de varios factores.

El problema principal y que se relaciona con el aumento de peso, es que nos excedemos con el pan y otros granos altamente refinados. De manera natural cuando estamos cansados, estresados o simplemente con mucha hambre, somos más propensos a buscar pan no palitos de zanahoria y apio. Y lo peligroso con el pan: cuanto más pan comemos, más queremos y lo peor de todo es que suelen ser las variantes menos saludables como es el caso del pan blanco, galletas saladas, pretzels y otros granos altamente refinados que son el símbolo infalible de la lucha por el control de peso.

Comer cereales integrales, por otro lado, es una estrategia sólida para perder peso. De hecho se cuenta con un estudio en el que se avala el papel del consumo inteligente de cereales integrales; y en el cual se ha comprobado que las personas que siguen una dieta baja en calorías que incluye cereales integrales (como el pan de trigo integral), perdieron más grasa abdominal que aquellas que solo comían cereales refinados (como es el caso específico del pan  y arroz blanco). 

Los cereales integrales son una extraordinaria fuente de nutrientes, proporcionan más vitaminas, minerales y fibra, que cualquier variante refinada; que son consideradas como fuentes de calorías vacías. Si bien elegir pan integral es una gran alternativa para hacerlo un complemento saludable en la dieta, es muy importante no consumirlo con exageración ya que puede añadir algunas libras extras.

También mucho se ha hablado sobre la relación entre el consumo de pan y la diabetes. Se cuenta con diversas investigaciones y estudios científicos, en los que se comprueban las bondades de comer menos alimentos con almidón como el pan, carnes rojas, alimentos procesados ​​y bebidas endulzadas con azúcar, para reducir el riesgo de padecer diabetes. En complemento se avalan los beneficios de considerar una mayor ingesta de frutas, verduras, cereales integrales, pescado y aves de corral.

Es un hecho que comer cualquier tipo de carbohidrato eleva los niveles de azúcar en sangre, sin embargo es muy importante enfatizar en que no todos los carbohidratos son iguales. De tal modo que los azúcares y los granos refinados elevan el azúcar en sangre más rápidamente que los carbohidratos complejos, que se encuentran en alimentos como las frutas, verduras y legumbres. 

La fiel recomendación nutricional es optar por el consumo de carbohidratos complejos, los cuales se digieren más lentamente y su capacidad para provocar picos en el nivel de glucosa en sangre es limitada. Este tipo de especificaciones suelen ser particularmente importantes en la dieta de las personas que padecen diabetes tipo 2, por lo tanto reducir el consumo de cereales refinados y comer más cereales integrales en su lugar son buenas acciones.

Otro de los aspectos relevantes es que el pan integral, tiene más fibra que el refinado y es bien sabido que se trata de uno de los nutrientes más importantes en la buena digestión, salud intestinal y pérdida de peso. También la fibra ayuda a retardar la absorción de los carbohidratos, lo cual beneficia el adelgazamiento y les confiere un poder saciante. 

A la vez el pan también se relaciona directamente con una de las condiciones más recurrentes hoy en día, la intolerancia al gluten. Sobre todo hoy en día que se cuenta con mucha información y prensa negativa al respecto, lo cierto es que este tipo de condición es reflejo de la enfermedad celíaca en la cual el sistema inmunológico confunde al gluten como peligroso y provoca una reacción que ataca al cuerpo.

De tal manera que disminuir la ingesta de carbohidratos y optar por elegir inteligentemente el consumo de cereales integrales, se asocia con beneficios para perder peso. Lo cierto es que normalmente se trata de una pérdida de peso en líquidos y no grasas. Lo que sucede es que los hidratos de carbono se almacenan en el cuerpo en forma de glucógeno y estas reservas energéticas contienen una abundante cantidad de agua, por lo que al eliminar el pan de nuestra dieta estas reservas desaparecerán, bajaremos peso y nuestro organismo perderá agua. Ahora ya lo sabes no es el pan la causa del aumento de peso; es la cantidad y el tipo de pan que consumes. 

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