Cuando el talento y las aspiraciones no son suficiente

En el mundo empresarial hay muchas mujeres con talento. Y con aspiraciones. Y lamentablemente ambas cosas no son suficientes para que consigan llegar donde deberían estar con esas cualificaciones y esa disposición. ¿Por qué? ¿Cómo se soluciona?

Es una de las muchas cuestiones con las que trabaja Denice Torres, empresaria y fundadora de The Mentoring Place y The Ingnited Company, la primera una organización sin ánimo de lucro con la que se centra en dar asesoramiento a mujeres de alto potencial para que operen en grandes empresas y sus voces se oigan cuando a veces son las únicas y tienen que conectar con el resto, pero seguir siendo ellas. La única mujer, la única latina, la única persona gay, por ejemplo.

Sobre todas estas cosas Torres tiene experiencia porque es todo lo descrito en el párrafo anterior, y comparte algunas de las claves con los lectores.

Nacida en Gary, Indiana, Torres habla de la inspiración que le brindó su padre latino “quien trabajó muy muy duro para ir a la Universidad cuando ya estaba en la treintena. “Yo estaba muy motivada”, dice de un ambiente familiar que describe como de clase media baja. Torres se licenció en leyes y terminó trabajando en la industria farmacéutica.

Ha sido alta directiva de empresas de Johnson & Johnson y gestionando negocios de miles de millones de dólares. “He tenido la oportunidad de realmente crecer profesionalmente, tener posiciones ejecutivas en una  gran compañía”, explica. Cuando se retiró, decidió compartir las claves para emular su experiencia. “Soy mujer, latina y gay y finalmente terminé teniendo éxito en el mundo corporativo, pero no fue por suerte”.

Torres explica que durante 30 años trabajó duro y conectó con la gente que la podía dar el apoyo para salir adelante. Cómo lo hizo ella y otras mujeres, las lecciones aprendidas son el núcleo de The Mentoring Place que ofrece las mentorías de forma gratuita.

Torres explica que hay veces que hay que decidir si se está en un lugar en el que se tiene posibilidades por el ambiente que existe y ser honesta con una misma. No quedarse mucho tiempo donde se recortan las alas, pero tampoco tirar la toalla muy rápidamente “porque tenemos que darnos cuenta que todos somos pioneras, aún somos pioneras y hay que saber que hay que hacer cosas difíciles en situaciones que no son perfectas”.

Una de las cosas de las que habla esta mentora y empresaria es de la perspectiva con la que se analizan las situaciones y cómo hay que cambiarlas. las mujeres necesitan hablar de dinero de ganar más o tanto como el resto, algo que no siempre hacen. “Ser capaces de gestionar nuestro dinero, de cuidarnos y de tener libertad financiera para tener opciones en nuestras carreras”, dice es una de las cuestiones a cambiar además de las dudas continuas que asaltan a quienes se piensan que son muy mayores, muy jóvenes o no se tiene la experiencia suficiente para un determinado trabajo.

“Hay que tener autoconfianza porque nadie o muy poca gente tiene el 100% de las capacidades que se demandan en un trabajo y eso es verdad para hombres y para mujeres”, explica. Torres dice que el síndrome del impostor lo sufre todo el mundo, pero hay que tomar riesgos y saltar, en este sentido.

Y es ahí donde entra la necesidad de cambiar de perspectiva. “Probablemente ha oído esto, digamos que hay una oferta de trabajo abierta,  una mujer dirá solo tengo cuatro de las ocho cualificaciones o cinco de ellas. Un hombre dice tengo cuatro de las ocho, a por ello”.

Torres dice que hay que “dar la vuelta a la tortilla”, algo que le sugirió su padre cuando le comentaba las dificultades que tenía. Las tortillas son las que hacía su abuela y la idea es que hay que actuar en vez de quejarse, hacerse cargo de las situaciones y tomar riesgos.

Esta mentora dice que hay que tener ambición y abrazarla para evitar que los lugares donde no se puede florecer aprisionen a las mujeres y les arrebaten su potencial.

Ahora bien, lo que también reconoce que esta es una tarea en la que se necesita respuesta de las empresas.

¿Cuán cerca se está de que las mujeres encuentren su voz de forma natural en todas las empresas? Ella se refiere a ese momento como el nirvana y no cree que vaya a conseguirse un equilibrio inmediatamente de hecho, y a pesar de los avances de la mujer en el mundo empresarial, “no estamos cerca de un punto de inflexión”.

Desde su punto de vista hay que crear una revolución hasta que haya números que avalen que se ha conseguido el objetivo. Torres piensa en voz alta un objetivo a cambiar: ¿Cuántas presidentas de empresas latinas hay?.

El riesgo es no hacer lo imposible para cambiar esa métrica porque sin movimiento no se llega.