Dos porciones de lácteos al día pueden reducir la diabetes y presión arterial, según un nuevo estudio

El consumo controlado de lácteos enteros, se considera una buena adición dietética para prevenir y combatir la diabetes, la hipertensión y disminuye el riesgo de síndrome metabólico

Productos lácteos

Productos lácteos Crédito: /Shuttestock

Es bien sabido que una de las medidas más fundamentales en el control de la diabetes y la hipertensión, radica en el poder de la alimentación. De hecho se cuenta con diversas referencias que han comprobado que a través del consumo de alimentos de calidad, es posible prevenir y combatir estas comunes afecciones de salud, que se encuentran entre las principales causas de muerte. Por lo tanto resulta más relevante que nunca buscar el equilibrio nutricional y con ello aprender a ser más cautelosos con el tipo de alimentos y porciones que consumimos.

Lo cierto es que existen muchos alimentos que han sido sujetos a cuestionamientos por sus posibles efectos en la salud, algunos son muy evidentes como aquellos que se destacan por su alto contenido en azúcares, harinas refinadas, sodio y grasas saturadas. Dentro de los grupos más controversiales indudablemente se encuentran los lácteos, de hecho hace un par de años surgieron diversas corrientes que desprestigiaban su consumo. Sin embargo es una percepción que ha ido cambiando con el tiempo, hoy sabemos que todo radica en la moderación y que los lácteos son un buen complemento en toda dieta equilibrada, variada y saludable.

Diversos nutricionistas y médicos, coinciden en que el consumo de lácteos representa una extraordinaria fuente de proteínas de alta calidad. De hecho se cuenta con estudios que avalan las inmensas bondades del consumo de diversas fuentes de este importante macro-nutriente, son básicos para  Las referencias señalan que su consumo se relaciona directamente con la pérdida de peso, gracias a su poderoso efecto saciante que ayuda a prevenir el consumo excesivo de energía y, por lo tanto, reduce las reservas de grasa corporal. 

Además, la proteína láctea es una buena fuente de aminoácidos esenciales para la síntesis de proteínas musculares y, por lo tanto, ayuda a mantener la masa muscular metabólicamente activa durante la pérdida de peso. Los metanálisis respaldan que en los adultos, los productos lácteos facilitan la pérdida de peso y mejoran la composición corporal, es decir, reducen la masa grasa corporal. Adicionalmente es bien sabido que los lácteos son un gran aliado para la salud ósea, su consumo fortalece y protege a los huesos. 

Llaman la atención los hallazgos de un estudio reciente, el cual fue publicado en BMJ Open Diabetes Research & Care. En dicho trabajo de investigación, los científicos encontraron que comer dos porciones diarias de productos lácteos puede reducir los riesgos de diabetes y presión arterial alta, así como otros factores de riesgo de enfermedades cardíacas. Además, el estudio comprobó que los efectos suelen ser más fuertes en el caso de los productos lácteos enteros.

El estudio fue encabezado por la Universidad McMaster, situada en Ontario, Canadá. Y los autores enfatizan que los descubrimientos anteriores han demostrado que una mayor ingesta de lácteos se asocia con un menor riesgo de padecer las afecciones crónicas previamente mencionadas, que se relacionan directamente con la aparición del síndrome metabólico. Otro de los datos más relevantes del estudio, es que el equipo de investigadores también se enfocó en determinar si estas asociaciones también podrían encontrarse en una gama más amplia de países. 

Por lo tanto se dieron a la tarea de analizaron datos de participantes de entre 35 y 70 años, los cuales pertenecían a 21 países. El estudio fue cosa seria y se basó en una amplia muestra,  los especialistas siguieron la salud de casi 190.000 participantes durante un promedio de nueve años, durante los cuales 13.640 personas desarrollaron presión arterial alta y 5.351 desarrollaron diabetes. Lo más increíble: descubrieron que los lácteos totales y enteros, pero no los lácteos bajos en grasa, se relacionaron con una menor prevalencia de la mayoría de los componentes del síndrome metabólico, y el tamaño de la asociación fue mayor en los países con ingestas de lácteos normalmente bajas.

Las conclusiones fueron contundentes: al menos 2 porciones al día de lácteos totales se relacionaron con un riesgo 24% menor de síndrome metabólico, aumentando al 28% solo en los casos del consumo de lácteos enteros, esto en comparación con la ausencia de ingesta diaria de lácteos. Al menos 2 porciones diarias de lácteos totales se relacionaron con un menor riesgo del 11-12% de padecer ambas afecciones, se comprobó que el riego puede ser aún menor entre un 13-14% al consumir tres porciones diarias. 

Si de manera constante en tu camino para potenciar la perdida de peso y mejorar tu estado de salud general, has dudado sobre el consumo de lácteos; es momento de cambiar de percepción. Ahora ya lo sabes, aumentar de manera inteligente le consumo de lácteos enteros puede ser una forma factible y de bajo costo de reducir el síndrome metabólico, la presión arterial alta, la diabetes y, en última instancia, los eventos provocados por diversas enfermedades cardíacas. No lo dudes más y apuesta por consumir leche entera, quesos y por supuesto, yogurt griego. Son alimentos densos en nutrientes, que promueven el rendimiento físico y mental e inclusive mejoran el estado de ánimo ¡Te llenarán de bienestar y energía!

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