La pandemia agravó el abuso y la desigualdad en países como El Salvador y Honduras
Escalofriante reporte de Amnistía Internacional
Un enfermo de COVID-19 es atendido en un hospital de El Salvador. Crédito: AFP / Getty Images
En todo el mundo, la pandemia de Covid-19 golpeó con mayor fuerza a grupos que ya estaban oprimidos debido a la desigualdad, el abandono y los abusos de décadas, agravando su ya complicada situación, según un informe de Amnistía Internacional publicado este miércoles.
Entre los más afectados en el mundo, señaló el “Informe 2020/2021 La situación de los Derechos Humanos en el Mundo“, estaban los refugiados, los ancianos, las minorías étnicas y las mujeres, además del personal de salud, los trabajadores migrantes y los empleados del sector informal.
El documento también subraya que hubo un incremento de la violencia de género y doméstica, y la pandemia también dificultó el acceso a protección a mujeres y personas LGBTI.
Amnistía Internacional denunció además que el golpe había sido más duro en América, la región más desigual del planeta. Ahí agravó las diferencias y los líderes aprovecharon para intensificar sus ataques a los derechos humanos.
“Nos enfrentamos a un mundo sumido en el caos. A estas alturas de la pandemia, hasta los dirigentes más ilusos tendrían dificultades para negar que nuestros sistemas sociales, económicos y políticos se han desmoronado”, dijo Agnès Callamard, nueva secretaria general de Amnistía Internacional.
Por su parte, Erika Guevara Rosas, directora de Amnistía Internacional para las Américas, dijo al diario El País que los líderes “respondieron a la pandemia con oportunismo, negacionismo y desprecio por los derechos humanos”.
Aseguró al rotativo español que Amnistía ha recibido denuncias de de violaciones de países como El Salvador, República Dominicana y Honduras, donde las fuerzas de seguridad han aumentado las detenciones arbitrarias y el uso excesivo de la fuerza, mientras la población es obligada a cuarentenas estrictas.
El informe de Amnistía Internacional criticó además la poca colaboración internacional para frenar la pandemia de manera equitativa, pues los líderes han puesto intereses nacionales por encima de los sanitario globales.
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