Dueño de restaurante que esclavizó a empleado negro debe devolverle medio millón de dólares en salario

Por medio de violencia física, amenazas e intimidación, Bobby Paul Edwards coaccionó a John Christopher Smith para que trabajara más de 100 horas semanales sin paga

Los trabajadores de la industria de servicios deben defender sus derechos laborales.

Los trabajadores de la industria de servicios deben defender sus derechos laborales. Crédito: Shutterstock

El patrono blanco abusador que esclavizó a un afroamericano con discapacidades en un restaurante de Carolina del Sur le deberá pagar el doble de lo que le retuvo durante cinco años, unos $546,000 dólares, según dispuso una corte de apelaciones.

Como parte de su acuerdo de culpabilidad en el 2019 por trabajos forzosos, Bobby Paul Edwards, de 56 años, fue sentenciado a 10 años en prisión además de tener que cumplir con la orden del tribunal para pagarle unos $273,000 a John Christopher Smith por concepto de salarios no pagados y “overtime” en J&J Cafeteria, en Conway.

Sin embargo, una nueva orden de la Corte de Apelaciones del Circuito Cuarto del 21 de abril establece que el convicto debe pagar el doble de esa cantidad.

El reporte esta semana de The Washington Post precisa que el tribunal de distrito erró al no tener en consideración las leyes laborales federales bajo las que la víctima es acreedor de unos $546,000, o el doble de la cantidad que se le adeudó durante el periodo entre 2009 y 2014.

Más de 100 horas semanales de trabajo sin paga

Usando la violencia física, las amenazas y la intimidación, Edwards coaccionó a Smith, de 43 años, para que trabajara más de 100 horas semanales sin paga.

La corte apelativa envió su fallo de vuelta a la de distrito para un nuevo cálculo basado en el retraso en recibir los pagos bajo las leyes federales de trabajo.

“Cuando un empleador falla en pagar esas cantidades (horas regulares y tiempo extra), el empleado sufre pérdidas, que incluyen la pérdida del uso de ese dinero durante el periodo de retraso”, plantea la decisión del tribunal apelativo.
Smith empezó lavando platos y limpiando meses en J&J Cafeteria en el 1990 cuando solo tenía 12 años.

Según el reporte del rotativo que cita documentos judiciales del caso, al principio el muchacho disfrutaba el trabajo a tiempo completo cuando el negocio era administrado por parientes de Edwards.

Las cosas cambiaron cuando el hombre empezó a operar el establecimiento en septiembre del 2009 e inició los abusos.

Apartamento lleno de cucarachas

Edwards movió a Smith a un apartamento infestado de cucarachas que era de su propiedad.

El dueño además obligaba al empleado a trabajar en exceso y sin días libres aprovechándose de sus discapacidades cognitivas.

La tortura mental y física contra el afroamericano además implicó mantener a Smith aislado de su familia bajo amenazas de que ordenaría su arresto si el trabajador abandonaba las labores así como ofensas raciales.

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Carolina del Sur

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