Los peores hábitos alimenticios para el hígado

La enfermedad del hígado graso afecta a una cuarta parte de la población estadounidense, se ha comprobado que se relaciona con los hábitos alimenticios y el estilo de vida. Existen algunas costumbres que son simplemente el peor enemigo: azúcar, alcohol, carnes rojas y procesados

Alimentos ultraprocesados

Los alimentos ultraprocesados se destacan por un alto contenido en sal, grasas saturadas, azúcares y conservadores, que daña significativamente la salud cardiovascular. Incrementan el riesgo de hipertensión y diversos accidentes cardiovasculares.  Crédito: Shutterstock

La calidad de la alimentación influye directamente en nuestra salud y vitalidad. Si bien no es ningún secreto decir que la dieta afecta la grasa corporal y la salud del corazón, es igual de importante tener en cuenta que la calidad de los alimentos que ingerimos afecta directamente el hígado e interfiere de manera positiva o negativa en su funcionamiento. Lo cierto es que actualmente hay una crisis de salud silenciosa que afecta a una cuarta parte de la población estadounidense y no es diabetes tipo 2, aunque está relacionada: la enfermedad del hígado graso no alcohólico. 

Como su nombre lo dice es una afección que se caracteriza por la acumulación excesiva de grasa en el hígado. Y se ha comprobado que los principales factores se relacionan con el estilo de vida, entre los más destacados se encuentran la obesidad y la diabetes tipo 2. En algunos casos también se relaciona con el consumo excesivo de alcohol. Muchos médicos la consideran una enfermedad silenciosa, en gran parte por que se trata de una afección gradual y discreta que se da durante un largo período de tiempo; por lo tanto sus síntomas no suelen manifestarse hasta que el hígado está gravemente comprometido. Cuando aparecen señales son sutiles y se prestan como fatiga, dolor abdominal y pérdida de peso.

Si bien de manera natural el hígado debe tener la presencia de algunas grasas, una vez que obtiene más del 10% de grasa, es cuando se confirma el diagnóstico por enfermedad del hígado graso no alcohólico. Y la mayoría de las veces es detectada en los exámenes médicos de rutina y con base en el análisis de sangre completo, en el cual se muestra que las enzimas hepáticas están altas. Con base en ello una de las principales y más relevantes recomendaciones médicas es realizar ajustes en el estilo de vida, finalmente existen muchos alimentos sobre todo los del tipo procesado que afectar el hígado, y sobre todo su principal función de desintoxicar y metabolizar los nutrientes. Con base en ello nos dimos a la tarea de seleccionar los hábitos que simplemente son el peor enemigo para la salud hepática ¡Toma nota! 

1. Azúcar y bebidas endulzadas

No existen dudas, hay algunas cosas muy claras que contribuyen a la producción excesiva de grasa en el hígado y el azúcar es una de ellas. Teniendo en cuenta información liberada por American Heart Association, un adulto estadounidense consume un promedio de 65 libras de azúcar agregada anualmente ¡prácticamente 30 kilos! Nada más de imaginarlo es devastador y la fuente más importante para alcanzar estos alarmantes números es a través del consumo de bebidas azucaradas, como las gaseosas, jugos comerciales, bebidas deportivas, golosinas, postres, cereales y algunos lácteos. Recuerda: el azúcar y el jarabe de maíz con alto contenido de fructosa que contienen este tipo de alimentos, no se utilizan para alimentar el cuerpo se almacenan como exceso de grasa en las células del hígado.

azucar
Azúcar. /Foto: Unsplash

2. Carbohidratos refinados

No todos los carbohidratos son iguales y eso está claro, existen algunas alternativas comerciales que son simplemente el peor aliado de la buena salud y en concreto del hígado. Solo por mencionar algunos: las galletas, pasteles, bagels, donas, muffins y pasteles, están hechos de granos altamente refinados. También se incluyen las variantes de pan blanco, bollos de hamburguesa y hot dog, masa de pizza y galletas saladas, se caracterizan por su alto contenido en harinas refinadas, azúcar y muy poca fibra. El consumo de estos alimentos aumenta el nivel de azúcar en la sangre y puede provocar resistencia a la insulina, que se cree que es una causa clave de la infiltración de grasa en el hígado. De tal modo que una de las más importantes recomendaciones médicas es reducir significativamente el consumo de carbohidratos y azúcares refinados, eso conduce a una reducción en la dependencia de la insulina y eso ayuda a revertir el hígado graso en sus primeras etapas. 

Pizza
Refresco y pizza. /Foto: Pexels

3. Alimentos procesados

Es más sencillo de lo que creemos: todo alimento que venga en una caja, bolsa o lata (salvo contadas excepciones como las frutas y verduras congeladas) es un alimento altamente procesado. El cielo es el límite piensa en: papas fritas, sopas, macarrones con queso, cenas congeladas, comidas para microondas, cereales en caja, salsas, aderezos, galletas y botanas saladas. Estos alimentos no solo suelen contener carbohidratos refinados y azúcares añadidos, sino que también suelen estar cargados de sal. No en vano un estudio publicado en el Journal of Agricultural and Food Chemistry, confirma que una ingesta alta de sodio puede conducir a un alto riesgo de daño hepático y fibrosis.

Comidas ultraprocesadas. /Foto: Hola Doctor

4. Carnes rojas

Las carnes rojas y otros alimentos con alto contenido de grasas saturadas (alimentos fritos, leche entera y queso) se han relacionado con la enfermedad del hígado graso no alcohólico. De hecho se cuenta con una referencia al respecto, un estudio de 8 semanas publicado en The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism comparó la sobrealimentación con ácidos grasos saturados y la sobrealimentación con ácidos grasos poliinsaturados. Los hallazgos fueron contundentes ya que encontraron que el aumento de peso era bastante similar, sin embargo solo el aumento en el consumo de grasas saturadas elevó el contenido de grasa en el hígado. De manera similar, un estudio de 2020 en Diabetes Care encontró que una dieta alta en grasas saturadas tiene un efecto potente en el aumento de triglicéridos en el hígado.

Hamburguesas
Hamburguesa./Foto: Horizon Content/Pexels

5. Alcohol

No podemos irnos sin hablar del alcohol, no es un mito: beber en exceso es una de las conductas más perjudiciales para el hígado. Sin embargo, incluso el consumo moderado de alcohol puede causar una acumulación adicional de grasa en el hígado para las personas con enfermedad del hígado graso no alcohólico. Los hepatólogos recomiendan que los pacientes con hígado graso, eviten el alcohol por completo o al menos minimicen el alcohol a menos de 2 bebidas al día para los hombres y 1 bebida al día para las mujeres. Finalmente el alcohol se procesa directamente en el hígado y suele ser la causa de una considerable acumulación de toxinas que alteran la buena salud.

Alcohol
Consumo de alcohol./Foto: Pixabay

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