Cáncer de mama: 7 poderosos superalimentos que reducen el riesgo de padecerlo

Se estima que 1 de cada 8 mujeres se enfermará de cáncer de mama a lo largo de su vida, el año pasado se registraron 2,2 millones de casos a nivel mundial. Seguir un estilo de vida saludable y un patrón alimenticio mediterráneo son aspectos que disminuyen el riesgo, descubre las mejores opciones de alimentos de increíbles propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y anticancerígenas

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Esta dieta se considera un régimen restrictivo que puede no ser beneficioso para algunas personas. Crédito: Shutterstock

El cáncer de mama es el más común en las mujeres y también el más invasivo. Se estima que afecta a 1 de cada 8 mujeres en Estados Unidos en alguna etapa de su vida, según datos liberados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el pasado 2020 se reportaron 2,2 millones de casos. El cáncer de mama es la principal causa de mortalidad en las mujeres. En 2020, alrededor de 685,000 mujeres fallecieron como consecuencia de este tipo de cáncer. Dentro de las posibles causas se encuentran el daño del ADN y las mutaciones genéticas, es decir heredar ciertos genes como BRCA1 y BRCA2, también puede aumentar el riesgo. Sin embargo el estilo de vida también juega un papel fundamental, se cuenta con investigaciones en las cuales se vincula al consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo, la exposición al estrógeno, los antecedentes familiares, el envejecimiento, la obesidad, el historial reproductivo y ciertos patrones dietéticos. Como es el caso particular las dietas occidentales modernas, que se caracterizan por un alto consumo de alimentos ultraprocesados y comidas rápidas.

Complementariamente se cuenta con estudios que recomiendan ciertos patrones de alimentación con un riesgo reducido de cáncer de mama, como es el caso de la dieta mediterránea. Con base en ello existen alimentos específicos que son un gran aliado para proteger a las mujeres de padecer este tipo de cáncer, que en etapas avanzadas suele ser muy agresivo.

1. Vegetales de hoja verde

No es ningún secreto decir que los vegetales de hoja verde son reconocidos por sus propiedades anticancerígenas. Alternativas como las espinacas, col rizada, acelga, rúcula y lechugas, se caracterizan por su contenido en antioxidantes carotenoides, que incluyen betacaroteno, luteína y zeaxantina. Es bien sabido que las personas con niveles sanguíneos más altos de estos carotenoides, presentan un riesgo reducido de cáncer de mama. Se cuenta con referencias interesantes al respecto, tal es el caso de un análisis de 8 estudios realizados en más de 7,000 personas el cual encontró que las mujeres con niveles más altos de carotenoides, tienen riesgo significativamente menor de cáncer de mama, en comparación con las mujeres con niveles más bajos. Otro estudio mucho más amplio, realizado en 32,000 mujeres relacionó niveles más altos de carotenoides totales en sangre con una reducción del 18 al 28% en el riesgo de cáncer de mama, así como con una reducción del riesgo de recurrencia y muerte en aquellas mujeres con cáncer de mama vigente. También se cuenta con investigaciones en las que se demuestran los beneficios del ácido fólico (un tipo de vitamina B) que contienen los vegetales de hoja verde, en la protección contra el cáncer de mama.

Kale. /Foto: Unplash

2. Frutas cítricas

Las frutas cítricas son simplemente uno de los grupos más saludables de todos los tiempos. Están repletas de compuestos que pueden proteger contra el cáncer de mama, incluidos folato, vitamina C y carotenoides como beta criptoxantina y beta caroteno, además de flavonoides antioxidantes como quercetina, hesperetina y naringenina. Se trata de nutrientes que proporcionan efectos antioxidantes, anticancerígenos y antiinflamatorios. Lo mejor de todo es que tenemos a la mano maravillosas variantes que llenan de versatilidad la dieta diaria: naranjas, toronjas, mandarinas, limas y limones. De hecho, se cuenta con una valiosa investigación que relaciona al consumo de cítricos con un riesgo reducido de muchos tipos de cáncer (incluido el de mama). Según una revisión de 6 estudios en más de 8,000 personas: una alta ingesta de cítricos se traduce en una reducción del 10% en el riesgo de cáncer de mama. 

Cítricos
Cítricos. /Foto: Pixabay

3. Pescados grasos

Una de las más recurrentes recomendaciones dietéticas de los últimos tiempos, es aumentar el consumo de pescados grasos. No es ningún secreto hablar sobre sus impresionantes beneficios para la salud. Llama la atención su magnífico contenido en ácidos grasos omega-3, selenio y antioxidantes como la cantaxantina que ofrecen efectos protectores contra el cáncer. De manera específica se cuenta con estudios que comprueban los beneficios de la ingesta de pescados grasos, para reducir el riesgo de cáncer de mama: un gran análisis de 26 estudios en 883,000 personas, encontró que aquellas personas con una mayor ingesta de fuentes de mariscos y pescados ricos en de omega-3 tenían hasta un 14% menos de riesgo de cáncer de mama. Este tipo de proteínas de alto valor biológico son ligeras, bajas en calorías y brillan por sus propiedades antiinflamatorias. 

salmón crudo
Salmon./Foto: Shutterstock

4. Bayas

Las bayas y frutos rojos pertenecen a la lista de los superalimentos más saludables del planeta. Brillan por su densidad en nutrientes, en específico antioxidantes que les confieren u poder especial para reducir el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, como el de mama. Se ha demostrado que los antioxidantes de las bayas, incluidos los flavonoides y las antocianinas, protegen contra el daño celular, así como contra el desarrollo y la propagación de células cancerosas. Llama la atención un estudio realizado con la participación de 75,929 mujeres, en el cual relacionó una mayor ingesta de bayas, y arándanos en particular, con un menor riesgo de cáncer de mama con receptor de estrógeno negativo (ER−).Berries-bayasBayas. /Foto: Pexels

5. Alimentos fermentados

Los alimentos fermentados son considerados un poderoso aliado de la salud digestiva, intestinal y, claro del sistema inmunológico. Alternativas como el yogurt, kéfir, kimchi, miso y el chucrut, se destacan por su alto contenido en probióticos y otros nutrientes que pueden proteger contra el cáncer de mama. Se cuenta con estudios en los cuales se recomienda de manera especial integrar el consumo de yogurt y kéfir en la dieta femenina: según una revisión de 27 estudios relacionó a estos productos lácteos fermentados con un riesgo reducido de cáncer de mama en las poblaciones occidentales y asiáticas. Si bien quedan estudios por realizarse se cree que este efecto protector anticancerígeno, se relaciona con los efectos potenciadores del sistema inmunológico de ciertos probióticos.

Yogurt natural
Yogurt. /Foto: Shutterstock

6. Frijoles

Los frijoles son dignos representantes de la familia de las legumbres, que se posiciona como uno de los grupos de alimentos más saludables y benéficos. En particular, los frijoles están cargados de fibra, vitaminas y minerales. Específicamente, su alto contenido de fibra puede proteger contra el cáncer de mama. De hecho, se cuenta con un estudio que se realizó con el apoyo 2.571 mujeres y en el cual se encontró que la ingesta alta de frijoles redujo el riesgo de cáncer de mama hasta en un 20%, en comparación con la ingesta baja de frijoles. Además, se trata de un alimento de gran poder nutricional que beneficia muchos otros aspectos de salud, son accesibles, versátiles e increíblemente saciantes.

frijoles negros
Frijoles. /Foto: Shuttrstock

7. Hierbas y especias

No podemos irnos sin hablar sobre el inmenso potencial curativo de las hierbas y especias, no en vano son legendarios y antiguos elementos de la medicina tradicional. Las hierbas y especias como el perejil, el romero, el orégano, el tomillo, la cúrcuma, el curry y el jengibre contienen compuestos vegetales que se asocian con un gran poder protector contra el cáncer de mama. Entre los principales se encuentran las vitaminas, ácidos grasos y antioxidantes polifenoles. De manera más concreta podemos decir que el orégano, cuenta con los antioxidantes carvacrol y ácido rosmarínico, que según estudios son sustancias de gran potencial anticancerígeno contra líneas celulares agresivas de cáncer de mama. Otro gran ejemplo es la raíz de cúrcuma, que contiene un potente compuesto activo llamado curcumina, el cual brilla por sus propiedades anticancerígenas y antiiflamatorias. Al igual que la apigenina, un flavonoide concentrado en el perejil. Además aportan un toque increíble de sabor y color en todo tipo de platillos y bebidas.

CúrcumaCúrcuma. /Foto: Pexels

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