Un hombre logró convertirse en multimillonario vendiendo queso a Domino’s, Pizza Hut y Papa John’s

James Leprino ya estaba bien instalado en el negocio del queso justo antes de que el boom de la pizza estallara en los Estados Unidos. También tenía una ubicación muy ventajosa, pues estaba en el centro del país

En 1958, James Leprino tomó $615 dólares y comenzó a construir su imperio del queso.

En 1958, James Leprino tomó $615 dólares y comenzó a construir su imperio del queso.  Crédito: riquebeze | Pixabay

Un hombre ha estado suministrando queso para las empresas de pizzas Domino’s, Pizza Hut, Little Caesars y Papa John’s durante décadas. Y por si fuera poco, también proporciona el queso para Hot Pockets, lasaña de Stouffer y el ziti horneado de Smart Ones.  Todo ese queso proviene de Leprino Foods y su fundador, el misterioso multimillonario James Leprino de 79 años.

Leprino controla el 85% del mercado de pizzas de las grandes cadenas y es propietario del 100% de Leprino Foods, el mayor proveedor de queso del mundo. James Leprino tiene un patrimonio neto de $3,100 millones de dólares.

El padre de James Leprino, Mike, se fue del sur de Italia en 1914 cuando tenía 16 años. Debido a que estaba acostumbrado a vivir a gran altura, eligió Denver para establecerse. Mike no sabía leer ni escribir en inglés y no tenía mucha educación, por lo que se convirtió en agricultor.

En 1950, después de 30 años en los EE.UU., Mike Leprino abrió una tienda de comestibles para vender los productos de su granja. Naturalmente, los productos italianos pronto llegaron a la tienda. La hermana de James, Angie, preparaba quesos como ricotta fresca y bolas de mozzarella.

James Leprino era el menor de cinco hermanos y trabajaba los fines de semana en la tienda de su padre.

Cuando se graduó de la escuela secundaria en 1956, se fue a trabajar a la tienda de tiempo completo y por esa época se dio cuenta de que las pizzerías de su área compraban 5,000 libras de queso a la semana. Pensó que sería un buen negocio para emprender, así que lo hizo.

En 1958, las grandes cadenas de supermercados obligaron a la tienda de Leprino a cerrar. Entonces James Leprino tomó $615 dólares y comenzó a construir su imperio del queso.

El mismo año en que Leprino entró en el negocio del queso, abrió la primera Pizza Hut en Wichita, Kansas. Al año siguiente, se inauguró el primer Little Caesars en un suburbio de Detroit. En 1960, Domino’s comenzó a repartir pizzas en Michigan.

De esta forma, después de solo dos años en el negocio, Leprino Foods entregaba 200 libras de mozzarella a la semana a los restaurantes locales de Denver.

Leprino tuvo éxito, pero aún le quedaba mucho por aprender, ya que necesitaba descubrir cómo hacer queso a gran escala. Eso involucró aplicar un poco de ciencia. El problema era que Leprino estaba a cargo de su negocio, estaba casado y tenía un hijo y otro en camino. Es decir que no tenía tiempo para ir a la universidad.

Entonces contrató a Lester Kielsmeier, que había dirigido una fábrica de queso en Wisconsin. Kielsmeier sirvió en la Fuerza Aérea durante la Segunda Guerra Mundial y al volver a casa se encontró con que su padre había vendido su fábrica de queso porque pensó que Lester había muerto en acción.

Con Lester a bordo, la empresa comenzó a crecer. En 1968, Leprino dio un golpe de genialidad. Pizza Hut estaba buscando un proveedor de queso que pudiera ayudar a la empresa a reducir sus costos y al mismo tiempo estandarizar las porciones. Leprino escuchó que triturar bloques de cinco libras consumía mucho tiempo y no producía rebanadas consistentes de queso.

Entonces, Leprino Foods comenzó a vender bloques de queso congelados y cortados previamente. Esta fue la primera vez que los fabricantes de pizzas pudieron colocar rebanadas de queso en cada pizza de manera simple y eficiente.

A principios de la década de 1970, se esforzaba por satisfacer las demandas de Pizza Hut. Y es que las franquicias a veces esperaban demasiado tiempo para descongelar la mozzarella cortada en rodajas y, como resultado, el queso se desmoronaba. Leprino y Lester volvieron a la mesa de diseño para solucionar esto, pues en ese momento, en la década de 1990, Pizza Hut representaba el 90% de su negocio.

Fue entonces que se les ocurrió ponerle al queso una capa de conservantes. Esta capa detuvo el desmoronamiento. Este avance llevó a Leprino Foods a producir dos millones de libras de queso a la semana, un aumento dieciséis veces más grande en la producción.

Leprino ya estaba bien instalado en el negocio del queso justo antes de que el boom de la pizza estallara en los Estados Unidos. También tenía la ubicación de su empresa como ventaja, pues estaba en el centro del país.

En la década de 1970, la mayor parte de la leche de EE.UU. provenía de Wisconsin y Nueva York. Sin embargo, en California había una industria láctea joven y en crecimiento y esa leche era más barata. Leprino logró que los productores de leche de California aceptaran firmar contratos a tasas que estaban por encima de la tasa local, pero por debajo de la tasa nacional. Además, los contratos fueron hechos para mantener esas condiciones por décadas.

El negocio del queso de Leprino tuvo otro avance cuando un ejecutivo de Pizza Hut se fue a trabajar para Domino’s y se contrató a Leprino para que le vendiera queso. Domino’s se expandió luego a un ritmo rápido, pasando de 200 tiendas en 1978 a 5,000 en 1989.

También tenía el negocio Little Caesars, que en la década de 1980 estaba aumentando sus 3,000 pizzerías a una tasa del 25% anual. Luego, en 1991, Papa John’s contrató a Leprino para que también les suministrara el queso para sus pizzas.

Debido al gran tamaño del negocio de Leprino, él puede ofrecer a sus clientes su queso a un precio mucho mejor que el de sus competidores.

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